2ª Edición Encuentro Fronterizo, organizado por Performer Persona Project en colaboración con STUDY II ROSA de Grzegorz Ziolkowski y Teatro Ictus.
Grzegorz Ziolkowski: “A través del teatro tenemos que superar las barreras que están a nuestro alrededor.”
Extractos del Diálogo Abierto entre Grzegorz Ziolkowski, Nissim Sharim y Performer Persona Project.
Este fin de semana se realizó el segundo Encuentro Fronterizo, organizado por Performer Persona Project, en el Teatro Ictus. Primero se presentó “Persona, lucidez en la huella del Performer”, con Claudio Santana y Vicente Cabrera, una performance/conferencia que revela el curso práctico del protagonista en la búsqueda de los padres fundadores del teatro como Grotowski y Stanislavsky.
Luego se realizó un diálogo con el público en torno al tema “La creación en la postrimería” con Grzegorz Ziolkowski, Maciej Zakrzewski, Nissim Sharim y Claudio Santana de PPProject.
Francesca Bono, directora artística del Encuentro junto con Santana, abre la conversación presentando el evento: “El Encuentro Fronterizo es un proyecto que comenzó el 2015. Realizamos la primera edición en colaboración con la compañía italiana Instabili Vaganti, que pasaba por Valparaíso después de una gira en América Latina. Agarramos la oportunidad y creamos este formato de encuentro, que en aquella ocasión se desarrolló en un programa de tres días. Este es nuestra segunda edición y estamos muy agradecidos de poder llevarla a cabo junto con Grzegorz Ziolkowski y Maciej Zakrzewski de Polonia. Además agradecemos mucho la oportunidad de estar en este teatro y de abrir este momento de dialogo también con Nissim Sharim. Por un lado, como ensamble de teatro de indagación, proponer este formato en un espacio convencional, como es el teatro Ictus, es un desafío. No es propiamente un espacio apto para talleres y, por ejemplo, es la primera vez que presentamos “Persona…” en esta disposición frontal, ya que normalmente las personas están mucho más cerca y alrededor de los actores. En este sentido es un desafío, lo cual nos gusta. Nos gusta desafiarnos con espacios distintos y con distintas personas”.
Francesca agrega: “El Encuentro Fronterizonace desde la gana de encontrarse, como dice el nombre. Encontrarse con personas que tengan “nuestra misma hambre” por el teatro, si así podemos decir. Este tipo de teatro que tiene que ver sobre todo con el compartir experiencias entre seres humanos. Está pensado para permitir que el encuentro ocurra dentro de distintas instancias: ya sean las performance, los talleres u los diálogos abiertos. Empezamos mirando algo, como público, seguimos dialogando sobre lo visto y practicando juntos los principios de los cuales hablamos, para terminar, en este caso, reflexionando teóricamente sobre una temática propuesta por nuestro invitado. Este es el formato de Encuentro que estamos planteando como Performer Persona Project, con el deseo de profundizar varios aspectos del teatro, no solamente en el de la producción. Para terminar unas breves presentaciones: Claudio Santana, director y actor, Juan Pablo Vásquez, Braulio Verdejo y Vicente Cabrera, actores y Francesca Bono, encargada de la producción y de otras cosas también. Los dejo ahora a este momento de diálogo”.
Claudio Santana: El Encuentro es lo que nos reúne hoy día. Todos acá nos hemos conocido simplemente, como dice el trabajo que acaban de ver, por “la necesidad de juntarse”. Encontrar un espacio para alimentar aquella parte que nos impulsa a seguir, perseguir o tal vez a alejarnos de algo. Es como cuando nos encontramos con una puerta, alguna vez escuché por allí que las puertas se pueden empujar pero claramente también se pueden atraer (pull-push).
Con Grzegorz nos conocimos así: trabajando. Hace unos 9 años en Polonia, con el afán de poder acercarme a la cultura teatral polaca, impulsada por Grotowski, me encontré con él, que en ese momento dirigía la programación del Grotowski Institute en Wroclaw. Gentilmente me recibió y me dio una invitación para poder participar de ese encuentro junto con muchas personas que trabajan en esa línea. Allí también conocí a Maciej, actor del STUDIO II ROSA, en la práctica. Con Nissim a su vez nos encontramos también practicando. Eso fue con “Falsificadores del Alma”, el último espectáculo de PPProject. Durante una de las funciones aparece Nissim, por supuesto lo ubicábamos, es un ícono, una persona muy reconocida/reconocible. Él ingresa a nuestro espacio, en el Teatro del Puente donde estábamos presentando nuestra obra, el público estaba dispuesto alrededor y él justo se sentó a mi lado. Lo pasamos muy bien, cantando, junto con su señora también, varias de las canciones que el montaje traía. Ahí nos conocimos, sin ninguna presentación formal, disfrutamos cantando y cruzando miradas, simplemente, a través del trabajo. Un día, gentilmente, nos llaman desde el Teatro Ictus, para que posiblemente pudiéramos presentar nuestra obra acá en esta sala. En ese momento no estábamos preparados para una segunda temporada, pero ya estábamos gestionando esta edición del Encuentro Fronterizo, buscando dónde poder trabajar con Grzegorz y con Maciej. Ahí fue donde produjimos esto. Fue muy regocijante que un espacio, que quizás no ha sido concebido para esto (quizás sí) se haya abierto a nuestra propuesta.
Pregunta del público:
¿Cómo funciona esta colaboración que tienes con Grzegorz, con los polacos? Parece que se lleva desarrollando durante varios años.
Claudio: Esta performance, por ejemplo, fue desarrollada, o mejor decir terminó de desarrollarse en el laboratorio «Feeling the Pulse» dirigido por Ziolkowski el 2016. Llevé esta estructura como material y junto a Grzegorz la desarrollamos en una modalidad de consultoría. Eso es, mostrar, luego analizar y acoger las visiones de Grzegorz y también de los otros compañeros que venían desde Irán, España y Rumania (Francesca también estaba allí), para seguir desarrollando. Esto fue durante 10 días. Fue un punto muy importante de colaboración y de convergencia de metodologías: no perseguimos el espectáculo en sí, siempre nos centramos en la otra parte, en el proceso del actor dentro de la estructura, aunque se inviten personas “a mirar” y a alimentar las formas del teatro.

Nissim Sharim: Lo que se me ocurre a mí, por el momento, es hablar sobre la impresión que nos dio lo que hiciste en el escenario, en una forma muy admirativa, admiradora. En general, me parece que de alguna manera, este acto tiene que ver con la necesidad de los actores, o de los individuos en general, de encontrarle un sentido a la vida. Realmente esta necesidad sufre cualquier cantidad de tropiezos, a los cuales se podrían adquirir mucho más de los que tú dijiste. La verdad es que yo creo que el arte dramático y la literatura en general, siempre han estado de alguna manera enfocadas a la idea de que la gente entienda la vida. No que le agregue o le quite, sino que entienda lo que le está pasando. Tu performance, hasta donde yo puedo percibir en este momento, da cuenta de eso: de cómo entender todo lo que pasa. Cuando hablaste de lo que le pasa a uno, de los recuerdos que surgen a uno cuando se está muriendo, no puedo dejar pasar lo que vimos en la otra obra que tu dirigiste (“Falsificadores del Alma”). El momento en que emergía de toda una situación ese canto italiano “Bella Ciao” nos llegó, a mi mujer y a mí, muy hondamente. Fue por la manera de seleccionar un recuerdo, el recuerdo de la utopía, en el momento en que te ibas a ir. En realidad fue muy emocionante y a la vez divertido por como lo cantaban. Fue una ejecución brutalmente efectiva. En general todo lo que pasó en esa obra yo lo veo conectado con lo que tu hiciste ahora en la performance. No podría describir cómo está conectado, pero a mí me dio esa percepción de conocimiento. Como decía el viejo Einstein «La Imaginación vale más que el conocimiento». Muchas felicitaciones por el empeño y por la forma de tratar de conquistar esos espacios para el teatro, que no son más que espacios para la vida. Ojalá pudiéramos hacer algo más adelante.

Para volver al tema central, ayer Claudio nos recomendó ir al Museo de La Memoria y de los Derechos Humanos. Hoy fuimos y pudimos ver el logo del Ictus, los testimonios y las fotografías. Fue muy importante poder visitarlo.
Creo que cuando investigamos estamos haciendo educación pero también hacemos arte. Si bien en esta ocasión no pudimos traer nuestra performance, mañana tendré la oportunidad de hablar sobre la auto inmolación, sobre el “quemarse a lo bonzo”, tema de mi última indagación teórica. Digo esto para llegar a hablar de la que para mí es la cualidad humana más importante, sobre todo en estos tiempos que vivimos: la compasión.
Para nosotros el trabajo del teatro, este trabajo artístico, es tan importante porque tiene directa relación con esta cualidad. Lo que entiendo es que si bien esto que hacemos es muy importante para nosotros, el poder estar dentro de un espacio resguardado no nos tiene que impedir tratar de mirar más allá de esta protección. A través del teatro tenemos que superar esta barrera que está a nuestro alrededor.
Voy con una mirada a Marruecos, donde presentamos nuestra performance «Silencio de la Luz», basada en la historia verdadera que cuenta de cómo, después de un golpe de estado, se construyó una prisión especial para los soldados en la cual no había luz. El nombre de la prisión es Tazmamart y fue destruida después de que solamente un puñado de personas sobrevivió a causa de haber estado encerrado 18 años, a obscura.
Ahora, Marruecos es un lugar muy turístico para los polacos, pasan allí sus vacaciones disfrutando del sol, del whisky y del vodka gratuito en sus paquetes “all-inclusive”. Esto es un ejemplo, para subrayar como, bajo ese mismo sol, hay historias que quizás nunca se descubrirían sino que a través del teatro, del arte.
Sólo quiero agregar una cosa, acerca de la pregunta sobre nuestra colaboración. Me estuve preguntando qué es lo que me atrae, lo qué me conecta con la performance que presentó Claudio. Personalmente no voy mucho al teatro, para mí es muy aburrido. Es realmente aburrido porque veo personas que no están conectadas con lo que hacen. Me gusta el teatro de estudiantes secundarios, los aficionados al teatro y veo mucho teatro en las cárceles. Aprecio esa mirada, ese trabajo social a través del teatro. En estas piezas muchas veces puedo tener la sensación de que a las personas les importa de lo que están haciendo. Para ellos es muy importante lo que hacen, no tanto en un nivel profesional, quizás no haya ningún tipo de nivel profesional, pero su corazón está metido en el trabajo. Puedo percibir este tipo de conexión, la misma que siento en el trabajo de Claudio: percibo que su corazón está allí. Esta es la razón por la que estoy aquí.
