
Por Karina Solórzano
Se acerca la 91° edición de la ceremonia de premiación de los Óscar y entre las nominadas a mejor película se encuentra la norteamericana “Green book”, una comedia dramática sobre una peculiar amistad entre un brillante pianista afroamericano (Mahershala Ali) y el chófer de éste, un italoamericano originario del Bronx de Nueva York (Viggo Mortensen) . Ambos se embarcan en un viaje al Sur profundo de Estados Unidos en la década de los 60’s cuando todavía estaban en vigor las leyes de segregación racial “Jim Crow”, de hecho el nombre de la película hace referencia a una guía de viajes que indicaba en esa época los sitios en los que los afroamericanos podían comer u hospedarse sin temor a ser agredidos o discriminados.
La pertinencia de iniciar mi crítica aludiendo a los Óscar es porque, por lo general, las películas preferidas por la Academia suelen ser películas complacientes y con una crítica social acorde con los intereses políticos en turno. Este es el caso de “Green Book”, la historia presenta un doble discurso, por un lado, es una denuncia al racismo a través de una serie de discriminaciones que sufre el pianista Don Shirley y que son puestas en evidencia por Tony Vallelonga, el chófer que también la hace de guardaespaldas pero al mismo tiempo todo está contado a través de estereotipos. Vallelonga es tosco, tiene acento, es racista (todo eso cambiará a raíz de su amistad) mientras que Shirley no encaja en su “comunidad” pero tampoco es aceptado por “la gente blanca”.

A pesar de esta gran flaqueza en el guión, no deja de resultar estimulante ver como a través del viaje –tanto físico como interior– los personajes descubren cosas de sí mismos y de su entorno. En este sentido la película recuerda a los otros grandes viajes en el cine y la literatura por los Estados Unidos como la novela “On the Road” de Jack Kerouac o la película “Into the Wild” (2007). En ellas, a través de la nieve en el camino, los árboles, las paradas en los restaurantes y la música en la radio los protagonistas reflexionan sobre el sentido de pertenencia. En “Green Book” Shirley descubre por Vallelonga la música de Aretha Franklin y de Little Richard (“su gente”) y Vallelonga identifica que la “vida de negro” es parecida a la marginalización y rudeza en que él mismo vive.
La película, más allá de la complacencia política, nos ayuda a reflexionar sobre esa sed nómada que tal vez todos los humanos, sin distinción racial, llevamos dentro de nosotros. Somos de un lugar y de ninguna parte.
Título original: Green Book
Año 2018
Duración130 min.
País Estados Unidos
Dirección: Peter Farrelly
Guion: Brian Hayes Currie, Peter Farrelly, Nick Vallelonga
Música Kris Bowers
Fotografía: Sean Porter
Reparto: Viggo Mortensen, Mahershala Ali, Iqbal Theba, Linda Cardellini.