Entrevista a Cristián Orellana Terrsy: «El proyecto no empieza ni termina cuando yo lo visito sino que empieza cuando yo te lo cuento, entonces deja de tener esta frontera»

Entrevista al Artista y Arquitecto chileno
Cristián Orellana Terrsy: «El proyecto no empieza ni termina cuando yo lo visito sino que empieza cuando yo te lo cuento, entonces deja de tener esta frontera»


Entrevistamos al arquitecto y artista chileno, quien recorre el mundo construyendo el Proyecto Islas.  Todo comenzó el año 2007 cuando Cristián le propuso al artista Suizo Not Vital comprar una isla en Chile para construir una casa para ver el atardecer. El decidió transformar la isla en casa y así comenzó este proyecto, que une la arquitectura, con el arte y la comunidad.

¿Como nació Proyecto Islas?
Todo partió cuando el segundo día que empecé a trabajar con el artista Not Vital, me llamó para hacer un proyecto para hacer una casa en su parque en Suiza. 
¿Como supo de ti?
Yo estudié en la Academia, en la Accademia di Architettura di Mendrisio, de la Universitá Della Svizzera Italiana, USI,  que queda en la parte suiza italiana. Me dieron una beca, entré a estudiar la carrera, y salí ese año con la mejor nota, por eso me agarró porque yo tenía un amigo japonés que se había titulado dos años antes, que estaba trabajando con él. Nosotros dos hacemos todos los proyectos para él. Cuando me conoció me dijo que tenía un sueño que quería tener una casa para mirar la puesta de sol en cada continente. El tenía una casa para mirar la puesta de sol en Níger, África. Cuando lo conocí se fue a dar la vuelta al mundo, al cuarto día vi un anuncio en el diario, que se podía comprar una isla en Chile. Le dije que había que comprar un pedazo de tierra y poner una reja alrededor, y comprar una isla y decir esta es mi tierra, sobre todo estos lugares que tienen un parque. De ahí le propuse comprar una isla, busqué una isla, la encontré y por eso me volví a Chile. Al principio era en el Lago Ranco. De ahí mi mamá nos ayudó y terminamos en el lago General Carrera, apareció esta isla, y ahí empezó todo. Empecé a trabajar con él en marzo, y en noviembre del 2007, el me vino a buscar. 
¿El compró la isla?
Yo la busqué, la propuse, busqué, la encontré y él la compró. De ahí hice el proyecto y lo construí también.
¿El venía a Chile?
Es que en esa época la comunicación como que no existía, era un proyecto que estaba haciendo yo. Yo le hice el proyecto a él, su casa. El es artista, y también está explorando en proyectos de arte y arquitectura. El venía una vez al año como 4 días. Me di cuenta que este proyecto está hecho en el segundo lago mas grande de Sudamérica,  y dije por qué no hacerlo en el lago más grande de Sudamérica. Como consecuencia me di cuenta que el lago Titicaca, es el lago mas alto y grande del mundo, entonces yo lo asumí como el espejo mas extenso y cercano a las estrellas. De ahí que nació este proyecto, uno para rellenar el vacío que dejó el otro.
¿Cuando terminaste el otro?


El 2014. Esto se verbalizó en octubre del 2014. En febrero del 2015 fui a conocer el lago Titicaca.  Dije; me gustaría hacer el proyecto en el lago más alto del mundo. De ahí cuando vi el lugar, lo conocí y me di cuenta que estaban estos lugares, de esta isla flotante, los Uros y de ahí hice un viaje a ver que eran estas cosas, y me sirvió para darme cuenta que era lo que yo no quería, no me interesa. De ahí terminé trabajando con una comunidad que son estas personas, de la familia Esteban, que han hecho todas estas grandes embarcaciones que es el Matarangui, el Tiqui.  Ellos hicieron todas estas embarcaciones para hacer estas travesías para llegar de Chile a Australia, a Nueva Zelandia.  En realidad es un espacio para ir a mirar las nubes y las estrellas y es un espacio que se relaciona con el contexto a través del reflejo, yo miro en el reflejo del agua, para mirar el cielo, asumiendo que este es el espejo más grande del mundo.  Este proyecto también nutre al otro proyecto que al final también tiene que ver con eso, en la isla NotOna, que está en Patagonia. Es una isla que es de mármol y es eterna, ahí la idea era transformar la isla en casa, hacer la casa arriba de la isla. El espacio está excavado, la única parte tangible de la casa es una ventana en el acantilado. Ahí es donde se materializa el sueño al final, ahí es donde se ve la puesta de sol. Yo no puedo dibujar la casa sin dibujar la isla, por eso yo digo que es transformar la isla en casa y no la casa en isla. Esa es la versión eterna de este deseo y me parece interesante esta versión efímera en el lago más alto del mundo, que es este espacio para ver las nubes, las estrellas, que tiene que ver con esta relación con un contexto desde un interior, pero esta es la versión efímera que se nutren la una de la otra, que es como el punto de partida del proyecto islas.  Después tengo la intención de tener una isla en el salar de Uyuni, que es el salar más alto del mundo. Descubrí en el Amazonas, una que se llama Los Mojos, que es un Lowland, es como  tierra baja, que está interesante. La idea es poder seguir subiendo y haciendo intervenciones en islas, construyendo o haciendo, hacer intervenciones, transformando.

Eso tiene que ver también con lo que me interesa de la isla en sí. Al final tiene que ver con cómo uno genera un mito, y ese mito también se genera en lo remoto que están estos lugares, en lo aislados que están y el hecho de ser isla. Lo que me interesa un montón es esa contradicción de la isla como palabra, lo que significa que tiene los limites físicos súper definidos, como cosa finita y lo que pasa cuando esta cosas con los limites físicos súper definidos se transforman en un mito, como esos límites físicos desaparecen, y el proyecto no empieza ni termina cuando yo lo visito sino que empieza cuando yo te lo cuento, entonces deja de tener esta frontera. Yo creo que como tema isla es lo que me interesa, como se van generando estos mitos. Ese mito es mucho más grande que la cosa física. 
¿Que tanto tiene de arquitectura y que tanto tiene de arte este proyecto? ¿Cómo conjugas ambas cosas?
Yo creo que son ambas, yo creo que la arquitectura tiene que ver con cómo uno crea espacios.  El rol del arquitecto es crear espacios. Quizás se podría asumir que en el momento que prescinde de las necesidades básicas del hombre, que tiene que satisfacer esas necesidades, ir al baño, dormir, hablar de otras cosas, entrega una sensación. Son casi como juguetes para niños grandes o para niños chicos también en el cual uno desea tener un objeto y sacarle brillo y siempre estar a la moda, o comprarse un objeto que te regale una sensación que no tienes que sacarle brillo, que tiene que ver con los objetos, que te hacen sentir cosas.
¿La parte estética juega un rol importante?
La parte estética es una consecuencia y tiene que ver con la arquitectura, siempre se habla de hacer arquitectura un objeto no referencial. Yo creo que eso para mi es la clave, de cómo despertar la sensibilidad de las personas, las dobles lecturas, que tengo que leer dos veces para entender. Yo creo que hasta el momento funciono así, como objetos no referenciales. No lo puedo comparar con otra cosa. Eso también creo que viene como consecuencia del lugar, sin tratar de poner algo.
¿Tu te defines como arquitecto, más que como artista?
Mi tarjeta no dice nada. Soy yo. Pero hago clases en la universidad de taller, me educaron como arquitecto, pero yo creo que la arquitectura me dio las herramientas para poder hacer el proyecto, valga la redundancia, esa es la diferencia con el artista. La arquitectura te da esa herramienta, que tiene que ver con las dimensiones, pero que no tiene estos límites. Por eso yo no siento esos límites, quizás por eso termino haciendo estas cosas tan grandes porque me interesa el espacio. Si no tiene que ser prueba y error, prueba y error. Son cosas que he hablado con otros amigos artistas. Eso es algo que da la arquitectura, ese proceso creativo que se puede organizar, uno sabe la resistencia de los materiales, lo que funciona, lo que no funciona. Eso es una gran ayuda para concretar las ideas. 
¿Tu alcanzaste a estudiar arquitectura acá o te fuiste directo a Suiza?
Yo soy de Iquique.  Cuarto medio lo hice en Estados Unidos y después volví. Lo único que quería era irme de Iquique. Mi papá era dentista, yo no sabía que hacer, y mi mamá me dijo; imposible, ¿cómo? Justo abrió arquitectura en Iquique, y me dijo; estudia acá y si lo haces bien, te transfieres y te vas. A las dos semanas quedé enamorado de esto, y llegó esta universidad suiza, donde estaban los súper arquitectos y como estaban empezando y necesitaban ejemplos en el mundo, tienen este sistema que son 6 becados al año; 2 de Argentina, 2 de Tucumán, 2 de Bucarest y giran por el mundo. Ese año vinieron a Chile pero no querían universidades grandes. Llegaron y dijeron tú, me iba bien pero, el primer año no me dejaron, después volvieron y segundo año me llevaron, porque el director de acá no quiso.
 
¿Cual es tu influencia? ¿Qué te inspira para hacer lo que haces? ¿Que te hace hacer estas proyectos con la naturaleza, intervenir los espacios, trabajar con las comunidades?
Tiene que ver con lo que práctico, tiene que ver en cómo materializar el deseo, y esos deseos creo que a través de la experiencia mía haciendo estos deseos como que tienen un volumen y me interesa lo que tienen las islas, que no tienen fronteras. No tienen una dimensión, tienen otras dimensiones, que tiene que ver con el territorio, a veces parecen Land Art, pero no tiene que ver con Land Art. Yo creo que tiene que ver con cómo materializar un sueño o un deseo.
¿Algún artista que sea tu referente? ¿Has visto algo parecido, que alguien haga algo así?
Yo creo que eso es lo que más me interesa, esa no referencia. Tiene que ver con cómo me paro como arquitecto. A mi lo que me ayudó con toda esta relación que he tenido con el arte hace 10 años ya, desde ese punto de vista de la arquitectura pero terminé trabajando con un artista y eso me ayudó y me liberó un montón. De verdad me sacó un montón de prejuicios. Yo lo veo como una consecuencia de todo, una consecuencia de el hecho de estar allá, acá, de los contrastes de venir del desierto, de Suiza a Patagonia.
¿También influye venir de una ciudad alejada como Iquique?
Si, son consecuencias de mi historia como persona. Eso si no le tengo miedo al porte. 
El desafío sigue siendo cómo replicarlo en más lugares. ¿Que es lo que te gustaría que pasara?
¿Que me gustaría? Hacer proyectos, intervenir, hacer islas por el mundo, eso quiero hacer, a eso me estoy dedicando.
¿Eso es lo que se viene? ¿No haces proyectos de otro tipo entremedio?
Eso me interesa, quiero intervenir islas, el Salar de Uyuni, que ahora perdí un poco de interés porque encontré este lugar en el Amazonas, y si está todo bien, estamos viendo, y encontrar la fórmula.  Al final en lo que me he transformado como persona,  hago clases de taller, y todo tiene que ver con eso, como yo hablo de otras cosas que no conozco, puedo hablar de lo que conozco no más. 

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