Tras haber competido en el 27˚ Festival Internacional de Cine de Valdivia y en el 33˚ Festival Internacional de Cine de Viña del Mar, donde obtuvo una mención especial del jurado, la película documental MOSCA se estrena el próximo 17 de marzo en salas alternativas de cine de todo Chile.
Al cumplirse 49 años de la primera emisión de Radio Moscú del programa «Escucha Chile», que se emitió entre 1973 y 1990 para informar sobre los sucesos ocurridos en nuestro país tras el golpe de Estado de 1973, el largometraje documental Mosca, homenajea dicho hito del periodismo radial.
El título Mosca es el nombre clandestino con el que los radioescuchas del programa Escucha Chile se referían a Radio Moscú.
Mosca gira alrededor de la histórica experiencia periodística, desde el recuerdo de dos protagonistas anónimos y fundamentales de este fenómeno radiofónico.
Dos viejos militantes cuyos recuerdos se cruzan en un viaje por las informaciones emitidas por Radio Moscú y cuyas vidas se encuentran también en la memoria de su lucha contra la dictadura, uno como corresponsal clandestino que se jugaba la vida junto a su equipo de periodistas, enviando las noticias prohibidas por la junta militar desde Chile hacia la URSS, el otro, trabajando desde el exilio en Suecia por la solidaridad hacia su país, mientras grababa diariamente las duras noticias que emitía esta radio soviética en su programa Escucha Chile, creando el único archivo existente, que permite, por primera vez, tener una perspectiva sonora de la dictadura.
Christian Aylwin y Martín Núñez nos contaron cómo fue su proceso creativo y la implicancia que va a tener el estreno de esta película, tanto por el contexto actual, cómo por la alegoría que contiene el film, el cual está realizado con un minucioso trabajo periodístico a manos de los protagonistas Dante y Marcel.
¿Cómo surgió la idea de hacer esta película?
Christian Aylwin: Surge el año 2015, teniendo la idea de que los archivos de Radio Moscú y su programa Escucha Chile habían desaparecido después del fin de la Unión Soviética. El 2015 nos enteramos de un exiliado chileno que había grabado todos estos programas durante 17 años en radio casetera y en pulgada, y se decidió donarlos a la biblioteca del congreso. Dante Melgarejo es el nombre de este exiliado generoso y disciplinado, y fue una noticia impresionante, que existían los archivos del programa. Hablamos con Martín y yo lo invité a que hiciéramos esta película de manera colaborativa, Martín (Núñez) se subió inmediatamente y al poco andar, vino Dante a protocolizar la donación. Lo fuimos a conocer y a los pocos días lo entrevistamos un par de veces y ahí vimos que había algo, había una veta de algo que había que hacer.
Radio Moscú tuvo una gran importancia durante la dictadura para informar en época de censura ¿Cómo lo ven ahora después de toda la investigación y todos estos años de finalmente poder estrenar? ¿Cómo puede resonar hoy en día esta historia?
Martín Núñez: Cómo hablábamos el otro día con Christian, nosotros teníamos la película lista el mes. Ocurrió el levantamiento popular y tuvimos que replantearnos la película, porque vimos que la realidad nacional estaba tomando un camino que era muy interesante. Hubo una reflexión, que no sé si he compartido con Christian, que es la importancia de los medios independientes. En plenos días de la revuelta, era la única fuente de información, porque los medios oficiales no decían nada. Ahora dan risa los periodistas de los medios oficiales, todos en Ucrania, cuando no fueron capaces de ir a la Plaza de la Dignidad a ver lo que pasaba en estos días. Entonces se hacen estos paralelos cuando te dicen que la historia se va repitiendo. La importancia que tuvo la radio ahora se replica con los medios independientes que siguen aquí dando la pelea sin soporte, sin apoyo. Esa ha sido una de las reflexiones a un par de años de haber terminado la película.
C. A: También coincidió con que, tal como dice Martín, a partir de ese momento la película subió en el carro de la historia, porque empezó a tener un vínculo con la realidad, ya que nuestra película original está más bien unida al pasado, a lo que fue y a la experiencia de estos dos veteranos protagonistas desde su mirada hoy. De pronto, lo que estaba pasando afuera empieza a resonar con la película, y efectivamente tuvimos que escuchar harta radio de nuevo y ver que algunos temas que nosotros habíamos soslayado eran justamente aquellos temas que estaban sonando en la calle. Las películas son como seres vivos. Uno trata de que las cosas tratan de determinada manera pero la película te va diciendo sí o no, y hay cosas que te dicen no, este no es el momento, no funciona, esa estética tampoco, y en ese sentido la película nos fue pidiendo; ¿Qué pasa con esto?, ¿Qué está pasando afuera? Estoy escuchando la constitución del 80, estoy escuchando priorizaciones y pensiones, y estoy escuchando lo mismo en la calle. Entonces tuvimos que redirigir la línea editorial, que creería que está más enfocada en su rol de denuncia y luego pusimos la parte analítica, económica, y sociológica de la radio, y eso se vinculó muy potentemente al nivel que la película se va a estrenar, un año después de un cambio de gobierno en pleno proceso constitucional, cómo la película se subió a este carro y empezó a andar a la par, ayudado por la pandemia que siempre iba «chuteando» el estreno. Ahora va a calzar todo fantástico.
¿Cómo lo ven que se estrene justo con el cambio de gobierno y en el contexto de la convención que se está discutiendo el tema del sistema de nuevos medios públicos?
C.A: Es una maravillosa sintonía que le esté pasando a una película que se refiere a un hito radiofónico periodístico que dio cuenta de aquella lucha por la libertad de la expresión por un lado, y por el otro, la libertad de informarse. Radio Moscú, y en particular su programa Escucha Chile, viene dando cuenta del poco reconocimiento en Chile a lo radial y periodístico de esta gesta, que justamente abogaba por esa dinámica de libre pensar y de libre informarse.
M.N: Sí, ese es un punto bien importante, más allá de la contingencia, la radio y la gente que trabajó en ella nunca han tenido un reconocimiento muy grande. Se han hecho un par de ceremonias, como el que se llamaba el «club de amigos» de Escucha Chile, que eran más bien acotadas. Entonces creemos que la película, además del momento en el que nos encontramos, estamos a tiempo de homenajear también a toda la gente que trabajó también en Escucha Chile, que no ha tenido un homenaje cómo se debe, de hecho la primera vez que vino Katia Olevskaya, que era la voz principal del programa, no la dejaron entrar a Chile, eran los últimos días de la dictadura, entonces era el momento de todo esto que está pasando. La ley de medios que mencionas es muy importante, es un momento un poco tarde, pero aún a tiempo para homenajear a toda esta gente. Es el momento apropiado para ello porque toda esta gente expuso su integridad con tal de dar a conocer lo que pasaba.
Ustedes tuvieron a dos protagonistas, ¿Cómo llegaron a esos personajes? ¿Cómo fue para ellos contar su historia?
C.A: Después de tener los archivos y tener la entrevista de Dante que volvió a Suecia, nosotros empezamos a escuchar y a contactarnos con personas que habían trabajado en el programa, entre ellas: Pepe Secall, Iris Largo Farías, Eduardo Labarca, Eduardo Cáceres, Gabriela Mesa, entre otras varias personas. También con un grupo grande de Radio Escucha, tanto en el interior cómo en el exilio. Empezamos a manejar una especie de historia de cómo pensar esto como en un relato más o menos coral. Ahí aparecieron un par de principios que fueron importantes para orientar nuestro trabajo, que fue, en primer lugar, el hecho de que ves a Dante o a Marcel en la calle, son personas que pasan por tu vida, pero no conoces la tremenda historia que hay detrás. Eso fue algo muy atractivo para nosotros, pensar en la historias que hay en estos personajes anónimos y que ya no es la gran historia, sino que son las pequeñas historias que permiten que las otras sucedan. Poco a poco, esta idea del relato coral fue pasando por un «cedazo» y nos quedamos con estos dos personajes. Al sacar noticias de Chile, Marcel era como el origen de una cadena comunicacional que llegaba hasta Radio Moscú y que a su vez emitía y llegaba una persona como Dante que registra, escucha y difunde. Entonces se producía un arco narrativo interesantísimo con dos personajes anónimos y con una visión filosófica, que teníamos con Martín, de entender la radio en la dinámica y en la dimensión de la tradición oral, donde las cosas te las cuentan sin testimonio visual y tú recibes y te imaginas. Con esa misma dinámica también quisimos abordar las entrevistas, en realidad prácticamente no tuvimos entrevistas, nos juntamos acá en Chile con Marcel, horas de horas de grabar y conversar sin grabación de video, solo audio. Hicimos algunas cosas con él en su casa, en el centro, escribiendo. Lo mismo hicimos con Dante, hablar, hablar, hablar y esto le da complejidad al relato porque te saca de las cuñas, y empiezas a tener un montón de material que va sumando y va construyendo un relato.
M.N: Además tuvimos un desafío muy interesante, tras todo este tiempo, y siempre me pareció interesante que nuestro archivo era sonoro. Generalmente, el archivo es audiovisual o incluso solo visual, fotos. Fue un desafío muy atractivo recoger el guante y seguir con el audio. Nosotros le llamábamos la cotidianidad de los personajes, porque nos importaba mucho. Su pasado o su gesta la teníamos en el testimonio, pero también nos interesaba ver su vida cotidiana. Son personas normales, cómo tú, cómo yo o cómo cualquiera que tienen su vida, sus rutinas, sus quehaceres, y nos pareció que eso era lo importante, mostrarlos a ellos desde el hoy y no solo desde el ayer.
¿Cómo trabajaron en conjunto siendo un proyecto que es una codirección?, ¿Cómo se dividieron las tareas?
M.N: Por suerte, con Christian nos conocemos y venimos trabajando juntos desde hace muchos años. Ya tenemos una dinámica, sabemos más o menos nuestros gustos, nuestros proyectos más individuales que vamos a haciendo. Fue bien orgánica la cosa. Buena parte de la producción, la parte más ejecutiva, además de todo lo creativo, lo narrativo que fuimos haciendo juntos, Christian se lució en la producción y en la organización. Siento que el proceso fue muy natural. Obviamente siempre hay dudas porque hay que aunar criterio, pero, en general, encuentro que fue bastante fluido. Los dos sabíamos que la importancia era de la radio y de los personajes, que nosotros teníamos que estar en función de ellos.
C.A: Para mí ha sido un viaje fantástico, es muy buen compañero Martín, es muy culto y generoso, además. No es solo codirección, también coescribimos, coeditamos, cofilmamos. Fue realmente un trabajo colaborativo desde un principio.
M.N: Cohabitamos. Pasábamos horas juntos.
C.A: Exacto, fue riquísimo, fue muy natural y orgánico. Fue muy bueno, en el sentido de que cuando uno trabaja solo estos proyectos, uno siempre necesita un sparring, que vaya auto cuestionándose: «Esa idea me la compré muy fácil, a lo mejor hay que darle una vuelta» y así. Con Martín, tal cómo con Marcel y Dante, nos pasábamos horas de horas conversando: ¿Qué pasa si hacemos esto o esto otro? Tal cómo dice Martín, con el foco super claro que teníamos 3 personajes protagónicos: Marcel, Dante y la radio. A veces uno quiere hacer ciertas cosas y a veces esta no te la permite. La película nos domesticó en varias áreas, habían jugadas bien radicales que queríamos hacer y la película se sacudía rápidamente de esas cosas y nosotros también con la atención y la flexibilidad de decir: «Me gustaba esta idea, pero la película no la pide». La película nos fue moldeando harto en ese sentido. Es un ser vivo que no se somete, más bien domestica. En ese sentido, nosotros nos dejamos llevar también.
Después de dos años, ¿Qué expectativas tienen con el estreno en salas?, ¿cómo creen que la gente la va a percibir?
C.A: Mi principal expectativa, en este momento, es que los espectadores vayan a una sala a ver una pantalla gigante con buen sonido, una experiencia colectiva y que, además sin duda, si esta película se hubiera estrenado el 2019, hubiese sido otra película, que es la que se va a ver hoy día, que tienen un par de cosas que la hacen ver muy atractiva. Por ejemplo, que sea una perspectiva radial de la dictadura, cuestión que no está visto desde lo visual con esa carga histórica que tiene ya queda afuera. Nosotros tratamos de desproveer a la película de esos lugares visuales comunes. Luego tiene dos personajes encantadores, luchadores, resilientes, resistentes con historia. La pequeña historia desconocida, pero fundamentales para contar la historia grande. Por último, también tiene este mundo de la tecnología, tan precaria y al mismo tiempo, tan eficaz, en comparación con hoy día, que la tecnología está al día, a la hora precisa, pero a la vez, tantas veces fuera de contenido. Entonces creo que son cosas que pueden ser muy atractivas para una generación amplia, digo 20 años para arriba, todo como protagonistas de un momento histórico.
M.N: Uno de los aciertos que hemos tenido con la película es que recogimos el germen de la instalación de un modelo que aún padecemos. Podemos ver la denuncia en el momento, que no se puede hacer mucho al respecto. Cuando uno hace una película, quiere mostrarla ojalá en las mejores condiciones. Las funciones en línea, uno las ve, pero no es lo mismo, entonces también creo que lo importante es vivir la experiencia de ver una película en sala. Cuando se reabrió el Cine Normandie fui a ver una película y era emocionante volver a una sala, la gente aplaudió cuando apagaron las luces, la gente se volvió loca. Volver a la sala y a lo colectivo que es lo que proponía la radio y que creo que nosotros también recogimos ese aspecto: el trabajo colectivo.
C.A: La posibilidad de hacer un reconocimiento colectivo a todo este grupo de personas, que tal como dice Marcel, desde un campo de concentración sacaron un papelito con noticias que se lo entregaban a otro, y que llegaba a Marcel, que verificaba, mandaba a Moscú y se hacía un programa con toda la intención de hacer algo para todos los chilenos en el exilio y en el interior. Es un grupo que ha hecho una gesta periodística radial extraordinaria, y ojalá que este momento, con esta película, que tenga la difusión necesaria para entender que este grupo de personas, son los que dieron posibilitado esto. Es una forma de decirles gracias, y espero que se entienda así también por parte de la audiencia y que digan: ¡oh, lo que hicieron!
Invitamos a la gente a que vaya a ver la película, que aproveche la pantalla gigante para ver imágenes hermosas, buenas personas en cámara, historias fuertes también y que tenga la experiencia de una post producción de sonido que trabajamos muchísimo, que tiene muchas capas, testimonios, ruido, radio, noticias. Es una experiencia audiovisual bien potente.
FICHA TÉCNICA
Título: Mosca
Año: 2020
País: Chile
Género: documental
Duración: 76 minutos
Guion y dirección: Christian Aylwin y Martín Núñez
Casa productora: OVO films
Producción: Christian Aylwin
Producción General: Francia Aranda
Dirección de fotografía y cámara: Andrés Cárdenas y Andrés Mendoza
Sonido: Peter Rosenthal y Amador Providell
Distribución: Storyboard Media