Crítica de teatro “Formas de caminar con un libro en la mano”: el espectador como performance

 

Por Valentina Gilabert

¿Cuánto tiempo dedicamos a leer? ¿Existe alguna posición o momento perfecto para hacerlo? ¿Somos capaces de dedicar tiempo a la lectura e ignorar el celular si este suena? Formas de caminar con un libro en la mano, la performance con que Lola Arias se presenta en la actual edición del Festival Internacional Santiago a Mil, es una invitación a la pregunta, a pensarnos en torno al encuentro con un libro y disfrutar de la experiencia de lectura sea como sea que se viva. Un juego en el que solo debes tener ganas de participar.

No es una conjetura, es un hecho. Ya no se lee como antes. Si tiempo atrás el libro era una gran compañía para la espera de un trámite o consulta médica, en el viaje en micro o en el descanso de una tarde en medio de un parque, hoy ha sido reemplazado por los celulares. La gente no los trata de la misma manera. No se llevan a todas partes ni están en cada cartera o bolso de tela. Simplemente no se camina con un libro en la mano. ¿Cómo vivimos el encuentro con la lectura? Parece ser la interrogante que recorre este trabajo de la directora y escritora argentina Lola Arias. Una experiencia muy personal que invita a los lectores a encontrarse con los libros, repensar su relación y conectarse con ellos nuevamente, o por primera vez si es el caso. En esta performance, todo es posible.

Lola Arias trabaja desde la experiencia personal, ese es otro hecho. Conecta sus obras con las vivencias del espectador. En este caso, lo invita a hacerse parte de la obra, a darle vida con su experiencia de lectura, situándolo en una posición de sujeto activo. Cada persona tiene una relación particular con el elemento trabajado lo que permite a la obra una proximidad con el espectador, porque en la realidad es él quien le da sentido. Sin personas dispuestas a entrar en el juego, la obra no existe. Algo parecido ocurre con otros trabajos de la artista. Su teatro documental deja entrever esta práctica. En montajes como El año en que nací y Campo Minado, ambos presentados en Chile, Arias trabaja desde la experiencia personal sobre las tablas, con personas dispuestas a narrar su historia y de esa manera conecta la obra con el público. Es en ese lugar, desde las historias comunes contadas por sus protagonistas, donde el testimonio toma peso y forma. Ese mismo valor se repite en esta última performance de Lola Arias. No olvidemos que sin lectores, sin sujetos activos, no hay obra.

En Formas de caminar con un libro en la mano, todo comienza con una advertencia: para participar debes ser capaz de leer y comprender un texto. Más importante aun, llevar un libro con una dedicatoria escrita en él. A cambio, recibirás un libro de otra persona. En ese intercambio, comienza la acción. “Hola! Este es uno de los libros favoritos de mi vida”, dice la dedicatoria del libro que recibí. Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, un título que ya había leído antes, que está en mi biblioteca, pero que luego de leer esas palabras se transformó en un ejemplar completamente nuevo, en un libro que sentía en mis manos por primera vez. Imaginar a la persona que lo escribió fue parte del ejercicio. Sentarme, cerrar los ojos y pensar en ese lector o lectora que tenía férreas esperanzas de aquello que escribe Bradbury nunca fuera a ocurrir. Ese ejercicio de imaginación es parte de la experiencia de la lectura, al menos de la mía. Soy de aquellas que compra libros usados y mientras más usados mejor. Con dedicatoria, hojas rotas, boletas escondidas, una que otra palabra subrayada o comentada. Mientras más elementos ajenos contenga ese libro, más cercana me siento a su anterior dueño. Más fácil se me hace imaginar.

Sin darme cuenta, me puse a pensar en todo esto al comienzo de la performance. En los pocos minutos que me tomó ponerme al día con las instrucciones y comprender de qué iba todo esto asumí que, en realidad, sin mí no había obra. Que yo era la obra. Después de seguir el primer paso del manual, ya no había vuelta atrás. ¿Cómo es leer en movimiento? ¿Cuál es tu lugar favorito para leer? ¿Existe alguna pose perfecta para leer? ¿Alguna vez leíste para alguien? Las preguntas siguen y así las ideas, recuerdos, pensamientos se aglutinan en la cabeza. Recostarse en el piso y leer, acercarse a la ventana y leer, alzar la voz y leer. ¿Cómo leemos? Como nos guste, lo importante es leer. La lectura hace que esta obra cobre vida. Que se mueva y avance, que tenga sentido.

¿Hace cuánto no camino con un libro en la mano? Me pregunté de un momento a otro, y recordé.

Recordé que de adolescente me encantaba caminar leyendo, intentar conservar el equilibrio, no levantar la vista y aún así poder esquivar lo que se me cruzara. Entrar al universo del libro y desaparecer en él, incluso en movimiento. Algo en ese desafío me era muy atractivo. Lo es hasta el día de hoy, pero cada vez lo hago menos. Cada vez llevo menos libros en las manos. Será por la incomodidad de cargar con un libro del que no tengo seguridad vaya a leer. Quizás el hecho de pensar que no tiene tanto sentido introducirme en sus páginas por el poco tiempo que dure una caminata o un par de estaciones de metro. Y es que caminar con un libro en la mano es un arte que requiere práctica y amor por los libros. Implica que todos nuestros sentidos estén con él, que podamos concebir el peso de cada hoja y concentrarnos en cada palabra. Algunos lo tildarían de irresponsable, pero lo cierto es que hacerlo y lograrlo de buena manera es una victoria para el espíritu lector. Una manera de hacer al libro parte de cada minuto de tu día, incluso de las más largas o cortas caminatas.

Formas de caminar con un libro en la mano es una gran experiencia. No única porque es posible que muchos de los ejercicios que en ella se hacen estén en la rutina de cada lector. Sin embargo, es un espacio y momento del que vale la pena formar parte. Desde los más ávidos lectores hasta quienes sienten un desencanto con la lectura. En este espacio de encuentro nadie juzga. Eres solo tú con un libro en la mano, diciendo que sí a la invitación a jugar.

Ficha artística

Título: Formas de caminar con un libro en la mano

Concepto original: Lola Arias y Ulises Conti
Texto y dirección: Lola Arias
Producción e investigación: TBC
Diseño: José Délano.

Festival Stgo a Mil. Funciones en Biblioteca Municipal de Ñuñoa. 10.00 a 18.00 horas hasta el viernes 29 de enero. Entradas en www.santiagoamil.cl  

 

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