Por Galia Bogolasky
La serie danesa ha sido un éxito en más de 90 países del mundo. Fue creada hace una década, pero recién este año se estrenó en Netflix para que el mundo completo la pueda ver. A pesar de centrarse en tramas políticas del país europeo, la historia es universal, y nos impacta directamente, en el país que vivamos, en el contexto social en el cual estemos inmersos.
Borgen es una serie creada por Adam Price, que narra la historia de la Primera Ministra de Dinamarca, Birgitte Nyborg (Sidse Babett Knudsen), quien debe lidiar con los conflictos dentro del parlamento, con la prensa y con dramas familiares. Ser mujer no es un tema menor, y la serie abarca de manera perfecta ese rol en un cargo de poder en la actualidad. La trama se centra en la relación entre los medios y la política, la relación compleja entre el canal estatal y el poder político, lo que construye esa intriga que genera en el espectador.
Borgen es el término coloquial con el que se conoce al palacio de Christiansborg, sede de los tres poderes del estado y oficina del Primer Ministro. Los nombres de los medios de comunicación y los partidos políticos que aparecen en la serie son ficticios, pero equivalen a los reales.
La serie narra en distintas tramas, la encrucijada constante que deben enfrentar los personajes. El asesor de la Primera Ministra es Kasper Juul (Pilou Asbæk), un animal político, que siempre sabe lo que hay que hacer, cómo actuar, y cómo enfrentar a la prensa, mientras tiene un interés romántico, que es una de las principales reporteras del canal público danés. Esta trama cobra vital importancia ya que esa relación es clave para que tanto Kasper como Katrine, estén siempre informados, por lo que les viene bien tener ese tipo de acceso privilegiado.
Las actuaciones de las mujeres de la serie son excelentes; Sidse Babett Knudsen, quien interpreta a Birgitte Nyborg y Birgitte Hjort Sørensen se luce como la brillante periodista Katrine Fønsmark. Pilou Asbæk interpreta de manera brillante a Kasper, el asesor de la primera ministra con un personaje que tiene un pasado oscuro y ejerce su trabajo con mucha destreza.
La serie plantea temáticas profundas que tienen que ver con la fuerza de la política, de la lucha despiadada por el poder, de las maquinaciones y negociaciones que se generan en la interna de un gobierno, y los juegos y manipulaciones a los que los políticos se someten, para sacar adelante leyes o proyectos. La serie muestra el lado más crudo de la política, pero en un país que es uno de los 12 países más ricos del mundo, que tiene un sistema muy serio, y respetable. Por lo que también podemos ver distintas caras de este mundo intrigante y cautivante.
Uno de los grandes temas de los que habla la serie es sobre el poder que tiene la prensa y su influencia en un gobierno. Esta serie muestra cómo el noticiero del canal público informa sobre los hechos más importantes que ocurren dentro del parlamento danés y los conflictos que ocurren en la interna de un noticiero.
La vida privada de los personajes se fusiona con la vida pública. Es complejo separar estos mundos, tal como en la vida misma. Pero más aún en un trabajo tan expuesto como es la política y como es la prensa, que debe seguir la noticia a toda costa y la necesidad de tener la exclusiva y de ser los primeros en informar lo que es más importante que la vida personal. Por lo que finalmente las personas que trabajan en estos ambientes no les queda otra que relacionarse entre ellos mismos, lo que genera conflictos de interés y luchas por conseguir el objetivo, la mayoría de las veces, generando un drama de proporciones.
En un conversatorio organizado por la Facultad de Comunicaciones UC y la Embajada Real de Dinamarca tuvimos la oportunidad de conocer al creador de la serie, Adam Price, junto con la directora de la tercera temporada Charlotte Sieling, quienes hablaron sobre detalles detrás de la producción de la exitosa serie.
Charlotte Sieling explica el contexto de la historia de la serie en su país: “Venimos de un mundo pequeño, Dinamarca tiene cinco millones de habitantes, sentimos que tenemos un país donde nos han criado para comportarnos de manera decente” y agrega: “Cuando Adam escribió esta serie, estaba muy adelantado a los tiempos. Uno puede ver hacia dónde va el mundo y qué necesita el mundo. Estamos tratando de contar historias nuestras y tratar de comunicarlas”.
Sobre el trabajo con el equipo de la serie Charlotte explica: “Trabajar con Adam y los actores en un entorno muy abierto y libre fue parte del éxito. Adam confía plenamente en la gente con la que trabaja. Confía en los actores, cuando llega un director con ideas, uno debe tener una visión e ideas propias de cómo presentar el guion. Me permitía recibir su inspiración. Uno no tiene miedo como director. El tiene un poder tremendo para poder contar historias”.
Adam Price habla sobre el origen de la serie: “Borgen es un homenaje a la democracia. Es un relato sobre la pasión y la vida privada. Cuenta historias, habla sobre el choque entre la vida privada y la vida profesional, donde hay que hacer sacrificios, para lograr cosas y sacrificar otras”. Y agrega: “Cuando uno hace una serie como esta, larga, dramática, muchas veces, nos piden partir con una premisa, una frase, qué queremos transmitir con ella: ¿Podemos mantenernos en el poder y, sin embargo, ser honestos con uno mismo?”.
Price habla del fenómeno inesperado de la serie: “Cuando empezamos a trabajar en Borgen, hace 13 años, nos dijeron: “Este tipo de serie no se va a vender, no va a salir de Dinamarca, quizás algunos países vecinos, pero no esperen mucho más que eso, no crean que se pueda vender más allá de las fronteras y aquí estamos hoy en Chile hablando de la democracia y de la serie”.
Price explica por qué se interesó en narrar esta historia: “La razón por la cual me fascinó una historia sobre la política, fue porque nos dijeron que no éramos una generación política, era un cliché, nuestros padres llevaron a cabo la revolución del 68. En mi generación nosotros íbamos a ser consumidores, post revolución”.
El creador de la serie ahonda: “Había temas políticos importantes que me definieron como joven. Pensé que tenía que ser algo que podíamos incluir en una serie televisiva. Se convirtió en Borgen después de muchas conversaciones. Es un proyecto optimista, idealista”.
Sobre sus referencias, dice: “Cuando decidí hacer una serie política, vi referencias de otras series políticas, con frecuencia, la película Todos los hombres del presidente con Robert Redford y Dustin Hoffman, los que hicieron caer a Nixon, Watergate, historia clásica de políticos, corruptos que caen gracias a periodistas. Es una historia que hemos visto tantas veces. No todos los políticos sean los malvados, los corruptos. Fue la primera etapa de desarrollo”.
Sobre el personaje protagónico de la Primera Ministra explica: “Yo quería hacerla pasar por una serie de peligros y tentaciones que la alejaran del idealismo, empujarla hacia ese fuego. Hay que apalear al personaje lo mas posible”.
La serie se ha vuelto un ícono en cuanto a series políticas. Uno de los grandes referentes es House of Cards. Price cuenta que se juntó con el guionista de esta serie norteamericana , para hablar de las diferencias de las dos series, la vida política a través de un prisma distinto. Price explica cuáles son las principales diferencias entre ambas visiones de la política en sus series: “Yo lo tomo desde el idealismo, optimismo y House of Cards a través a través de la maldad y el cinismo. El mismo hecho que abordamos de dos ángulos distintos”.
Una de las cosas que caracterizan al gobierno de Dinamarca, es que es uno de los menos corruptos en el mundo, por lo que esta serie ahonda en las temáticas sobre los límites morales dentro de la política, y lo que los políticos están dispuestos a hacer por lograr sus objetivos. El creador de la serie explica: “En países nórdicos competimos mucho por tener el menor nivel de corrupción del planeta. La forma que hicimos Borgen fue un proyecto basado en la confianza. La confianza es un tema muy importante en la política, en el amor, y en distintos tipos de tareas. Es un tema fundamental. Si tenemos corrupción en la política, perdemos la fe, perdemos la creencia, la confianza de las instituciones”.
Sobre las espectaculares locaciones de la serie, desde el parlamento hasta la ciudad, Price cuenta: “La idea era darle una bocanada de aire, una sensación de vida real. Mostrar el entorno clásico y hermoso que existe en Copenhague, el centro del poder hace mil años. Restos del primer palacio real de Dinamarca, construido después de la era de los vikingos. Los sacamos en exteriores, todo es original, y parece tal cual el verdadero.”
Price explica la estructura narrativa de la serie: “Trato de ponerle trampas al argumento, para los actores y para los personajes. Hay una columna vertebral de los políticos. La primera columna es Birgitte, la segunda son los funcionarios, el sistema, Kasper, a pesar de que está en el límite, el sigue prestando sus servicios al mundo político, y trata de controlar a los medios. La tercera columna es Katrine, que es la prensa. Son tres elementos centrales de la democracia moderna, que tratan de controlar el uno al otro”.
La serie aborda grandes temas de manera impecable y los une en un entramado complejo, pero que funciona muy bien: la prensa, los políticos, el sistema, el amor, la frustración. Todo eso genera un producto entretenido e interesante, de manera terrorífica.
Título original: Borgen (TV Series)
Año 2010
Duración 58 minutos
País Dinamarca
Dirección Adam Price (Creador), Mikkel Nørgaard, Annette K. Olesen, Louise Friedberg, Rumle Hammerich, Søren Kragh-Jacobsen, Jannik Johansen, Jesper W. Nielsen
Guion Jeppe Gjervig Gram, Adam Price, Tobias Lindholm
Música Halfdan E
Fotografía Magnus Nordenhof Jønck, Eric Kress, Lars Vestergaard, Lasse Frank Johannessen, Rasmus Heise
Reparto Sidse Babett Knudsen, Birgitte Hjort Sørensen, Pilou Asbæk, Mikael Birkkjær, Freja Riemann, Emil Poulsen, Thomas Levin, Søren Malling, Christoph Bastrup
Productora DR Fiktion
Género Serie de TV. Drama | Política