Crítica de Teatro “La violación de una actriz”: El teatro dentro del teatro

Por Galia Bogolasky

La exitosa dupla Zúñiga y Casanga vuelven a lucirse en una obra potente, dramática y con una puesta en escena muy acorde a su estilo, que ha caracterizado su trabajo anteriormente con la compañía “La Niña Horrible” y ahora con esta obra llamada La Violación de una actriz que se está presentando en Matucana 100.

Carla Zúñiga escribe un texto potente, que bien parece un monólogo, o podría serlo, porque se centra la mayor parte del relato en un personaje; una actriz que va a protagonizar una obra y justo antes de la función, le revela a la productora, un drama que ocurrió hace años con el director de la obra, y decide no salir a escena, lo que produce el conflicto de la obra en escena, y la obra que se está montando dentro de la dramaturgia.

La obra es dirigida por el siempre sólido Javier Casanga, quien en el enorme escenario del Teatro Principal de Matucana 100 pone una pasarela larga en diagonal que llega hasta las butacas, donde se instala la actriz y de fondo su productora, mientras se preparan para hacer una obra online, lo que perturba a la actriz, ya que no le acomoda el teatro online.

Pensando que la obra se escribió durante el clímax de la pandemia, y en el momento peak de las obras por zoom, la obra plantea la dicotomía si el teatro online es o no teatro, pero al mismo tiempo presenta una puesta en escena que no aprovecha del todo el enorme teatro que tienen a disposición y usan una pequeña esquina, lo que genera algo bastante irónico pensando en que después de un año y medio de ver teatro online, finalmente tenemos la posibilidad de ver teatro presencial y la historia se centra en el conflicto que le genera a la actriz de una obra hacer una obra por la “computadora” como le dice ella.

Lo otro interesante, pensando en el contexto, es que la obra habla de “la peste” como si fuera la pandemia, por lo que la obra conecta constantemente el contexto de este momento que estamos viviendo, con lo que pasa en la dramaturgia; la obra dentro de la obra.

Pero lo más interesante que sucede es el increíble monólogo de la actriz que no quiere salir a escena porque recuerda repentinamente un episodio dramático de su vida y se niega a actuar, lo que genera un conflicto interno del personaje que es realmente potente. La actriz es interpretada de manera bellísima por Coca Miranda, quien resalta como una diva, casi como esas de los años 50’ con un vestuario y un carácter imponente, que la hacen tomarse el escenario, por lo que finalmente nos damos cuenta que ninguna escenografía habría sido suficiente para complementar el texto, que ya es suficientemente intenso y conmovedor.

La obra es poderosa, actual, significativa y genera conversación. La violación de una actriz es una obra que se hace cargo de una reflexión necesaria, que aborda la violencia sexual ejercida sobre la mujer a lo largo de la historia, el proceso de descubrimiento y revelación personal, y el momento en el que una mujer puede enfrentar su historia y hacerse cargo de sus miedos de una manera valiente y frontal, sin complejos y sin dudas. El teatro dentro del teatro puede sonar egocéntrico, pero finalmente es una excusa para contar una historia universal, dramática y muy real.

Ficha Artística:

Director: Javier Casanga

Dramaturga: Carla Zuñiga

Elenco: Coca Miranda, Carla Gaete

Diseño de Vestuario: Elizabeth Pérez

Diseño Integral: Sebastián Escalona

Diseño Iluminación: José Carrera

Músico: Alejandro Miranda

Producción y Difusión: Minga Producción Escénica

Asistente de Dirección: Simón Román

 

Desde el 25 de agosto al 5 de septiembre

Teatro Principal Matucana 100

De miércoles a domingo desde las 19.00 horas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *