Demonios es una obra del dramaturgo sueco Lars Norén, dirigida por Marcos Guzmán. Narra la historia de una pareja que está en etapa de crisis y la noche previa al funeral de la madre de Frank (Nestor Cantillana) deciden invitar a una pareja de vecinos a disfrutar de una noche entretenida juntos.
El departamento de la pareja protagónica, Frank y Catalina (Francisca Márquez), es un espacio muy bien logrado, con una ambientación moderna, con una propuesta en decoración que describe muy bien a la pareja que vive ahí, con una silla de tubos fluorescentes (tipo Iván Navarro) y en vez de sillones, tiene una pila de ropa al centro, de la que los personajes van sacando prendas constantemente para ir poniéndose mientras viven distintas situaciones y emociones que con la ayuda del vestuario, refuerzan el sentido de la escena. Esta propuesta la encontré fascinante ya que mezclan el cambio de vestuario con la incorporación de la escenografía y la cotidianidad y fluidez de lo que está sucediendo en escena.
La pareja de vecinos está compuesta por Gina (María Ignacia Omega) y Tomás (Guilherme Sepúlveda) y ellos aparentan ser la pareja perfecta, con 2 hijos y se supone que están en la mejor etapa de su relación, hasta que al enfrentarse a esta otra pareja, en evidente estado destructivo, se miran y se dan cuenta que ellos están peor, que la maternidad y paternidad les han hecho mucho daño y que nada es como parece.
Esta noche de desenfreno, locura y catársis revela lo que muchas parejas en la actualidad viven, a pesar de su estado de excesos constantes, donde las parejas tratan de creer que todo está bien pero en el fondo, se odian y esperan con ansias el día que puedan separarse definitivamente.
La obra se desarrolla en casi 120 minutos y nunca decae, el ritmo e intensidad emocional son potentes y no dan tregua, y cada vez la bola de nieve crece más hasta la situación se empieza a poner más y más compleja, a tal punto que uno no sabe bien donde parte y termina el conflicto. Las parejas se empiezan a vincular con los distintos personajes, desde el odio, el amor, la admiración y el desprecio y las relaciones se empiezan a intercambiar hasta llegar a un punto que la crisis es tan intensa que es inabarcable.
La obra es agotadora emocionalmente ya que la intensidad y el nivel de drama no se detienen en ningún momento, y al ver lo cansados que se ven los personajes emocionalmente, uno, como espectador, queda aún peor. Pero siempre considerando el valor de las emociones y los sentimientos de una relación contemporánea como hilo conductor y factor imbatible.
Demonios
Teatro La Memoria
Miércoles a Sábado 21hrs
Hasta Enero 2016.