Crítica de teatro online “Réplica”: Bienvenidos al experimento

Por Carla Alonso

La experiencia de ver la obra de teatro Réplica ―del director chileno Francisco Krebs― en una plataforma de streaming como es Escenix, resulta, al menos, paradójico: es una obra de teatro sobre los límites de la inteligencia artificial (IA), la realidad virtual, la hiperconexión, el acceso a datos personales y el mal uso de todo esto, en tiempos donde nuestra comunicación con el mundo externo es principalmente mediante pantallas de distintos tamaños.

Parece un dato anecdótico, pero está lejos de serlo. El ejercicio de asistir virtualmente a este montaje es algo incómodo, también atrapante, como la realidad que viven los protagonistas de Réplica: un empresario del rubro tecnológico (Francisco Pérez-Bannen), una profesora de habilidades comunicativas (Patricia Rivadeneira), una terapeuta que desconfía de la tecnología (Ximena Carrera), un hacker (Felipe Zambrano) y una investigadora en neurociencia (Paola Volpato). Como si se tratara de un reality show, los integrantes de este grupo han sido convocados de forma personal, sin saber por quién y con qué fin, y esperan ansiosos en la sala de un data center que almacena información astronómica.

A simple vista son un puñado de desconocidos. Pero durante el transcurso del montaje se irá revelando qué los une ―la tecnología y el uso de esta, para bien o para mal― y en qué medida son responsables de estar ahí: un espacio anclado en el futuro, pero que parece sin tiempo, donde no hay puerta de entrada ni de salida. Cada tanto, los protagonistas, desesperados, hablan hacia arriba como si se dirigieran a algo onmipresente, a un Gran Hermano. Aparece la paranoia de ser vigilados como en un panóptico; fantasía similar a la vivimos los espectadores de la obra con las recomendaciones que nos hacen a diario Netflix, YouTube o Instagram.

En términos de su dramaturgia, Réplica es una sacudida de realidad como puede serlo un capítulo de la serie Black Mirror, que retrata ese futuro cercano, oscuro, aterrador, donde no existen respuestas y lo que sobran son las preguntas. Este futuro en el que no sabemos con certeza qué nos diferenciará de los robots, de la IA creada y entrenada por el hombre, que amenaza con volverse en su contra.

El texto de Isidora Stevenson (Hilda Peña) es un salto en el tiempo respecto a los temas que propone el mal uso de la IA, realidad virtual, juegos para adolescentes que inducen al suicidio; los cuestionamientos existenciales de sus protagonistas; y la discusión que se genera entre estos en escena, que es rápida, profunda y contingente a la vez. Un texto que, por su frescura, originalidad y vocación científica, logra atraer a un público no especializado en teatro, a jóvenes computines o investigadores en data science. De hecho, la primera recomendación que tuve sobre este montaje vino de un científico experto en IA. Y es que Réplica es un experimento al que están todos invitados.

Como sucede con el modelo Réplica de la obra, la idea, en el papel, es perfecta. Pero su implementación ―su puesta en escena― se “escapa de las manos» de los creadores, por llamarlo de algún modo. Si bien el diseño de luces y sonido transforman a la obra en un experimento a ratos cinematográfico ―como estar adentro de un capítulo de Black Mirror, o de una obra de Teatro Cinema―, y el protagonismo de estos elementos sorprenden al espectador, el hecho de que la acción transcurra sólo en la sala del data center es monótono y claustrofóbico. También agotador. Pienso en el enorme desafio que supone llevar temas sobre IA a un escenario y que su puesta en escena conmueva tanto como el diálgo de los protagonistas.

En este sentido, el peso del montaje recae en las actuaciones: algunas muy logradas, como la de Francisco Pérez-Bannen y Patricia Rivadeneira, y otras que rozan la caricatura, como la Felipe Zambrano. También en ese texto que nos “vuela la cabeza” y en el ritmo que marcan la iluminación y el sonido: no sólo separan actos y dan respiros, sino que logran atemorizar a quien está a este lado de la pantalla.

Decido detener la reproducción de Escenix y retomar Réplica al día siguiente, para saber a dónde nos conduce esto.

Bienvenidos al experimento.

*Esta crítica fue parte del Curso de Crítica Teatral impartido por la Escuela de Crítica de Valparaíso, que se realizó en mayo y junio de 2020. La Escuela continuará con cursos de Crítica Literaria y Crítica Cinematográfica durante este año.   

Réplica, de Isidora Stevenson

Dirección: Francisco Krebs

Elenco: Patricia Rivadeneira, Paola Volpato, Francisco Pérez-Bannen, Ximena Carrera y Felipe Zambrano.

Plataforma de streaming: Escenix

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *