Crítica de Teatro “Democracia”: La mecanización de las utopías

Crítica de Teatro

 

“Democracia”: La mecanización de las utopías

 

Por Jorge Letelier

 

 

“La adaptación es violación”, decía José Donoso a propósito de cómo el cine debía tomar obras literarias y darle una nueva voz, una autonomía en cuanto a forma y discurso para hacer una verdadera obra. Por su propia materialidad, el cine “viola” poco a la literatura y prefiere recrear una cierta idea, poner en juego algunos elementos, darle obvio movimiento a ideas plasmadas en papel. Lo interesante surge cuando una adaptación intenta construir una voz propia ahí cuando la obra original rehúye tan rotundamente la narración, por ejemplo.

Esta reflexión puede aplicarse a “Facsímil”, la novela corta de Alejandro Zambra que elude deliberadamente cualquier atisbo de sentido narrativo entendido como a) un relato de acciones y diálogos, y b) una historia aristotélica con introducción, desarrollo y desenlace. Si en el cine este ejercicio puede ser infilmable, resulta interesante la manera en que ha ido abordada desde el teatro, en la reciente versión dirigida por el brasileño Felipe Hirsch titulada “Democracia”.

Digamos que en “Facsímil” Zambra recrea el sistema de la fenecida Prueba de Aptitud Académica para dar cuenta de ciertas ideas asociadas a una generación que emergió luego de la dictadura pinochetista. El autor hace un desplazamiento de sentido magistral para describir lo que fue ese periodo y los temas que se fueron instalando como parte de un discurso político.

  1. Silencio

A) fidelidad

B) complicidad

C) valentía

D) lealtad

E) confianza

(Capítulo 1: Término excluido, pág. 19)

A través de cinco capítulos (Término excluido, Plan de redacción, Uso de ilativos, Eliminación de oraciones y Comprensión de lectura), Zambra “narra” lo que fue a su juicio la delimitación ética, política y social de una generación que emergió con el regreso de la democracia (o la generación “concertación”) convirtiendo el texto en un entramado conceptual, casi poético y lúdico-nostálgico, más que en una narración convenciona

27.Un hijo

  1. Sueñas que pierdes un hijo.
  2. Despiertas.
  3. Lloras.
  4. Pierdes un hijo.
  5. Lloras.

A) 1 – 2 – 4 – 3 – 5

B) 1 – 2 – 3 – 5 – 4

C) 2 – 3 – 4 – 5 – 1

D) 3 – 4 – 5 – 1 – 2

E) 4 – 5 – 3 – 1 – 2

(Capítulo 2: Plan de redacción, pág. 23)

La adaptación realizada por Hirsch busca eludir la abstracción de esta propuesta y la convierte en un juego casi de concurso televisivo, con cinco actores que representan una alternativa a las afirmaciones enunciadas. La puesta en escena simulando un escenario iluminado de forma grandilocuente como set televisivo y personajes dispuestos en posición de una carrera ayuda a mantener una distancia irónica con un material que trasladado al lenguaje teatral, suena árido y conceptual.

Lo que en Zambra era casi un artefacto poético-político para narrar las “herencias” y lo que se esperaba de un nuevo período resignificando el sentido semántico de las palabras o frases, en “Democracia” se hace un desplazamiento de sentido hacia lo que ocurrió treinta años después, y es evidente que estas frases frías y concretas, dichas por una voz en off, resuenan desde un territorio muy distinto que nos dicen de manera acertada en qué se convirtió este discurso. Desde ese punto de vista, la puesta en escena apela a lo performático para ilustrar “representacionalmente” esta idea, con performers más que personajes y con un sentido esquemático más que una interpretación. Si bien el texto brilla en su agudeza y en su carácter reformulador de estructuras dramatúrgicas más convencionales, deja la duda de si sus ideas de puesta en escena son las adecuadas para graficar esta opción. Y no me refiero a la búsqueda de un lenguaje innovador y que deconstruye ciertas nociones comúnmente aceptadas (como el contar una historia, por ejemplo), sino que en la forma en que un discurso textual tan radical en su planteamiento se logra hacer entender desde las posibilidades expresivas del teatro.

Si la metáfora se utiliza para ilustrar la deshumanización de nuestra época o la falta de libertad en nuestra relación individuo/sociedad, “Democracia” suena pomposa y de ambiciones un poco desmedidas, dominadas por ese gran letrero luminoso que nos reenvía a un mundo dominado por la lógica del espectáculo, como diría Guy Debord. Pero si la adaptación busca mostrarnos cómo ciertas ideas, concepciones e ideologías van mutando y resignificando su sentido a lo largo de tres décadas en que Chile cambió dramáticamente, el montaje se eleva a una larga, incómoda y amarga experiencia donde la conclusión es que la lógica resultadista (o elegir la alternativa correcta) es casi la única acción que nos queda en juego.

“Democracia”
Dirección: Felipe Hirsch
Dramaturgia: adaptación de la novela “Facsímil”, de Alejandro Zambra
Elenco: Trinidad González, Manuela Martelli, Moisés Angulo, Mateo Citarella, Rafael Contreras
Dirección de arte: Daniela Thomas y Felipe Tassara
Iluminación: Beto Bruel 
Música original: Arthur de Faria y Mariá Portugal 
Matucana 100, sala principal, Viernes y sábado 20:00 hrs.
 

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