Crítica de Cine «El estafador de Tinder»: Una sofisticada manera de hacer una funa

Por Pablo Troncoso

El estafador de Tinder es un documental de Netflix, dirigida por Felicity Morris, estrenada el 2 de febrero del 2022 que rápidamente ha llegado al top de nuestro país. Cuenta la historia de cómo Simon Leviev, un estafador que cortejaba a sus víctimas a través de Tinder, llegaba a entablar relaciones serias para que le dieran su dinero.

La imagen y estilo de vida del antagonista hacían creer a las mujeres que los recursos con los que contaba eran lo suficientemente poderosos cómo para poder devolverles pronto el préstamo, sin embargo, el sistema de estafa hacía que la víctima fuera la “patrocinadora” de la siguiente, pues el robo de una servía cómo financiamiento para la conquista de la otra, luego, pasado el tiempo, la segunda chica sería quién le daría el dinero mientras que él estaba en conquista de una tercera y así sucesivamente, hasta llegar a la absurda cifra de 10 millones de dólares a través de este método. Es evidente que el personaje resultaba alejado de la realidad de cualquier hombre y parecía el príncipe de un cuento de Disney, pero lo verdaderamente aterrador y no tan obvio es que el amor y sus lenguajes pueden ser un instrumento de manipulación y no sabes quién está detrás de una pantalla.

¿Sabías que uno de estos lenguajes es el de dar regalos? Y un tipo como Simon Leviev tenía los recursos necesarios (o más bien los recursos de las víctimas) para ser el hombre perfecto en ese sentido: viajes, relojes, estadías en hoteles y un sinfín de otros ensueños que enamoraría a cualquier persona. Esto abrió una polémica en redes sociales que el propio documental exploró, puesto que el recibimiento de El Estafador de Tinder como artículo periodístico escrito, recibió una serie de comentarios agresivos en contra de las mujeres, llamándolas materialistas o interesadas. Hubiese sido un error criminal no haber explorado esta realidad porque se habría sido visto cómo censura por parte de Netflix, que, de manera elegante y osada se atrevió a reabrir los testimonios y encarar a la idiotez social de las redes sociales para poder convertir esos comentarios de odio en contenido digital: básicamente monetizó a los haters de internet.

El documental en sí es un chisme elegante, que se sostiene por la historia de las víctimas, más no por apartado técnico, porque no revela nada nuevo en cuanto a la forma de realización documental: estructura, técnicas de producción visual, edición, entre otros aspectos. En realidad, están bien hechos, pero no se encarga de innovar. Ni tampoco la intención del mismo es desvelar la psicología detrás de los personajes, la única responsabilidad de este género era la de recabar la mayor evidencia posible a través de una narrativa sólida, y así lo logró Morris. En esta cinta se deja en evidencia, los altos cánones de calidad que se pueden lograr con los documentales de crímenes, demostrado por ejemplo, en la miniserie documental realizada el año 2019 No te metas con los gatos: Un asesino de internet, en donde el rol de las redes sociales nuevamente sirvieron como una herramienta de persecución criminal.

Lo agridulce que transmitió el documental fue revelar que un sistema de estafas así, hacía ver dos cosas importantes; primero nace de una mente criminal manipuladora y aterradoramente inteligente, pues terminó “limpio legalmente” ya que las tarjetas de crédito nunca estuvieron a su nombre, y lo segundo fue que el sistema judicial fue nefasto. Esto te hace pensar: ¿Por qué vi esto si el desgraciado sigue libre? En la respuesta a ello encontramos el otro lado de la moneda, el objetivo del documental y el título de este escrito, pues la meticulosidad periodística a través de los seguimientos a personajes, entrevistas y recopilación de archivo, hicieron que este film se sintiera poderoso. Se demostró la magnitud del cuarto poder (el del periodismo) en todo su esplendor, como cuando el periodista Uri Blai averiguó la dirección de Simon, o cuando más víctimas aparecieron por lo viral que fue la noticia en redes sociales, y sobre todo el impacto que ha traído el propio documental a la vida real en donde el rostro de Simon Leviev quedó completamente viralizado en cada rincón de occidente.

¿Qué tan peligroso puede resultar encontrar pareja por internet?, ¿Es culpa de nosotros caer en la seducción de una persona carismática a través de redes sociales?, ¿Es culpa de la aplicación? La realidad es que encontrarnos con la escoria humana no es culpa nuestra y los riesgos, al menos desde mi punto de vista, son los mismos que en la vida real. Este documental nos hace sentir cercanos cuando vemos que las víctimas tienen una realidad como la de nosotros. Ver esta historia realmente vale la pena, para poder entender lo que el ser humano puede llegar a hacer, a través de una aplicación para citas.

Título original: El estafador de Tinder

Dirección: Felicity Morris

Reparto principal: Cecilie Fjellhoy, Pernilla Sjöholm, Ayleen Charlotte y Simon Leviev

Productor ejecutivo: Felicity Morris

País: Reino Unido

Idioma original: Inglés

Género: Crimen e investigación

Duración: 1 hora y 57 minutos

Año: 2 de febrero 2022

Plataforma: Netflix

 

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