En el preestreno realizado en la Universidad de Chile
Pablo Larraín sobre Neruda: “Quizás su relato más potente fue el propio”


La cinta narra el momento en que el poeta Pablo Neruda pasa a la clandestinidad, luego de que el presidente Gabriel González Videla promulgara la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, también llamada “Ley maldita”, que declaraba la ilegalidad del Partido Comunista.
“Es la primera vez que nos enfrentamos a una audiencia chilena después de que vean la película y eso nos genera mucha curiosidad. Más porque esta es la primera película que dirijo que no es una idea mía, sino de Juan de Dios”, expresó Pablo Larraín.
La idea empieza a tomar forma después de las muchas entrevistas que realizó Lorena Penjean, egresada de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, a personas cercanas al círculo de Neruda. Así, decidieron explorar distintos episodios de su vida: el Winnipeg, barco que consigue para traer a Chile a refugiados de la guerra civil española, y su época en la clandestinidad, post segunda guerra mundial, cuando el comunismo es perseguido, presionado por el entonces presidente de Estados Unidos, Harry Truman.
“Revisar el discurso que leyó Neruda cuando recibió el Nobel de Literatura fue muy esclarecedor. Ese discurso es como un relato de su vida, el poeta lo centra en este periodo, desde donde hace todos los análisis de este momento -su clandestinidad-. Es un periodo que concentra su vida: el Neruda político, el origen de un Neruda diplomático, es el momento cuando se extingue su relación con ‘Hormiguita’, cuando llega a Europa bajo otra dimensión de personaje, el Neruda que escribe su obra maciza y que le dio precisamente el Nobel, el Canto General; habían muchas capas que serían un desafío para dirigir la película y es allí cuando aparece la figura y punto de vista del policía”, explicó Juan de Dios Larraín, que junto a su hermano son fundadores de la productora Fabula.

El cineasta Carlos Flores, académico del la carrera de Cine y Televisión del ICEI destacó la evolución que ha tenido el trabajo de Pablo Larraín. “La calidad cinematográfica contiene una corrección permanente desdeTony Manero a Neruda. Lo que diferencia esta nueva película de Pablo emerge del punto de vista que utiliza, lo que está dado por el gran giro que tiene su estructura. Eso se da cuando entra el policía, personaje de Gael García Bernal, que narra y está presente en escena, evitando el peligro de la biografía que restringe al sujeto del cual se habla. Él le quita lo épico a la obra”.
Por otra parte, Flores destaca el montaje, “los diálogos entre los personajes son sumamente interesantes, el más definitivo en este recuro es el diálogo entre Neruda con el Presidente Jorge Alessandri, escena que generan una ambigüedad de espacio y tiempo porque se da en lugares distintos. Esa ambigüedad nos está subrayando que esto es una película”.