FESTIVAL SERET Crítica de cine “Sublet”: La magia del descubrimiento mutuo

Por Paula Frederick

De vez en cuando, uno se topa con joyitas perdidas. De esas películas que llegan a nuestra vida sin ningún tipo de expectativas, sin aviso y con total naturalidad, como un encuentro fortuito que se transforma en algo esencial. Este año, el Festival de cine chileno – israelí Seret trae varias, entre ellas Sublet, la nueva entrega del director israelí Eytan Fox, quien apareció en el mapa en 2002 al tratar el tema de la homosexualidad en la milicia con Yossi & Jagge. Esta vez, Fox renueva ese espíritu, pero desde otro punto de vista, con un romance improbable entre dos seres opuestos, cocinada a fuego lento, sin clichés, morbosidades ni demostraciones epopéyicas de amor. Una historia de despertar intra generacional que tiene como centro gravitante a Michael, periodista del New York Times que viaja a Tel Aviv para descubrir la ciudad en 5 días. En esa instancia se encuentra con Tomer, un joven israelí aspirante a cineasta que le subarrienda el departamento y con quien comienza a desarrollar un vínculo inesperado.

El hermetismo y parsimonia de Michael se contrapone a la juventud y efervescencia de Tomer, quien no tiene tapujos en preguntar, incomodar y escarbar en el silencio de su nuevo amigo. Así, se ofrece como guía personal, para mostrarle al norteamericano la ciudad que él vive día a día. Esa que un turista no conocerá jamás, esa esencia orgánica que define Tel Aviv y que solo es perceptible por quienes la experimentan. Mientras pasan las horas en silencio en una esquina, visitando mercados o probando la comida típica del lugar, el background de cada se abre paso: Michael tiene marido, una relación estable y monótona, lleva años escribiendo una columna llamada El viajante intrépido (aunque él sea lo opuesto a esta definición) y carga con una tragedia personal que le ha quitado poco a poco la emoción y las palabras. Por su parte, Tomer dice todo lo que piensa, cree y practica el amor libre, la búsqueda sexual en todas sus formas, y mira con recelo el compromiso o el amor incondicional.

La película de Eytan Fox no pretende contar una historia epopéyica de un amor imposible, o relatar el encuentro de dos mundos que se atraen y descubren la forma retroalimentarse y convivir en armonía. Por el contrario, reniega de cualquier fórmula o género, tipo de moraleja o conclusión moralista, para dar paso al retrato de una relación humana como cualquier otra, que fluye a su propio ritmo, se enfrenta a contradicciones y está libre de etiquetas. Su estilo narrativo y visual se acerca más al documental, con ausencia de filtros, efecto o música incidental deliberada, como si se tratara de un registro ajeno, que no quiere intervenir ni hacer ningún juicio de valor. Solo poner al espectador en una situación determinada y fortuita, invitando a sumergirse de lleno en una cotidianeidad ajena, en el descubrimiento mutuo de dos personas que se encuentran y muestran lo que son sin ninguna expectativa u objetivo.

Así como las historias de Michael y Tomer se dejan entrever de manera paulatina, a través de algún gesto, diálogo fugaz o recuerdo compartido, paralelamente la ciudad de Tel Aviv se revela como telón de fondo pero también como un personaje. De a poco muestra todos sus colores, volviéndose cada vez más nítida y efervescente, dando a conocer todas sus caras: la playa con palmeras, edificios imponentes y glamour; los barrios caóticos, el comercio que no descansa, la gastronomía callejera en ebullición; los Kibutz, las comunidades agrícolas y rurales, la parte “profunda” que rescata las tradiciones y no las deja morir. Una ciudad “llena de contradicciones, caótica e intensa, pero que al mismo tiempo es absolutamente amistosa y relajada”, como la define Michael en su artículo del New York Times.

Hay muchas maneras de filmar una misma historia. También diversas formas de sanar los dolores, de enfrentarse a otro, de abordar una experiencia que tienes miles de caminos distintos. La propuesta de Eytan Fox no se trata tanto de la historia, sino de cómo elige contarla. De las decisiones que toma narrativa y visivamente. De los planos y encuadres, lo que queda adentro y lo que se deja afuera, el tiempo en que se detiene a retratar una expresión, una reacción, un silencio incómodo o una lluvia de palabras. Todas esas elecciones combinadas y llevadas adelante con cariño y sutileza, sumando a las grandes actuaciones de sus dos protagonistas, hacen de Sublet una película honesta. De esas joyitas sin grandes aspavientos, héroes o aventuras improbables, pero con una luz propia que lejos de encandilar, te regala claridad.

Título: Sublet

Dirección: Eytan Fox

Guion: Eytan Fox, Itay Segal

Música: Tom Darom, Assa Raviv

Fotografía: Daniel Miller

Reparto: John Benjamin Hickey, Niv Nissim, Lihi Kornowski, Miki Kam, Peter Spears, Tamir Ginsburg, Gabriel Omri Loukas

Año: 2020

Duración: 87 min.

País: Israel

Plataforma: https://www.seret-international.org/category/chile-2021/

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