Crítica de cine “Mal vecino”: Bienvenido a la ruta de la caca de Coexa

Por Javiera Hojman

La película Mal vecino, dirigido por Ricardo Jara Herrera, es un documental duro y que ayuda a entender la realidad de muchos sectores de nuestro país. Lamentablemente, falta muchísima conciencia sobre los problemas de los sectores rurales, las “zonas de sacrificio”, y el impacto ambiental de algunas industrias. Esto especialmente cuando tenemos en cuenta lo centralizadas que están las preocupaciones del país, donde los sectores distintos a Santiago quedan relegados. Yo no sabía, y después de ver este documental estoy profundamente preocupada.

Mal vecino habla de la situación de una asociación de vecinos en Maule que trata de enfrentarse a la instalación de un criadero de cerdos -una “chanchería”- en el sector en que viven, en San Javier. La comunidad cuenta cómo se enteraron de la construcción de esta planta ocho años después de su aprobación y cuando casi no quedaban recursos a los que recurrir para pedir ayuda. Hablan de cómo se les prometió que el entorno se iba a mantener igual, y del gigante impacto ambiental que tiene hasta la actualidad la existencia de esta planta en la zona, así como el potente impacto en la calidad de vida de sus habitantes. El 2008 se aprobó el proyecto, el 2015 empezó la construcción, y solo en ese momento los vecinos descubrieron lo que venía para sus vidas.

“La ruta de la caca de Coexa”, “No a la ciudad de los cerdos”, “No seremos zona de sacrificio”, “o es la chanchera o somos nosotros”, son solo algunas de las frases que aparecen en los carteles de protesta y graffitis. Rompe el corazón ver las caras de los vecinos que, reunidos, ven en la tele las declaraciones del director corporativo de Coexa contando todos los cambios que van a hacer. Es evidente que pueden adivinar lo que viene en sus vidas, el cambio brusco que tiene lugar cuando sus entornos tranquilos empiezan a tener olores fuertes que no los dejan comer, las napas se tapan con desechos químicos, el ambiente se llena de moscas y el agua empieza a escasear. Duele mucho ver cómo los vecinos pelean con todas sus fuerzas contra un movimiento que es mucho más potente que ellos, y que no tienen cómo detener. Me hizo sonreír el grito de protesta “no a los chanchos que apoyan las chancheras”.

Además de mostrar las emociones individuales de cada uno de los vecinos, el documental hace un excelente trabajo en sus tomas aéreas que muestran lo hermoso del paisaje, el río Purapel, los espacios verdes, en contraste con las imágenes de la planta de cerca de mil hectáreas, los lugares ya sin vegetación y las cuencas de agua sucias y casi vacías. Hay muchísimo trabajo de recopilación de notas de prensa e información técnica que, cada cierto rato, hacen que el documental se ponga un poco tedioso, y que pretenden ayudar a entender exactamente de qué se tratan los aspectos legales y cómo ha avanzado la lucha a lo largo de los años.

Situaciones como esta, lamentablemente, no son inusuales. Si bien, esta historia no es conocida, probablemente todos hemos escuchado hablar de la planta de Freirina y de las zonas de sacrificio, lugares en que se han instalado industrias tal como San Javier. No podemos seguir ignorando el daño al medio ambiente, y tampoco podemos seguir siendo ignorantes con respecto a la situación que viven muchos de nuestros compatriotas por culpa de que se priorice la economía antes que las vidas. Estamos en una situación crítica en que no podemos darnos el lujo de descuidar el medioambiente, y después de ver Mal vecino comparto la frase de protesta de “No a las zonas de sacrificio”.

Ficha técnica

Título original: Mal vecino

País: Chile

Director: Ricardo Jara Herrera

Duración: 95 min

Plataforma: Miradoc

Distribuidora: Cabrochico

Productora: producción autogestionada

 

 

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