Por Ana Catalina Castillo
Asistimos el 27 de enero al estreno virtual de una nueva versión de La vida es sueño, obra cumbre del siglo de oro español, de Pedro Calderón de la Barca. Esta vez, su directora, la actriz e investigadora Macarena Baeza, docente de la Escuela de Teatro UC, nos presenta a la compañía Teatro La Calderona junto al compositor chileno Nano Stern, a quien se encomendó la tarea de musicalizar este montaje. El proyecto, iniciado hace un par de años y que contó con el respaldo de diversos estamentos de la PUC, instala una reflexión en torno a las nuevas formas de pensar la libertad.
Se sabe que las adaptaciones son como un juego en que algo se pierde y algo se gana y, sin duda, traer un clásico de vuelta es un gran desafío. La pregunta es cuán de cerca seguir al original. En términos de recepción no es raro que haya un público que siempre quiera ver la “misma obra” y otro que disfruta con las innovaciones. Esta versión puede satisfacer a unos y otros. Aunque hay innovación en el abordaje de la puesta en escena, que además cuenta con música en vivo e interesantes efectos audiovisuales, la palabra poética de Calderón de la Barca resurge en su potencia.
El drama barroco calderoniano sobre el sentido de la vida, la predestinación y el libre albedrío sigue vigente y vuelve a cobrar bríos en el escenario, dialogando con una realización que incorpora elementos contemporáneos en la escenografía y el vestuario, consiguiendo llevar al público al siglo XVII y sus cuestionamientos vitales, pero estableciendo un armónico vínculo con las problemáticas de nuestro tiempo. Es así como la cárcel del príncipe Segismundo puede actuar de espejo de otros encierros que nos pesan por estos días, tanto físicos como espirituales, sociales y morales.
No se puede negar que la directora arriesgó al buscar la complementación entre el texto de Calderón y las décimas chilenas, Canto a lo Poeta, que compuso Stern especialmente para esta obra. Y su colaboración no terminó allí, sino que el músico se plantó en el escenario oficiando de una suerte de corifeo, enriqueciendo la puesta en escena mediante una línea melódica que favorece el desarrollo dramático.
En el elenco, a los jóvenes actores y actrices –de desempeño no del todo equilibrado, al menos esta vez– se suma la participación de Héctor Noguera como el rey Basilio, padre del atribulado Segismundo, encarnado por un convincente Manuel Castro. Cabe destacar que Noguera está conectado con esta obra desde 1974, cuando figuraba como un joven Segismundo. Por lo mismo, la puesta en escena de Macarena Baeza trasunta cierta mística que fortalece al equipo.
Según supimos en el conversatorio realizado un día después del estreno, el anhelo de su directora es viajar con este montaje, mostrarlo en espacios no tradicionales, presentarlo en regiones y conectar a más espectadores con esta reescritura suya de una de las obras más importantes del teatro universal. Actualizada en las formas y con un tratamiento de personajes que difiere en algunos aspectos –no tan menores– de la concepción original, salvaguarda la palabra del dramaturgo español, mostrando un inmenso respeto por el verso de Calderón aunque volviéndolo más accesible a través del verso popular con que interviene Nano Stern.
El valor de esta propuesta, que ahora se podrá ver por unos pocos días de manera presencial, es su decisión por explorar con pasión y ojos nuevos un texto que mantendrá su misterio, que podrá interpretarse de diversas maneras por mucho tiempo más, sin dejarse revelar por completo, pero logrando interpelar no solo a los públicos sino también a quien quiera recrearlo, para recibirlo y valorarlo en su profunda dimensión humana y estética.
Título: La vida es sueño
Dramaturgia: Pedro Calderón de la Barca
Adaptación y dirección: Macarena Baeza
Compañía: Teatro La Calderona
Elenco: Manuel Castro, Carolina Munitiz, Germán Pinilla, Paula Lizama, Xavier Usabiaga y la participación especial de Héctor Noguera.
Composición musical: Nano Stern.
Músicos: Gina Allende, Florencia Bardavid, Cristián Carvacho.
Producción general: María Belén Contreras.
Funciones a las 20 horas miércoles 10, jueves 11 y viernes 12 de marzo, con aforo reducido al 30% de su capacidad, en el Centro de Extensión Campus Oriente.
Venta de entradas en www.atrapalo.cl
Valor 8.000 para público general y 5.000 para estudiantes.