Por Miguel Borzutzky W.
En el 2019, Pauline Le Roy alcanzó niveles de reconocimiento nacional e internacional que ella no esperaba. Sin embargo, debido a su prolífica producción poética y pictórica no fue una sorpresa para nadie que recibiera el Premio Internacional de Literatura Joven “Lord Byron” 2019 en España por su poemario Marina, con el que realizó una gira literaria por España y Francia.

Ya lleva ocho libros de poesía a su haber y sigue trabajando en sus cuadros con su ya conocido estilo expresionista y conversó con Culturizarte.
En Marina te centraste en una poesía más autobiográfica. ¿Estás trabajando en algún nuevo libro actualmente y cuál sería su temática?
Tengo un libro entre manos para publicar, pero me daré el tiempo que requiera para darlo a luz, su temática es biográfica y así como mis otras creaciones poéticas diversas basadas en el ser y en los otros mundos, en la poesía que lleva a la otra poesía.
Del premio Internacional de Poesía de Literatura Joven “Lord Byron” 2019 que recibiste en España justamente por Marina y hasta la fecha el mundo ha cambiado bastante. Con el estallido social en Chile y luego la pandemia que nos tiene a todos encerrados o a medio andar. ¿Estos tiempos de “ocio” te han dado espacio para escribir más o dedicarte a la pintura con mayor fuerza?
Este extraño tiempo me ha servido para pintar y escribir y purgar los demonios internos, imagino que siempre estaban, pero no habían tenido la oportunidad de salir a la luz, parece una contradicción, pero así ha sido, se han aventurado hacia la luz y se han estado quemando o auto consumiendo junto con arrasar parte de mi alma, sin poder finalmente destruirme.
¿Qué poetas son los más han influido en tu literatura? Y asimismo ¿Qué pintores influyeron en tu estética?
En poesía los maestros han sido, entre muchos: César Vallejo, Gabriela Mistral, Konstantino Kavafis, Vicente Huidobro, Oscar Castro, Lautremont, Rilke, Emily Dickinson, Dylan Thomas, Ungaretti, Esenin. En pintura los maestros han sido, entre muchos: Vincent Van Gogh, Corot, Pizarro, Cezanne, Ensor, Nolde, Munch, Auerbach, Lucien Freud, De Kooning, León Kossof, Soutine, Caravaggio, Velázquez, Goya, Rembrandt, el francés Eugene Le Roy, entre tantos otros.
Desde el Sur
Tú viviste algunos años en Ancud, Chiloé. Cuéntanos sobre esa experiencia.
En Ancud, Chiloé, sur de Chile, isla en la que vivo desde que nací hasta los cinco años, convivo con el único libro que había en la pequeña casa de madera ubicada en una calle que subía desde la Costanera, una edición de la editorial Taschen que contenía la vida y obra de Vincent Van Gogh; en ese único libro lleno de colores me sumerjo hasta que volvemos a Santiago. En ese periodo de niñez de días y días de lluvia donde yo miraba las imágenes de otros mundos y sus colores, esa energía, sin comprenderla racionalmente, la información llegaba a mi alma directamente, sin intermediario. Recuerdo en especial aquel libro más los cruces del Canal de Chacao en los Ferris de madera, la lluvia y el mar, cierta soledad…
¿Por qué el expresionismo y el intenso colorido que en general dedicas a tus pinturas? ¿De dónde viene? ¿Has explorado otros estilos u otras técnicas?
El expresionismo está en mi ADN, no sé pintar de otra manera, es una expresión sensorial para transmitirme hacia un otro.
¿Cómo ha sido tu experiencia con el video arte y el audio poesía?
En video arte he creado cosas interesantes en cuanto a contenidos artísticos, algunos videos más sofisticados que otros, he creado lo que me ha parecido interesante o bello o extraño, he inventado lo que he imaginado. El audio-poesía una herramienta para entregar poemas y algunas entrevistas, un trabajo realizado con el experto en sonido Óscar Carabante, con quien creamos una productora PONTIFEX PRODUCCIONES, (puente entre cielo y tierra), y con la que hemos hecho videos y audios artísticos.
Puestos de trascendencia
Tú como embajadora de la cultura por los distintos cargos que ocupas o te ha tocado ocupar tanto en el PEN CLUB, SECH, APECH y tantos otros. ¿Por qué se valora tan poco la cultura y las artes en nuestro país? ¿Es un problema generacional? o a tu juicio ¿es porque siempre ha sido muy de elite?
En este país se valora poco el arte, pero cada vez más, los artistas no se rinden y la gente los busca, los llama, los desea, los artistas no se detienen, son inquebrantables, muchos no venden, pero su alma es su arte y ellos lo saben y siguen creando y entregando, vendan o no, se las arreglan, son plásticos, se reinventan, crean situaciones favorables, continúan. Por supuesto que hay gente que puede acceder a un buen arte chileno y no lo hacen, por ejemplo, puedes ir a una gran casa, hecha por un buen arquitecto, con varios lujosos autos en su estacionamiento, entrar en la casa encontrarte con importantes sofás, diversa decoración, muebles imponentes, sin embargo, si te detienes en las pinturas que decoran la casa y te das cuenta de que no son de calidad o no corresponden al supuesto nivel, pues para mí, la casa en cuestión se desvanece de inmediato, no existe. En cambio, en un lugar más sencillo te puedes encontrar con buenas obras, buena pintura, de calidad y aquel simple lugar se convierte en un espacio que entrega mundos, energías, presencias, mentes brillantes, alma. Igualmente, y sin duda, que también hay bellas y grandes casas con excelentes colecciones de arte, se ve de todo.
También están los típicos artistas “archi conocidos” y que son una copia repetida y fiel de sí mismos, unos egos que no aportan nada más que la distancia entre su ojo y la punta de sus narices y se hacen cierto halo de vacas sagradas que algunos veneran, pero fuera de Chile no los conoce nadie, al final pesan menos que un paquete de palomitas, pienso que están claramente identificados, primeramente y en el fondo, por sí mismos, luego por los verdaderos artistas que son los que los sostienen finalmente: ¿Qué sería de los mediocres si no fuese por los auténticos creadores?
Ancestros
¿Qué significan: Sylvia Montes Infante y Eugenio Le Roy en tu vida?
Sylvia Montes Infante, mi madre, educada en una familia difícil, entre colegio francés e internado de monjas, ralentizado por estadías en el campo familiar en donde aprendió a cabalgar a los cinco años y ya a los dieciséis manejaba una camioneta por el campo en el sur de Chile; ella quien tenía que convivir con una ama de llaves mientras su padre se encontraba en el campo del sur y su madre estaba internada en un convento de monjas para cuidarla. Mi madre, un ser indómito, de mente veloz y brillante, preocupada por el ser y el espíritu de las personas, alguien inquietante e inquisidor, violento, paradójico, una especie de chamana de prácticas duras, una maestra finalmente. Falleció hace más de diez años.
Eugenio Le Roy, mi padre, ausente en mi niñez y con una pseudo presencia en mi adultez, un tipo inclasificable por extraño, gran lector, culto, interesado en la historia, conocía cada rincón de Chile, recorrió muchos lugares a caballo buscando minas de cobre, oro o plata, por datos de baquianos, minas que nunca encontró. A mí me quería mucho, le gustaba que fuera artista, le gustaban las letras, era exigente, hacía que leyera a autores, me hablaba de la historia de Chile, me regalaba libros, era hijo de alguien que leía aún más que él, mi abuelo Gastón, que era muy culto, serio, educado, claro que los Le Roy muchos han sido tipos raros, descendientes de franceses no muy bien adaptados a este país, generando descendencias en ocasiones desafortunadas. Mi padre falleció hace cinco años.
¿Tu abuela Marina sigue siendo la persona que más te marcó en tu vida?
Mi abuela Marina Infante, madre de mi madre murió dos años antes de que yo naciera, en ese momento mi madre era huérfana de padre y madre por lo que se dedicó a contarme sus historias de niñez ya que yo era la mujer mayor, me habló de mi abuela desde siempre, tanto así que por tiempos siendo yo una niña pensaba que ese ser existía verdaderamente y rondaba por la casa y sentía miedo, otras veces pensaba que yo era mi abuela ya que mi segundo nombre era igual al de ella. En el tiempo eso fue pasando hasta quedarme con lo mejor de su personalidad, su ser de artista, ella pintaba, conservo dos pinturas de su autoría.
Aunque debo decir que el ser que más me marcó, por su fidelidad, amistad, juego, con quien podía conversar horas de horas en diferentes lenguajes, recorríamos los cerros en donde vivíamos, en la precordillera de Los Andes, El Arrayán, con quién me sentía realmente bien y mejor que cualquier ser humano, fue mi perro pastor alemán, de nombre Tomás.
¿Qué te sucede cuando ves el papel en blanco?
Ah, el papel en blanco. Uff como me gusta, me fascina, siempre tengo cuadernos en blanco por todos lados, en el velador, en la cartera, en el taller, donde vaya llevo mis cuadernos, vacíos, llenos, o a medio completar, un cuaderno en blanco es algo maravilloso para mí, escribo en cualquier momento o lugar, es como tener una antena conectada a una voz que habla y hay que escucharla de inmediato o se va, pero es amable y vuelve, siempre vuelve…