Por Galia Bogolasky
En Antofacine entrevistamos al joven actor, que protagoniza la película Mis hermanos sueñan despiertos de Claudia Huaquimilla, que estaba en competencia en largometraje Internacional en el Festival nortino.
La cinta fue reconocida en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara con el premio a la Mejor Película, Mejor Guion y Mejor Actor, y que narra la historia de un grupo de jóvenes que intenta fugarse de una cárcel juvenil.
Mis hermanos sueñan despiertos es una película inspirada en varios hechos reales, es el segundo filme de la cineasta detrás de la premiada Mala Junta.
Iván Cáceres interpreta a Ángel, quien, junto a su hermano menor Franco (César Herrera), llevan un año recluidos en una cárcel juvenil. Pese a las dificultades, han formado un sólido grupo de amigos con quienes pasan los días compartiendo sueños de libertad. Todo cambia cuando la llegada de un joven rebelde ofrece un posible escape: la única puerta para hacer esos sueños realidad.
El elenco lo completan Paulina García (Oso de plata por Gloria), Andrew Bargsted (Mala Junta), Julia Lübbert (Rara) y Sebastián Ayala (El reemplazante), entre otros.
¿Cómo fue para ti haber protagonizado Mis hermanos sueñan despiertos?
Era un sueño que tenía desde muy chico protagonizar algo. La manera en la que se presentó, para mí fue mágico. Estoy viviendo literalmente el sueño de mi vida, no pensé que fuese a ser así.
¿Cómo fue que llegaste a la película? ¿Fue un proceso de casting?
Sí, fue de un casting, que hizo la Claudia Huaquimilla con Pablo Greene. Pero a mí me avisó un amigo, y yo tampoco sabía para que era el casting, yo solo fui. Me dijeron que improvisara y me dijeron que me iban a avisar si sí o sí no en dos semanas. Ahí me llamaron por teléfono y me comentaron para que era, pero en ese momento igual quede como plop, porque no me lo esperaba. Pregunté para qué era, me dijeron que era para una película, pensé que era para YouTube o la universidad, y me dijeron que era para el cine. Ahí fue el primer golpe, después pregunté qué papel me tocaba, porque me podía tocar un secundario o cualquier otro personaje, y me dijeron que era el protagonista y quedé en blanco en ese momento, hice corto circuito en ese minuto.
¿Cómo fue el proceso de rodaje para ti, como trabajo artístico y experiencia actoral?
Aprendí harto, me tocó actuar con la Pali García, con el Seba Ayala, con el Andrew Bargsted, con la Luz Jiménez, les preguntaba cosas y absorbía y aprendí harto. Disfruté mucho el rodaje, lo viví al 100%, me despertaba con ganas de grabar, y a veces no podía dormir.
¿Cómo fue el trabajo con Claudia Huaiquimilla como directora?
Claudia Huaiquimilla es bacán, se preocupa caleta de su equipo en general. Sabe transmitir lo que quiere que uno actúe, sabe llevarte y siempre desde el cariño.
¿Cómo fue para ti interpretar este personaje? Siendo que tú contabas que tú venías de una zona vulnerable, que conocías a mucha gente también a tu alrededor que había vivido cosas super extremas, ¿Cómo fue para ti interpretar a un joven que termina en el Sename?
Para mí fue un honor sinceramente, tener la oportunidad de hacer un personaje así, y que se visibilizara la realidad que se vive dentro del Sename y que viven los niños que están en el Sename. Es la realidad de mucha gente que vive en barrios vulnerables. Fue un honor para mí poder hacer el papel de Ángel. Me alegra mucho que la gente que ha podido ver la película, lo sienta así, lo sienta real.
Mencionaste que tú también tienes un hermano chico, y que te sentías identificado tomando ese rol de hermano mayor.
El Tommy, mi hermano chico, sale en la película, sale en las fotos que veo de mis tatas, cuando estoy en la cama, no es César el que está en la foto. El Tommy me recordaba mucho al César, entonces yo visualizaba a mi hermano real en Franco. De ahí nacía el impulso de mi personaje, me sentía realmente como el hermano mayor, lo viví como tal, como si lo fuera.
¿Cómo viviste el drama que relata la película? pensando en estos jóvenes que están en esta situación tan compleja.
La primera vez que leí el guion, la sufrí harto, lo sentí y me llegó mucho.
¿Cómo te preparaste para la película? ¿Estudiaste el guion? ¿Investigaste por tu cuenta? o ¿Fue más improvisación? ¿Cómo fue ese proceso?
La verdad, yo creo que fue más improvisación, igual me avisaron un mes antes del rodaje, y recién ahí me pasaron el guion, y antes de la película lo leí una vez y ese fue todo mi estudio.
¿Te aprendías los textos?
Sí, tengo una facilidad para aprenderme los textos, después de leer el guion, era cosa de practicar un poco antes de la escena y me terminaba aprendiendo todos los diálogos. Por alguna razón, mi cabeza es capaz de guardar la información y aprendérmela. En la vida no es así.
Como tú estás estudiando cine, a diferencia de otros actores, puedes entender más el trabajo cinematográfico, el trabajo en el set, la cámara. ¿Cuál es tu aporte desde ese lado, conociendo el cine por dentro?
Creo que igual los actores con más trayectoria saben. Como era mi primera vez, me sirvió porque pude entender más fácil al director, si me dice: «voy a hacer un plano encerrado de tu cara», sé que no sé me va a ver el cuerpo, entonces puedo hacer cualquier otra cosa. También entiendo el tema de cuánto cuesta hacer una película, cuánto se necesita para hacer una película, hay muy poca plata.
Entonces entiendo todos los puestos de trabajo, porque me los pasan en la universidad, y trato de estar siempre positivo, porque sé que llevar un rodaje no es fácil. Es un trabajo de todos y si cualquier persona del equipo, de cualquiera de los puestos que hay, se cae, se cae todo el proyecto, no puede fallar nadie, es como una cadena, literalmente.
¿Cómo fue el trabajo con los otros actores? Hay actores con un poco más de trayectoria, que son actores profesionales, y otros que son actores naturales. ¿Cómo fue esa combinación entre el equipo?
Mi proceso, en cuanto al aprendizaje, fue harto, yo aprendí mucho. Fue bacán trabajar con actores profesionales y creo que aprendí mucho. Estuve con Luz Jiménez y pude conversar con ella y siento que gracias a ella aprendí a llorar. Yo nunca había llorado en cámara, en toda mi vida. Pero el día antes de tener que hacerlo, me tocó ver a Luz Jiménez. Había visto El tesoro de los caracoles, que es mi corto favorito. Entonces empezamos a hablar, la hice reír harto y en un momento más en confianza le pregunté si se echaba algo para llorar, porque su escena decía literalmente: «cae una lágrima por su mejilla izquierda» y cada vez que decía una acción le caía una lágrima por su mejilla izquierda y yo no podía creerle, y le dije: «disculpe, ¿se echa algo?», y me dijo: «yo no ocupo esa mierda, eso es para actores mediocres» Me dijo muchas cosas, entonces el día llegó esa escena, de partida estaba mi mamá en el set, y la Claudia me dice: «tienes que llorar» y automáticamente fue cómo Luz Jiménez diciendo: «actor mediocre», porque la Claudia me dijo: «Te vamos a echar llantina» y le dije a la Claudia que lo iba a intentar. Me dijo: «ya». Eso fue bacán, porque no cualquier director te da la oportunidad de probarlo. Si la escena no sale en el tiempo que tiene estipulado el asistente de dirección, no se graba más, así que me dejó, y fue la única escena que saqué a la primera. «Acción, cámara corre, audio correo, Iván cuando estés listo» y yo le dije: «no Claudia, si estoy listo» y la escena salió, y lloré como cabro chico.
Con la Pali García igual tuve una oportunidad de sentirme más seguro de mí, porque en la escuela de actuación de Roberto Matus lo que siempre me corregían era que no estaba inmerso en la escena, no estaba conectado y no miraba a los ojos, tenía poco contacto visual. En la película, todo lo que eran mis debilidades, se transformaron en un fuerte. Agradezco mucho a las personas que conocí, con las trabajé, porque aprendí mucho y fue como una gran familia. Yo creo que eso se ve reflejado en la película, porque todos lo sentíamos así. Fue un equipo bacán, muy humano, con un trato muy digno hacia todos.
En la película anterior de Claudia Huaiquimilla, Mala junta, también había un mix de actores profesionales con actores naturales ¿También pasó de que tú podías darles consejos u orientarlos? porque tienes más estudios.
La verdad es que no, yo siento que nunca le pregunté a nadie, pero yo siempre les preguntaba, entonces no sé si ellos hayan aprendido algo de otros actores. Ellos ya tienen su forma y metodología de trabajo, y no sé qué mucho más les puedo entregar.
¿Cuál fue el mayor desafío para ti durante el rodaje?
Aparte de que se grabó en pleno Estallido, hay una escena que me costó, pero es una estupidez. Era una escena en la que tenía que abrir los ojos y como uso lentes de contacto, estoy acostumbrado a abrir los ojos, pero se me levantan las cejas. Entonces Pablo me decía: «pero abre los ojos, levantes las cejas» y yo le decía: «pero si estoy abriendo los ojos», y no me salió la escena, no pude abrir los ojos, y a camino a la casa, cuando iba en el auto, iba pensando en que no me salió, y dije «abrir los ojos», y abrí los ojos, y fue como «oh, que soy imbécil», yo creo que esa fue la escena que más me costó y con la que me sentí más incómodo con mi desempeño.
¿Cómo ha sido para ti estar recorriendo festivales, representando a la película? En este caso, Antofacine te da la oportunidad de ir recorriendo y conociendo gente también de la industria, es una buena instancia para ir pensando en proyectos a futuro, ¿Cómo lo ves?
Los festivales los siento como un regalo, la verdad no esperaba que fueran así, es una experiencia nueva. Como estoy estudiando cine, trato de sacarle el jugo. Siento que no todos tienen la oportunidad que estoy teniendo yo, ya sea como actor o como cineasta, de tener la oportunidad de conocer a directores renombrados, que están haciendo sus trabajos y les está yendo bien, como al Hugo (Covarrubias, director de Bestia) por ejemplo, que le agarré un cariño muy grande, y poder preguntarle sobre su trabajo, no es una posibilidad que tenga cualquier alumno de cine, y de verdad lo agradezco mucho porque para mí es algo espacial.
¿Qué se viene para ti a futuro?
A futuro, tiene que mostrarse una serie de Netflix en la que trabajé. Estoy actualmente trabajando en un largo documental donde que se llama Otro sol, donde también soy el protagonista, que, si tiene que terminar de grabar en España el próximo año, en febrero.
A principio de año hice un cortometraje de ciencia ficción, es como de terror. Siento que no se hace mucho en Chile ese tipo de filme, y fue interesante, trabajar con pantalla verde o tener que ver monstruo que no existía, que después se iba a poner en post. Siento que igual es algo que no se ocupa mucho, tener que aprender en ese sentido a imaginar desde lo que no existe y desde lo que leí, lo encuentro un desafío. El director del cortometraje se llama Mauro Vásquez.
Cuéntame de la serie de Netflix 42 días en la oscuridad, ¿Qué personaje interpretas?
Soy el hijo de uno de los protagonistas. Soy como la contraparte negativa que tiene el personaje, que lo interpreta Pablo Macaya. Él es como el héroe, pero no muy buen padre y es ahí donde entra mi personaje. Mi personaje no afecta directamente en nada a los sucesos que están pasando en la serie, solo es la contraparte de este personaje.
La historia es sobre Viviana Haeger. También dirigida por Claudia Huaiquimilla, junto a Gaspar Antillo. ¿Cómo fue el proceso?
Los capítulos se dividían en dos grupos, en A y B, y la Claudia grababa ciertas escenas y Gaspar después grababa las otras, y cada uno se iba con un equipo, con cámaras, 12:24 y todo lo que conlleva. En verdad no sé en cuantos capítulos participé, debo admitir que estuve desconectado del proceso del rodaje, literalmente solo iba, actuaba lo que tenía que actuar y después me iba, porque estaba colapsado con los exámenes y trabajos de la universidad. Yo viajaba el miércoles, actuaba el jueves y me devolvía el viernes. Así fue tres veces en el Sur y después en Santiago me tocaron más escenas, pero no me aprendí los nombres de los personajes, de casi ninguno, porque de verdad estaba desconectado.
¿Cómo fue para ti trabajar con ese nivel de producción, en una serie para Netflix?¿Fue distinto a tu otro trabajo con Claudia Huaquimillaen este largometraje?
En temas de presupuestos, era estirado, había una motorhome que era con actores. Me pasó algo gracioso, estaba lloviendo fuerte, era la hora de almuerzo, y me dijeron ahí está la motorhome, anda para allá y abro la puerta, y estaba la Amparo Noguera, la Claudia di Girolamo, y Pablo Macaya en la cama, y yo les pregunté: «puedo estar acá, ¿cierto?» y Claudia se paró y me dijo: «sí, obvio», sacó la chaqueta que tenía y me quedé ahí.
Pero tienen buenas cámaras. Netflix tenía un lente que cuesta 120 millones. Tuve el privilegio de ver por el visor, y era otra cosa. Son producciones con mucho más presupuesto que una película que gana un CORFO.
¿A esa serie también llegaste por Claudia Huaiquimilla?
Sí, por la Claudia. Pasé por un casting, pero la Claudia la peleó por mí, insistió en que me quería ahí, hasta que lo consiguió. A la Claudia yo la quiero y respeto mucho, encuentro que es una brígida en el mundo del cine y espero que su carrera siga creciendo, porque va como avión.
¿Qué aprendiste de estas dos experiencias con ella?
¿Qué no aprendí con la Claudia? Si el día de mañana me toca dirigir algo, rescato el trato humano que tiene ella con la gente, creo que es algo importante. Si hay algo que puede sacar adelante un rodaje, es eso, es saber tratar con tu equipo de trabajo y nunca faltar el respeto por nada, aunque se presente el mayor problema en el día, la Claudia siempre trató con respeto a las otras personas. Espero ser igual que ella, en ese sentido.
¿Cómo ves tu futuro como cineasta? ¿Sientes que el cine de Claudia Huaiquimilla te inspira? ¿Quieres seguir sus pasos?
La verdad no sé qué tipo de cine voy a hacer. Si bien quiero contar historias, obviamente voy a querer, en algún momento, dirigir algo. Mi intención de entrar a estudiar cine fue hablar. Siento que el cine puede cambiar un poco las cosas como están de desiguales, meterse en la cabeza de una persona y decir: «amigo, date cuenta de esto, de lo que está pasando». A través del cine, uno puede hacer un click en la gente. Esa fue mi motivación para entrar a estudiar cine y no teatro, más allá de querer pulirme como actor. El cine en Chile se ocupa para sacar la voz. No es como en Estados Unidos que el cine se hace por entretención. Acá se hace cine se hace para poder sacar la voz, quejarse de cosas de las que uno no está de acuerdo, contra el sistema. Yo siento que, por la misma razón, las cosas son como son en Chile, con el tema del apoyo hacia las artes. Siento que les tienen miedo a las artes, el Estado le tiene miedo al arte en cualquier sentido, porque puede llegar a dejar la embarrada. El ejemplo más claro, es el de Víctor Jara. Uno no necesita un arma en la mano para hacer un cambio, uno puede hacer un cambio en base a lo que sabe, a lo que ama, y llegar a la gente. Creo que es fue mi real motivación; querer cambiar un poco las cosas, porque sinceramente no me siento cómodo en el sistema en el que vivo. Durante años de mi vida esa fue una depresión que me tenía en un hoyo bastante profundo, del cual no sé si salía, en verdad.
¿El cine te ha permitido expresarte emocionalmente?
Sí, creo que he visto cosas fuertes. En los lugares en los que he trabajado, he trabajado en la construcción, de reponedor, de empaque. Me ha tocado ver cosas fuertes.
¿Qué fue lo que más te ha marcado?
Me acuerdo de que una vez estaba trabajando de reponedor y llegó un viejito, andaba con una caja porque le costaba caminar y no tenía mucha plata para comprarse las cosas que fue a comprar. Me acuerdo que me robé algo y se lo eché a la mochila, lo acompañé por todo el supermercado, y yo le fui a comprar las cosas. Le dije que me esperara. Me contaba que estaba solo, porque su hijo falleció y su esposa se fue a Argentina, y estaba ahí, con una pensión de quién sabe cuento. Es duro ver ese tipo de cosas, es duro ver que hay gente que gente muriéndose de frío en las calles y uno pasa indiferente al lado de ellos. Para mí no es fácil.
¿Qué le podrías decir a la gente que no ha visto Mis hermanos sueñan despiertos, para invitarlos a ver la película?
Tienen que verla porque es algo que el Estado no quiere que se vea, y porque les va a cambiar un poco la percepción que tienen frente a los niños que están dentro del Sename. Ese prejuicio que existe y que relaciona al Sename con las drogas y la delincuencia. Yo creo que por eso tienen que verla.
FICHA TÉCNICA
Título: » Mis hermanos sueñan despiertos”
Dirección: Claudia Huaiquimilla
Producción: Pablo Greene Flaten y Mariana Tejos Martignoni.
Guion: Claudia Huaiquimilla y Pablo Greene.
Fotografía: Mauro Veloso.
Dirección de arte: Karla Molina.
Sonido: Carlo Sánchez & Miguel Hormazábal.
Música: Miranda y Tobar
Edición: Andrea Chignoli, María José Salazar.
Elenco: Iván Cáceres, César Herrera, Paulina García, Andrew Bargsted, Julia Lübbert, Sebastián Ayala, René Miranda, Luz Jiménez, Ariel Mateluna, Belén Herrera, Claudio Arredondo, Germán Díaz, Otilio Castro, Joaquín Huenufil y Mario Ocampo.
Casas productoras: Lanza Verde, Inefable
Distribuye: Market Chile