Entrevista a la autora de “Vida Sumergida” Catalina Velasco: “Hacía falta un documento que resumiera por qué es tan importante el cuidado del océano”

Por Galia Bogolasky

Entrevistamos a la autora del libro de divulgación científica Vida sumergida: por qué necesitamos el océano.

El ensayo aborda las siguientes preguntas: ¿Cuánto conocemos realmente acerca del océano? ¿De qué manera hace habitable la Tierra? ¿Por qué podemos decir que es el termostato del planeta y la gran arma contra la crisis climática? ¿Cuáles son sus amenazas y qué puede hacer la humanidad para contrarrestarlas?

Catalina Velasco Charpentier es bióloga marina, divulgadora científica y exploradora de National Geographic, y en este libro de Editoral La Pollera, escribe un ensayo fascinante y conmovedor para mostrarnos el funcionamiento del océano, la riqueza de su biodiversidad y en qué modo determina nuestra existencia, desde lo que comemos hasta lo que respiramos a diario. Vida sumergida es una puerta a la red de interacciones, procesos y fenómenos del océano, y al mismo tiempo, un llamado a protegerlo de forma urgente y sostenida. Esto fue lo que la joven autora nos contó.

¿Cómo surgió la idea de escribir este libro Vida sumergida?

Comenzó con el sesgo profesional, porque yo soy bióloga marina, entonces el océano siempre está rondando en mi cabeza. Además, cofundé una fundación que es Mar y Ciencia. Con las actividades que hemos hecho con la fundación, hemos podido hacer el diagnóstico: que nos faltan hartos conocimientos sobre el mar. A pesar de que somos un país oceánico, con una costa larguísima, el océano no está tanto en nuestra retina, no está en nuestras conversaciones del día a día, tenemos una ceguera oceánica, y esta falta de visión se demuestra en que tendemos a mirar hacia la cordillera, hacia la tierra y no hacia el mar. Entonces estaba esta necesidad de comunicar sobre el océano, de acercar el océano a las personas, y desde allí, yo venía comunicando sobre temas oceánicos con Mar y Ciencia, por redes sociales, actividades presenciales. Hace un tiempo atrás me puse a escribir para el blog de Mar y Ciencia, y empecé a escribir artículos para la revista Endémico, luego los artículos los tomaban de esa revista y los publicaban en otros lados. Por allí resultó algo interesante, pues se dio la oportunidad para escribir el libro, y la temática sería oceánica, por supuesto. La idea se dio sola con mi editor, Daniel Campusano, quien me dijo: “Quieres escribir sobre el océano, genial, ¿pero qué cosa?” Y pensé: qué buena pregunta. Porque podríamos haber escrito de tiburones, del océano profundo, de los distintos ecosistemas, especies, de exploración… y al final decidimos partir por lo básico, del por qué necesitamos el océano y por qué es tan importante para nosotros. Los capítulos se fueron dando en esa línea y el resto se fue dando de manera natural, entonces en esa primera conversación con Daniel, fue donde surgió la idea: ¿por qué necesitamos el océano?

¿Cómo fue que encontraste el tono para contar esta historia del océano, desde un punto de vista más cercano?, ¿La propuesta fue bien recibida por la editorial y con tu editor?

Daniel Campusano me dejó libre. De hecho, fue perfecto escribir el capítulo 1 y 2. Me dijo: “Mándamelo y vemos qué pasa”. Me lancé sola con ese tono. Siempre escribí pensando en que le estaba contando una historia a mi hermana o a mi mamá sobre el océano, como si estuviéramos conversando. De hecho, me llegó mucho ese comentario: «Es como si estuvieras conversando a través del libro». Y así se dio, porque es el tono con el que he venido trabajando desde mi rol, de comunicadora científica. Siempre voy con un tono bien cercano. La verdad me cuesta mucho cambiarlo y eso también es un problema, porque cuando escribo papers tengo que ser más distante y me cuesta un montón. Pero me gusta mucho escribir de forma cercana, así como si le estuviera hablando a una persona, y fue la forma que me acomodaba y con el que trabajé a lo largo del libro. Cuando Daniel recibe los capítulos dice: “Ok, me gusta, prosigue” Así seguí con el resto.

¿Cómo fue el proceso de escritura?, ¿Cuánto tiempo tardó?, ¿Fue durante la pandemia o previo a ella?

Fue durante la pandemia y la verdad es que el timing no podía ser peor, porque estoy terminando la tesis de doctorado. Entonces me ponía a escribir un rato el libro y otro rato la tesis. Fue bastante agotador. Entonces el libro, si bien es cortito, demoró harto tiempo, porque no pude, lamentablemente, dedicarme 100 % al libro, cómo me hubiera gustado. De hecho, ya estoy pensando en un segundo, pero que será sí o sí, una vez que termine la tesis, no entre medio. Aun así, el proceso fue bueno. Ya tenía claro de qué se iba a tratar cada capítulo, porque me basé bastante en los conceptos de alfabetización oceánica, que son unos conceptos que trabajó la ONU. Son principios que las personas deberían saber para tener cierta cultura oceánica, ya como un estándar. Entonces estos principios son: el océano hace la tierra habitable, el océano y las personas están intrínsecamente conectadas. Entonces tomé muchos de esos principios para enmarcar cada capítulo. Como tenía este trabajo de comunicadora científica, he leído bastante sobre este tipo de principios y fui sacando inspiración de los diferentes libros, de diferentes documentos y también sabiendo que era lo que las personas querían conocer. Porque nosotros, con Mar y Ciencia, también nos hemos encargado de hacer un trabajo no solamente de: «Tomen, aquí está la información sobre el océano», para nada, sino: “¿qué quieren saber?, cuáles son sus inquietudes, cuáles son las especies que más les gustan, y las que más les interesan”. Y así fui armando el libro

¿Cómo fue tener ese trabajo de conectar el tema al cambio climático, que está súper contingente, con tu fuente de conocimiento del océano, la sustentabilidad y el derecho del agua?

En realidad, era algo que se iba a dar naturalmente, porque el océano es una verdadera arma contra la crisis climática. El océano y la atmósfera están conversando todo el tiempo. Entonces lo que ocurre en la atmósfera, con los gases que liberamos a ella, como es el CO2, el calor se libera y llega al océano después. Entonces hablar de la importancia del océano, naturalmente, nos llevaba a hablar de crisis climática. Es un tema que está bastante de moda, porque es algo que estamos viviendo en el día a día, es decir, ya estamos viviendo la crisis climática. Es un tema para conectar con las personas, y a su vez, una muy buena estrategia persuadir a que cuidemos el océano, porque nos está ayudando a combatir esta crisis, que es tremendamente real. Entonces lo que hice fue sacarle provecho a esa conexión, comunicarla, para dar a entender, en palabras simples, cuál es este rol del océano mitigando la crisis climática, pero que, a la vez, es una gran amenaza para el océano. El océano nos ayuda a mitigar la crisis climática, pero eso tiene un costo, el océano se está calentando y eso trae consecuencias. El mensaje no es: “sigamos liberando CO2 porque total, el océano lo absorbe, no”. Esa absorción también tiene un costo. Cuidemos el océano, pero tengamos ojo en cómo nos estamos relacionando con todo el entorno.

¿Cuál fue el mayor desafío para ti al hablar de estas temáticas que tú conoces? Pensando en una audiencia que no sabe tanto de este tema se pueda maravillar contigo con lo que genera el mar.

Siempre me pongo en el lugar de una persona que no estudió ciencias. Si vamos a hablar con tecnicismos, o si vamos a hablar de procesos extremadamente tremendamente complejos, no sirve, porque la otra persona no va a entender todo, no porque otras personas tengan déficit atencional, sino porque simplemente estás hablando con palabras técnicas, que requieren de un conocimiento académico. Todos tenemos nuestra jerga, esos sesgos por la profesión que tenemos. En el fondo me pregunto, ¿cómo una persona que no es del rubro me puede entender? Desde ese lugar, trato de generar una narrativa más amena, a veces bastante. A mí no me interesa que sepan, por ejemplo, el nombre de las especies y el nombre de procesos súper específicos, sino que el libro está hecho para que tengamos nociones de diferentes temas y que las personas que quieran indagar más, vean ciertas herramientas para que puedan ir a buscar. Entonces el libro no tiene alma de enciclopedia, ni de un libro técnico, sino más bien, es como un punto de partida para que las personas que se interesaron en X tema del libro puedan ir a indagar más. También recibí mucha ayuda de mi familia y colegas, a través de su feedback, eso fue muy importante en capítulos, cómo el del cambio climático. Lo revisamos con Felipe, cofundador de Mar y Ciencia, también comunicador científico y experto en el tema, en crisis climática. Entonces ese feedback también fue muy importante para ir puliendo ciertas cosas que tal vez en su momento estaban un poco más enredadas. Hubo un trabajo desde la empatía y de la colaboración, que se generó una narrativa más más liviana.

¿Cómo crees que el libro puede ser un aporte para la gente común y corriente que no tiene conocimiento científico en el rol que cumple a nivel social y cultural en materia de sostenibilidad? 

Este libro es un buen punto de partida. Del océano se habla muy poco, en el día a día, afortunadamente cada vez más. El océano también se está poniendo de moda. Hacía falta un documento que resumiera por qué es tan importante el cuidado del océano. Todos instintivamente sabemos que hay que cuidarlo, así como hay que cuidar la naturaleza en general, pero faltaba un libro que te dijera las razones concretas. El océano es así de importante, moldea la vida en la tierra, es parte de nuestra historia presente, pasada. Gracias a él colonizaron la tierra, el océano, en realidad, lo es todo. Aquí contamos el por qué. Creo que ese es el aporte que tiene. A mí me encantaría que el libro lo leyeran en los colegios, por ejemplo, ya que en el currículum escolar tenemos una deficiencia en temáticas oceánicas, y casi no se habla del océano. Entonces, si este libro pudiera ayudar a complementar en ese sentido sería genial, para mí sería un sueño cumplido, si algún profesor pudiera tomarlo como herramienta para usarlo en clases. Que sea un punto de partida que despierte la curiosidad, que es lo que quiere hacer el libro.

Cuando tú relatas que el libro pudo ser escrito de una forma muy árida y con palabras súper técnicas, la forma en la que está escrita genera esa sensación de empatía hacia el lector, ¿Cómo has recibido los comentarios de la gente?

Sí, de hecho, estoy muy feliz de ver los comentarios y del feedback que he recibido. Antes de publicar el libro estaba con una crisis existencial terrible. Yo le decía a Daniel: “No publiquemos el libro, la gente lo va a odiar, ¿y qué pasa si no les gusta?” Estaba mal. Y él me decía: “Calma, cuando el libro salga y te lleguen los primeros comentarios, todo esto se te va a pasar”. Y así fue. Comencé a recibir el feedback positivo y más encima se logró lo que yo esperaba, y eso era lo que me dio mucho gusto, que me dijeran: “gracias porque con este libro descubrí el océano de otra forma”, “aprendí cosas nuevas de él”, “me encantó tu lenguaje cercano, sentí que me estabas hablando sobre el océano”. Al final el libro logró ser una puerta de entrada al océano y eso me da mucho gusto. Agradezco mucho el feedback que me han llegado. Ha sido muy lindo.

¿Qué planes tiene a futuro?, ¿Tienes ganas de escribir otro libro de este tipo o te irás por los papers y documentos más científicos?

Me encantaría escribir un segundo libro. Ya lo tengo pensado, pero primero voy a terminar la tesis, porque debo entregarla en marzo, así que estoy afinando los últimos detalles. Con la Fundación Mar y Ciencia también tenemos muchos proyectos para este año, estamos súper entusiasmados. Tenemos muchos proyectos que se vienen. Vamos a seguir acercando el océano a las personas a través de diferentes instancias. Esperemos que ya muy pronto haya las primeras novedades al respecto del libro.

¿Qué le dirías a las personas para que se interesen por el tema del océano?

Es época de verano, la gente visita harto la playa, así que visitémosla, amémosla, pero seamos súper conscientes. Llevémonos toda la basura. No nos llevemos nada de la plata más que nuestra visita. Espero que tengamos una relación más consciente con la naturaleza, en general. Si nos podemos acercar al océano de forma presencial genial, vamos. Pero si no, también hay muchas formas en la virtualidad de acercarnos al océano. Leer es una opción. Pero también podemos maravillarnos a través de documentales, a través de la música. El océano nos toca en el día a día, con la respiración, con nuestros alimentos, con la inspiración que nos entrega. Así que abracemos el océano, demos vuelta la mirada hacia él y combatamos esta ceguera oceánica.

Título: Vida Sumergida

Autora: Catalina Velasco

Género: Ensayo

Páginas: 115

Tamaño: 13 x 20,5 cm.

Año:    2021

Editorial: La Pollera

 

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