Por Vanessa Vidal Durán
“Una pequeña reflexión en medio de la nueva temporada de Better Call Saul: Me gusta incluso más que Breaking Bad, porque la apuesta es más pequeña, pero la caída moral parece ser más profunda y conmovedora.” Guillermo del Toro
Better Call Saul (2015- actual) es una serie creada por Vince Gilligan y Peter Gould, emitida en Netflix, precuela de Breaking Bad (emitida por AMC desde 2008 a 2013, declarada por la crítica como una de las mejores series de todos los tiempos). Better Call Saul se centra en la vida de quien fuera el abogado de Walter White, Saul Goodman. BCS nos cuenta cómo James McGill (Bob Odenkirk) se convierte en Saul Goodman, mientras que BB narra la historia de Walter White (Bryan Cranston) camino a ser Heisenberg. Ambos poderosos personajes, con similitudes y un gran encuentro, pero en esencia profundamente distintos. A su vez, se genera una línea de tiempo posterior al final de Breaking Bad. A grandes rasgos, Better Call Saul es prometedora.
Variados son los puntos a tocar sobre esta serie, no solo debido a su gran complejidad y excelente factura, sino también porque es parte de un universo más amplio, y aun así brilla con luz propia. Apropiada para diversos gustos (mayores de 18 años pues su contenido incluye violencia y drogas), es a través del suspenso, comedia, acción, violencia, drama, que podemos ser espectadores de una gran historia y grandes personajes; además de deleitarnos por muchas virtudes, junto con analizar, divagar, descubrir, darle lecturas en distintos niveles, pues se nos brinda también la capacidad de pensar y ver más allá, debido a una ecuación que incluye lenguaje cinematográfico exquisito, más autenticidad y calidad que no se ve todos los días.
Bob Odenrkirk interpreta a James McGill, quien luego se convertirá en el singular y excéntrico abogado Saul Goodman; nombre elegido por él, pues su pronunciación es bastante similar en inglés a «It’s all good, man’’, «está todo bien, hombre’’, en español. Esto nos habla inmediatamente de la suspicacia del personaje, ya que al mismo tiempo es su slogan, además de su vocación de servicio (criminal). Saul, alter ego de nuestro querido Jimmy, o en quien se convierte avanzada la historia, es trabajado a un nivel profundo, pues conocemos a Jimmy en todos sus niveles; los más claros, los más oscuros y absolutamente todos sus matices. Descubrimos su intimidad, sus miedos, sus fracasos, sus dolores, sus sueños, a un nivel demasiado íntimo. Este antihéroe nos regala una infinidad de momentos y aprendemos a conocerlo. Sus características, dicotomías, forman parte de un desarrollo de personaje complejo, real, humano, único, alejado de superficialidades y clichés; sumado también a una increíble interpretación que no tuvo casting: Vince Gilligan, creador de Breaking Bad y Better Call Saul le ofreció el papel. El resto es historia. No quiero realizar una lista de características de James McGill ni otros personajes, pues me parece interesante y elemental el viaje del espectador en descubrir el lenguaje propio de cada uno de ellos. Sumo a esto, como una especie de discleimer, el hecho de que el blanco y el blanco y el negro no existe en este universo, las superficialidades en general siempre serán destapadas y elaboradas a niveles superiores.
Better Call Saul también cuenta con Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks) como uno de sus protagonistas, expolicía, que trabajaba junto a Gustavo Fring (Giancarlo Esposito) en Breaking Bad. Misma fórmula que con Jimmy, acompañamos a Mike en la totalidad de actividades, en la totalidad de su compañía y soledad, lo que nos permite conocerlo a un mayor nivel y generar un lazo importante. Uno de los personajes más carismáticos que nos regaló Breaking Bad se hace presente, y esta vez más entrañable aún; dándole vida a uno de los grandes personajes de este universo, sin duda alguna. La relación que tiene con Jimmy/Saul, el inicio de ésta, la evolución y el hecho de que se complementen de forma tan particular y excepcional genera un dinamismo elemental a la hora del desarrollo tanto de la historia como de sus individualidades. Siendo tan distintos entre sí, desde sus personalidades, la forma de solucionar sus problemas, estilos de vida, entre otras diferencias, permiten que la combinación de su necesaria y complementaria relación, sea muy atrayente, pues es a través de toda la singularidad que los rodea, que estos opuestos complementarios crean una gran dupla.
Por otro lado, apoyando la tesis de que Better Call Saul se sostiene por sí misma, tiene personajes que solo aparecen en esta serie, lo que nos produce una intriga total pues el desarrollo y calidad son tan propios, auténticos, elementales, poderosos (fuera de que estemos de acuerdo con ellos, nos simpaticen o en definitiva los odiemos) que la ausencia de su continuidad nos llama la atención, aunque claro, entendemos que es una precuela. Suma al relato y la relación de estos con la historia es enriquecedora; sin embargo, la curiosidad, el querer saber sobre ellos, en qué momento los caminos se separan es una intriga válida, latente.
Uno de los personajes destacados de la serie y que tiene que ver con mi punto anterior es Kimberly Wexler, interpretado por Rhea Seehorn. Kim, personaje necesario, atractivo; es una mujer con demasiadas cualidades, imprescindible en la Better Call Saul y en la vida de Jimmy. Sin ella nada sería lo mismo. Mi invitación es, fuera de justificar el porqué, es a que el espectador lo descubra por sí mismo. Por otro lado, conocemos a Charles «Chuck’’ McGill (Michael McKean), hermano mayor de James, poderoso personaje no solo por su interpretación, sino por su peculiar condición y relación de hermanos, dolorosamente real.
Los personajes son profundos, extremadamente humanos e intensos. Declaran una sacudida a lo que estamos acostumbrados ver, incluso de las buenas series. Las polaridades se pueden entremezclar con otras, los niveles morales pueden o no distinguirse de la bondad del corazón. Se crean alianzas, visiones, problemas. La vida y la muerte presente en sus múltiples interpretaciones. Hay constante alerta de peligro que acelera nuestro corazón a tal punto que se nos sale por la boca.
Quisiera focalizarme en los personajes y la historia. Me abstengo de realizar descripciones detalladas de personajes, netamente porque defiendo en la práctica lo que esta serie me ha permitido: conocer de forma completa y compleja, a su propio ritmo, incluso más a fondo que su predecesora. Fuera de lo comparativo, declaro esta intención enmarcándome en la diferenciación y en el ritmo propio de Better Call Saul. Hay un componente importante que tiene que ver con el destino, o la interpretación que pudiésemos tener en relación con aquellas fuerzas que nos llevan a lugares insospechados, que nos hacen abrir los ojos, entre tantas otras posibilidades.
Personajes («villanos’’) emblemáticos de Breaking Bad aparecen en Better Call Saul y nos encanta. Gustavo Fring, Tuco, Héctor Salamanca, entre otros. Hay respuestas a interrogantes que nos brinda esta precuela. Es emocionante como fan. Si te emocionas, es imposible no ser fan.
Hay distintos niveles de «defectos’’, «pecados’’, pero el peor de todos es la falta de inteligencia y astucia. Virtudes necesarias para sobrevivir en esta ficción, que nos hacen pensar que también son elementales en el mundo real. Personajes cotidianos, antihéroes humanizados, cobran fuerza y relevancia en un relato sin precedente. Los protagonistas a su vez mantienen relaciones con personajes secundarios y extras, que son muy valiosas, lo que nos brinda un abanico aún mayor de personalidades y ramificaciones de historias.
La muerte, la vida en sus distintas interpretaciones; los ciclos como constante, lazos tan reales que duelen, personajes fuera de estereotipos burdos y simplistas. Qué hay detrás de las caretas, distintas caretas, y así, ser tan parte de la historia como el protagonista mismo, sintiendo y conociéndolo tanto que ahondamos en su existencia, nos duele, nos alegra. Lo conocemos demasiado, tanto que a veces más que a sí mismo.
Manteniendo distintivos componentes, teniendo fuertes protagonistas y grandes aliados, como también grandes enemigos, las fuerzas principales (protagonistas) son muy opuestas. A partir de eso, se teje un sin fin de situaciones, predispuestos a las distintas energías y visiones de vida de los personajes. El trabajo de guion, tanto como de diálogos, personajes, es de alta calidad. Es realmente increíble cómo se crea algo único, con brillo propio, con una energía totalmente renovada, mezclada al mismo tiempo y en una forma bastante precisa con su predecesora.
La serie maneja dos tiempos, pre y post Breaking Bad. Esto último a través de flashback en blanco y negro protagonizado por James Mcgill. Brillante. Una nueva gran intriga. ¿Cómo será el final de la línea de tiempo del futuro? Capas de niveles, situaciones que no tenemos más que esperar. El tiempo de Better Call Saul es sabio. La calidad de la historia y los personajes en Breaking Bad han marcado un antes y un después en la historia de las series. Una de las diferencias que hay es el ritmo. Breaking Bad tiene un ritmo mucho más frenético, mientras que Better Call Saul es más interno. Diferencia netamente en porcentajes, no como algo carente una de otra.
La cinematografía y el resto de los elementos de esta espectacular serie nos sumergen en el mismo Universo Breaking Bad, pero a su propio estilo, marcando su autoría. La vida que toman los objetos, el decorado, las composiciones, los movimientos de cámara son sin duda alguna uno de sus legados. Y es que, con la banda sonora, edición de sonido, colores, texturas, locaciones, personajes, trama, entre otros componentes, estamos en oposición a la frase «las segundas partes nunca fueron buenas’’. De esta manera, podemos entrar en un divertido juego de comparaciones, argumentar por qué te parece mejor qué serie.
En cuanto a la música, sonido, envuelve, devora. Hay secuencias trabajadas como videoclips, a través de música e imágenes a un ritmo ad hoc, normalmente infartante. Y es que hay un ritmo latente, mucho más íntimo, pero no por eso negligente; por el contrario, se destacan los espacios íntimos de los protagonistas, otorgando así, mayor empatía, descripción. No es algo solamente trabajo de guion, sino también de dirección y casting pues, visualmente los personajes logran ser icónicos y característicos, encarnando así, posibles evoluciones y/o ciclos de estos, e historia en general. Todos los elementos trabajan en comunión haciéndonos sentir en nuestra propia piel el clima mismo.
La sexta y última temporada que está siendo filmada, no solo cierra Better Call Saul, sino también un universo completo. Ahí radica la importancia. Además de El Camino, película post Breaking Bad centrada en el personaje de Jesse Pinkman; BCS, cuyos protagonistas son Saul (y Mike) cierra lo que ocurre en distintas líneas temporales explicadas anteriormente. También, entre fans se genera la especulación que aparezca el personaje de Walter White. Existe una expectación como cualquier última temporada de una serie que no ha perdido su brillo, sino que cierra y posiblemente reunirá tiempos que, han sido merecedores los creadores de generar un gran final. Como espectadores nos queda esperar si nuestras propias teorías se cumplen, deleitarnos y volver al álgido ritmo que dejó la quinta temporada.
Por lo pronto, la filmación de la sexta temporada fue retrasada debido a que en rodaje, Bob Odenkirk, protagonista, sufriera un ACV, que fue comunicado bajo la cuenta personal de Bryan Cranston. Sin embargo, todo retomará su curso y podremos tener el final que merecemos y mucho Saul Goodman y Bob Odenkirk, para largo.
¿Qué ver primero? Según orden de lanzamiento Breaking Bad y luego Better Call Saul, las ventajas que tiene verlo así, es que al ver a personajes más jóvenes y en otros estados previos, es sorpresa mezclada con ir entendiendo cosas. Conocemos el destino de los protagonistas (aunque falta también el destino final de la línea temporal), pero no el recorrido. También, el enigma de nuevos personajes es inquietante. Es el orden que tuve y no lo cambio por nada. Ahora bien el ver Better Call Saul sin haber visto Breaking Bad no afecta en nada el entendimiento total de la serie, solo que adhiere, lo contrario, nuevas visiones. Es una serie que funciona completamente bien por sí misma. De esta forma, verla en tiempo de la diégesis, generará el ir conociendo tal y como los personajes, su propio destino.
Mi última reflexión de Better Call Saul es que vale la pena verla por infinitos motivos, pero lo mejor, es que no somos simples espectadores, sino que nosotros también realizamos un viaje sin retorno hacia una apreciación y placer audiovisual, aportando a nuestra concepción de la vida misma.
Título: Better Call Saul
Creado por: Vince Gilligan, Peter Gould
Reparto: Bob Odenkirk, Jonathan Banks, Rhea Seehorn, Patrick Fabian, Michael Mando, Michael McKean, Giancarlo Esposito, Tony Dalton
Temporadas: 5 actualmente
Año: 2015 – actual
Plataforma: Netflix