Entrevista al escritor Venezolano en Puerto de Ideas Alberto Barrera Tyszka: “Yo siento que uno escribe sobre lo que le duele, y eso (lo que está pasando en Venezuela) me duele”

 

En el marco de Puerto de Ideas, tuvimos la oportunidad de entrevistar al autor Venezolano quien además dio un par de charlas en este festival de Valparaíso. Barrera Tys zka es reconocido por escribir sobre Chávez y la política Venezolana siendo crítico de la situación política de ese país. En una charla una persona del público lo enfrentó por divergencias políticas, a lo que Barrera reaccionó muy tranquilamente llamando la atención de la audiencia, sobre todo por el nivel de violencia de la interpelación.

¿Qué te parece cuando la gente reacciona de esa manera? ¿Es común que te hagan esas preguntas?

Si, bastante común.

Te lo tomaste demasiado bien para lo fuerte que fue.

Pasa a menudo. El tema venezolano y el tema político en general genera irritaciones de este estilo. El proceso de polarización en nuestros países, destapan en algunos momentos la irracionalidad. Esta persona que intervino, no importaba lo que yo le dijera, él ya tenía una opinión preconcebida, vino a cumplir consignas,y a querer buscar una cosa belicosa. Ya uno sabe como manejarlas, trata de dar argumentos. Los argumentos ya no funcionan. Se trata de otra cosa. Hay que tratar de lidiarlo. Pasa mucho en estos países. No digo que sea bueno pero pasa.

¿Tienes una postura política con respecto a Chávez a pesar de que escribes de él? No escribes de él desde la política, sino que como persona.

Escribo de las dos maneras. Fui muy crítico de su política desde el principio, pero también trato de buscar otro tipo de cosas. Trato de entender como funciona como fenómeno en nuestro país.

Escribiste dos libros sobre él, después que murió ¿Era un tema que querías seguir explorando?

No, esta nueva novela que se llama «Mujeres que matan», ahorita tiene que ver con, no aparece Maduro como personaje, sigue teniendo que ver con la realidad. Es algo que me importa mucho lo que ocurre en el país. Es algo que invade mis libros. Yo siento que uno escribe sobre lo que le duele, y eso me duele. Sobre lo que no se entiende, y eso no lo entiendo. ¿Que ocurre? La escritura ayuda a exorcisar esas cosas y a organizarlas. Chávez es muy importante en el país. El primero libro es más periodístico, si tiene que ver con la biografía. Elsegundo, de repente se juntó otra de las cosas que para mi son importantes literariamente, que es la enfermedad, es un tema que me interesa mucho. Por otro lado también la enfermedad de Chávez de alguna manera parecía que había contagiado al país, el espíritu de Chávez. En un momento Venezuela parecía una sala

de espera, donde nadie sabía muy bien que ocurría pero había un paciente del cuál nohabía mucha información y de su enfermedad, y todos estábamos conversando. Era una situación muy rara,peculiar, y así pasamos un año. Además tenía mucho que ver con el destino del país. Escribí esta novela también en ese año. La novela comienza el día que Chávez le dice al país que tiene cáncer y termina el día que muere, y ahí se abría un ciclo simbólico importante. Digamos,ese es el tiempo de la novela, pero Chávez no es el personaje sino otra cantidad de personajes que vive una cantidad de cosas mientras ocurre esa enfermedad. El anuncio del cáncer y la muerte de Hugo Chávez.

Tu dijiste que «Mujeres que matan» tiene que ver con clubes de lectura. De mujeres hablando, comentando lo que está pasando. ¿Tiene que ver con la conversación de un grupo de mujeres?

Si, son unas mujeres que empiezan a leer a escritoras latinoamericanas jóvenes y hablan un poco de si mismas. Inevitablementehablan de lo femenino, de los hombres y de repente una llega con un libro de autoayuda que

se llama «Te daría mi vida pero la estoy usando» un libro contra el amor romántico en clave de autoayuda. Entonces en ese momento cuando la están leyendo, se produce una situación en al vida de una de ellas. Una de ellas mata a otra. Todas son convierten en sus cómplices. A partirde ahí se desencadena una cantidad de situaciones.

¿Que tiene que ver la política ahí?

Porque ocurre todo eso en Venezuela. Dos mujeres tiene deudas pendientes. Una con un guardia nacional, un oficial del ejército que mató a su hija en una manifestación. Pasan una serie de cosas donde el tema de la violencia del país, la justicia, se mezcla en todo esto.

Me pareció muy interesante el tema sobre clubes de lectura.

Si, leen «Que verguenza» de Paulina Flores, leen a Pilar Quintana, una colombiana, a Selva Almada, Samantha Schweblin, una argentina, unas venezolanas.

También estás involucrado con el tema de redes sociales. Tienes una cuenta en Twitter.

Nada más. No son redes, es red social. Solo Twitter, no tengo Facebook, no tengo Instagram

¿Lo usas para informarte?

La verdad es que lo uso poco. Sigo solo a periodistas en general, y solo, lo tengo como un instrumento de comunicación, entonces tengo poco seguidores, me meto poco, no estoy todo el día pegado. Me meto en las mañanas, veo las noticias, sigo a periodistas o a medios.

¿Que opinión tienes de la literatura chilena? ¿Qué conoces de la literatura chilena?

Lamentablemente no conozco mucho. He leído a Rafael Gumucio, Pato Fernández, incluso novela también, a Carlos Franz, a Alejandro Zambra, a Paulina Flores. De los jóvenes, de los más nuevos. Y por supuesto están los grandes; Nicanor Parra, Huidobro, también para nosotros fue muy importante como generación en su momento Antonio Skármeta. Cuando yo estudiaba letras leímos «Desnudo en el tejado» un libro de cuentos. Yo trabajaba en un taller, leímos «No pasó nada» la historia de un niño exiliado en Alemania. Jorge Herralde el editor, dice una frase que me encanta: «En América Latina los autores viajan más que los libros». Hay muchos más festivales, uno conoce a más escritores, lamentablemente los libros no circulan con tanta velocidad.

¿Qué autor colombiano se lee en Chile o en México o en la misma Venezuela? Ninguno. Los libros no viajan tanto, lamentablemente.

Cuéntame sobre tu lado de guionista. ¿Que te gustamás el guión o la novela? 

Yo empecé a escribir en televisión para vivir. Siempre fue una escritura alimenticia. No era una cosa que me gustaba. Con los años he ido reconciliándome, entusiasmándome y contentándome mucho sobre todo cuando ya no hay que escribir tanta teleserie, y más seriados cortos, con otros temas. La televisión ha ido cambiando mucho. Entonces es mucho más interesante, que te digan; escríbete una serie de 8 capítulos de media hora sobre el tema que quieres. Antes era impensable. Antes siempre había que escribir lo mismo, y lo mismo eran telenovelas, culebrones. Yo creo que ha cambiado muchísimo. Me parece que es otro lenguaje que es fascinante. Realmente si es muy difícil, y, incluso muy difícil producirlo y hacerlo bien. Pero creo que estamos en el mejor momento para los contenidos audiovisuales. Por otro lado veo el alcance que tiene en el poder la capacidad del lenguaje, La gente lee menos, a veces me gustaría que leyeran más pero uno no puede forzar a nadie a leerlo, con una pistola en la cabeza decirle léelo, incluso regalándole el libro. Ahí es hay una lucha, la culpa no la tiene la televisión, no lo tiene los contenidos audiovisuales. Hay que aprender a trabajar con ellos y usarlos. Ahora me gusta mucho, cuando empecé no tanto, ahora me gusta mucho el guión, el trabajo de guionismo.

¿Qué es lo ultimo que has hecho de guión?

He hecho cosas que todavía no se han grabado. Estoy grabando para Sony, es una historia que se fija en 1600. Mientras están buscado un productor porque es muy costosa. Ahora voy a trabajar quizás e

n una serie corta con una productora mexicana.

¿Has hecho algo una serie para alguna plataforma?

No, Netflix o Amazon todavía no.

¿Te gustaría?

Me encantaría, por supuesto, creo que es hacia donde va, te lo digo en estos términos; Yo vivo en México, ahora hasta Televisa y TV Azteca, con los que uno trabaja, están haciendo cosas para Netflix y Amazon. Porque la TV abierta está muriéndose, no la ve casi nadie, y por eso los formatos. Sólo se hacen series de 20 capítulos porque los que compran, que son Netflix y Amazon, quieren series de 20 capítulos

¿Qué te parece la crisis en la industria de la Televisión? En Chile lo estamos viviendo, en todos los países está pasando lo mismo.

Si, tiene que ver con la crisis de las tecnologías, con ese paso del poder al usuario, que nadie vio venir. Tu y yo veíamos televisión antes, estábamos sometidos a lo que decían los canales. Los canales decían que a las 7 de la noche nos teníamos que reír y ver humor, no hay posibilidad de ver otra cosa, a las 8 noticias, a las 9 la comedia. Ellos organizaban todo, y de repente pasó el poder a nosotros y ya pasó y podemos ver el contenido que queramos a la hora que queramos, a en la pantalla que queramos. Eso destruyó a las grandes televisoras. Cuando uno piensa que Televisa, que tiene no sé cuántos sindicatos, 5 pisos, y no se cuántos estudios, se tiene que replantear todo ahora, no sirve de nada todo lo que tiene. Es sensacional como cambió. Que una productora pequeñita, pueda producir «La casa de las flores» y irle bien, entonces bueno, a ver, ¿Qué pasó aquí en la mitad? Tu, yo y 4 más podamos armar una productora para un proyecto y producir la cosa y sensacional y tener éxito y ganar dinero mientras el monstruo se hunde y no sabe como reaccionar, es un cambio, es un ciclo en la industria.

De tus libros, ¿Cuál es el que más te ha marcado? 

Yo creo que «La enfermedad», que el 2006 ganó un premio Herralde. Yo había escrito una novela que no fue muy buena, habla como de juventud, no le tengo mucho cariño, la escondo, la tapo un poco. Escribí esta, me costó mucho escribirla, lo hice con mucho cuidado y le fue muy bien, entonces me abrió al mundo de las traducciones y le tengo un cariño especial. Una novela muy íntima, más ensimismada.

¿Tienes algún tema personal con la enfermedad?

No, yo fui enfermero muy temprano a los 18 años y vi una serie de cosas en un hospital de cáncer. Creo que hay una cosa de marca, aparte de que todo, ya es inevitable, tenemos un contacto cercano con la enfermedad, por madre, padre etc.

¿Qué temáticas te interesa abordar en el futuro?

Yo no las elijo, yo creo que las obsesiones nos van eligiendo a uno, no me extrañaría nada, aunque yo diga quisiera tocas la temática de la pesca en Portugal del siglo 17, ahí va a haber un pescador enfermo. Las conversaciones lo van agarrando a uno, tampoco voy con demasiado entusiasmo. Dejo que las cosas pasen. Yo no soy un escritor con mucho planes.

Ahora que estás en México, ¿Te sigue pasando que todo te vuelve a Venezuela?

Todo el tiempo. Yo me levanto y veo las noticias de Venezuela. La distancia a veces genera incluso mayor ansiedad, magnifica algunas cosas y si, el país es una herida que está muy presente, la tienes toda adentro, no puedes escapar de ellas. Donde vayas, si está muy presente todo, tengo familia allá por supuesto, voy, el año pasado fui mucho, este año he ido menos.

¿Qué crees que va a pasar con Venezuela? ¿Le tienes poca fe a la solución?

No se ve una solución muy clara en el horizonte. Porque digamos que los escenarios de salida se han ido agotando. El escenario electoral lo agotó el premio gobierno, después del 2015, 2016, 2017 no hay un órgano confiable electoral, el escenario de la violencia, si alguien pensaba que iba a haber una insurrección popular de protestas, o militar, ha sido reprimido salvajemente el 2017 por el gobierno, y el escenario de la invasión gracias a Dios no tiene viabilidad. En esa perspectiva tu dices es un camino lento, largo, difícil, que pasa por la unión de la oposición y con la presión internacional.

 

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