Entrevista a la coreógrafa y directora de #Love Catalina Fuentes: «Someto sus cuerpos, sus movimientos a explorar su propio lenguaje»

Por Fernando Garrido Riquelme

Es frío el segundo martes de abril y el otoño se presenta con todo su esplendor en la tarde de Santiago. Por Santa María los únicos que visten de corto son los entusiastas corredores, nuestros nuevos espartanos. La aparición de pañuelos y bufandas dan cuenta de que la tregua veraniega de las últimas semanas ha terminado. Al llegar al MAC en el parque forestal me encuentro con Catalina Fuentes antes del estreno de #Love en el Teatro Regional de Rancagua. Se le ve impaciente y cansada, pero desborda esa energía que entrega el llegar a puerto. Ad portas de egresar de la escuela de danza de la Academia de Humanismo Cristiano y con una trayectoria que la ha hecho transitar por la academia del Teatro Municipal de Santiago, el Ballet Nacional Chileno y variados proyectos, se aventura en la primera obra bajo su tutela. El museo está vacío, las exposiciones anteriores han sido desmontadas y se ajustan los detalles para la que probablemente será la estelar de este otoño: Nemesio Antúnez. Panamericano, curada por Matías Allende. El día había sido eterno para ambos, así que la idea de recorrer salones vacíos mutó a conversar en un café en torno al arte, la creación, las ganas de remar, aunque parezca que uno está estancado en las aguas y la danza, la hermana menos querida de nuestras artes escénicas, aunque la escena cultural, incluido programadores, público, prensa, salas e instituciones insistan con un cínico paternalismo “a todos lo queremos por igual”.

¿Cómo llega a concretarse este proyecto? ¿Qué hace que el Teatro Regional de Rancagua lleve a escena este proyecto?

No sé en verdad. Enserio, conocí el año 2016 a Eduardo Díaz, quien en ese tiempo era el director de La Casa de la Cultura de Rancagua y desde este año es el director de programación del teatro. Le llevé una propuesta de extensión cultural danza, que es un proyecto que había hecho en un ramo de gestión cultural de la universidad, el cual consistía en llevar a la escuela a distintos teatros, en Rancagua y distintos lugares de Santiago. Esa gestión hizo que luego fuesecontratada como profesora del taller de danza contemporánea y luego le presenté el proyecto #Love el año pasado. Primero lo rechazó porque no había presupuesto, porque el presupuesto siempre es un tema. Luego me escribe en enero si podía desarrollar el proyecto para hacerlo en el mes de la danza allá y yo le dije que no.

¡Ahora no!

Me dijo que no primero, ¡así que no!, obvio que le dije que sí. Él me preguntó si podía ajustar el presupuesto, yo hablé con el equipo, con Erick Pulgares que está a cargo de la parte actoral y composición de voz, y trabajo de fonética. Es actor profesional y profesor en varios lados y lleva años trabajando allá, y moviéndose por la actividad cultural de la zona. Y en música contacté a Jorge Castro que es Dj y trabaja en la Radio Fiesta. Para desarrollar el aspecto central, yo decidí trabajar con dos protagonistas, Iván Díaz y Valentina Troncoso. Él es egresado de la escuela de danza de la Academia de Humanismo Cristiano y Valentina es de la escuela de ballet del Teatro de Rancagua.

¿Y cómo ha sido el trabajo con esos dos cuerpos, con esos dos lenguajes?

La verdad es que ha sido desafiante, porque esta es mi primera experiencia como coreógrafa y directora. Me dije, ¡sé que me la voy a poder! Pero ha sido intenso, además porque no sólo trabajo con ellos, sino con otros treinta participantes. Es un montaje grande en ese sentido, porque son alrededor de 35 personas en escena. De verdad, ha sidodesafiante. Porque si tomas en cuenta que tomo a una persona con gran experiencia, como es el caso de Iván, y a Valentina, que no posee el mismo tipo de experiencia, y que logren congeniar, encontrarse, que logren desarrollar el lenguaje que les estoy proponiendo. Yo a ella la escogí un día que estaba grabando la clase de ballet del teatro para mi tesis, porque estoy desarrollando una propuesta metodológica de trabajar el ballet, o los cuerpos clásicos en realidad, y cómo estos los puedes desarrollar con una corporalidad diferente y que no sea tan difícil para ellos. Porque el bailarín clásico es súper cuadrado, demasiado encapsulado en su lenguaje. Cuando tú los sacas de ahí y los pones a bailar otra cosa, les cuesta mucho.

Me imagino que se debe a que obedecen a un ideal de cuerpo, un ideal de humanidad. ¿Cómo es trabajar con estos cuerpos mestizos, latinoamericanos, que no necesariamente se condicen con las coordenadas de lo que somos, y que muchas veces parece que se los fuerza para encajar en un lenguaje europeo?

Ahí es donde se mete mi propuesta de tesis, en la parte práctica. La eukinética, es el estudio de la cualidad del movimiento, por medio de una subdivisión de categorías: el tiempo, la energía y el espacio. Entonces qué hago yo, someto sus cuerpos, sus movimientos a explorar su propio lenguaje y eso abre en sus cabezas una gama de posibilidades en la improvisación, muchas más que si yo le dicto lo que tienen que hacer.

Finalmente, ¿por qué #Love?

La palabra más profunda, sencilla y sensible de explicar. Amor es poner a un otro por sobre el propio ego, por sobre uno mismo. Amor es Dios, es Jesús viviendo y muriendo por cada ser humano que habita en esta tierra. Es paz, paciencia, benignidad, templanza y gozo. Creo que en verdad no había mejor palabra que ésta para la obra (mi obra, nuestra obra). Si bien, yo no acudí explícitamente a predicar el evangelio en la dramaturgia de la obra, ésta es sellada de principio a fin con las arras del Espíritu. Esta obra nace y pertenece a Dios. Dios es amor, «el amore» poderoso y verdadero, que permitió desarrollar y concretar la obra de principio a fin. #Love, una loca historia de amor, se vuelve loca desde muchas perspectivas tanto de mi motivación en cuánto a la trama y en cuanto al trasfondo real. Una mujer, cristiana, enamorada, dedicando una obra a un amor adolescente, haciendo las paces con el mundo interno, compartiendo y abriendo el corazón en su totalidad con los involucrados en el proyecto, teniendo la fe y esperanza en un invisible ser divino y poderoso. Tan poderoso que resucitó y venció la muerte como ninguno aquí en esta tierra. Se llama #Love, porque no hay otra palabra que describa el verdadero sentir que existe en la danza más pura y sensible que pueda brotar de los corazones. Gozo ¿cuál es el fin principal del ser humano? Glorificar a Dios y gozar de él para siempre, citando la primera pregunta del Catecismo Menor de Westminster. Glorificar y gozar. Amor. Amar.

#Love se estrenó en el Teatro Regional de Rancagua, el 13 de abril, en el marco de la celebración del mes de la danza.

 

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