- Nueve artistas contemporáneas crearon sus trabajos inspirándose en la vida y obra de mujeres únicas que dejaron su importante legado, pero no han sido suficientemente reconocidas.
- La muestra “Ciudadanas ilustres”, con la curaduría de Ernesto Muñoz estará abierta al público entre el 8 de octubre y 6 de noviembre.
En términos culturales, el XXI es el siglo de las mujeres. Es ahora cuando consolidan su posición y, a la par de los hombres, se desarrollan en todos los ámbitos de la sociedad. Sin embargo, el camino no fue fácil y constituyó una lenta y dolorosa conquista. Como siempre, las artes actuaron como punta de lanza y recién iniciado el siglo XX provocaron la estampida que abarcaría todo el mundo occidental.
En Chile, nombres fundamentales en las artes y la literatura allanarían el camino para todas las artistas que vendrían después. Elisa Bindhoff, Eugenia Huici de Errázuriz, Adriana Ruiz, Sara Vial, Inés Echeverría Bello (Iris), María Luisa Bombal, Gloria Lynch, Elsa Lüderitz y Teresa Wilms Montt son escritoras y artistas que, a pesar de sus importantes legados, no han sido relevadas como realmente se merecen.
Para homenajearlas se convocó a igual número de artistas contemporáneas, las que debieron sumergirse en la vida y trabajo de estas predecesoras para realizar una obra inspirada en ellas.
Así surgió la exposición CIUDADANAS ILUSTRES, que se presenta en el Centro Cultural Las Condes entre el 8 de octubre y 6 de noviembre. “Nueve mujeres a las que no sólo hay que agradecerles por sus creaciones sino también por la valentía y la perseverancia”, señala el curador Ernesto Muñoz, quien por años ha investigado las carreras de estas pioneras.
Para él, la muestra intentará darles reconocimiento porque abrieron puertas y pavimentaron los caminos para que otras siguieran en la búsqueda de espacios de libertad sin pagar altos costos. La exposición se titula Ciudadanas Ilustres “como una ironía al estigma de problemáticas que tuvieron que cargar”, agrega.
Las artistas contemporáneas convocadas son Sandra Santander, María José Mir, Hilda Rochna, Paz Lira, Denise Blanchard, Amelia Errázuriz, María Elena Covarrubias, Karen Lüderitz y Ángela Wilson, quienes se asombraron y emocionaron al abordar el trabajo de las homenajeadas.
Ese acercamiento produjo en las expositoras miles de sentimientos, desde una gran admiración por el empeño ante las dificultades que tuvieron sus predecesoras, como también una profunda pena porque no pudieron desarrollarse creativamente en total libertad.
CIUDADANAS ILUSTRES
Colectiva
8 de octubre al 6 de noviembre de 2022
Salas de Exposición
Centro Cultural Las Condes
Apoquindo 6570
22 896 9819
Martes a domingo, 10:30 a 14:00 y 15:00 a 19:00 horas
ENTRADA LIBERADA
LAS ARTISTAS Y LAS OBRAS
ELISA BINDHOFF por Sandra Santander. La luna de Elisa, 2022. Madera
Elisa (1906 – 2000) fue mucho más que la tercera mujer y musa inspiradora del surrealista André Bretón. Aunque produjo pocas obras, fue una artista sólida. Sus collages, poemas-objeto y cajas surrealistas fueron muy alabados y considerados notables. La artista Sandra Santander la escogió por su valentía en el desafío a convencionalismos de la época. “También me impresionó su cultura y cómo asimiló el movimiento surrealista. No se quedó en el lugar de la musa sino que fue un miembro activo”.
EUGENIA HUICI por María José Mir. Para Eugenia, 2022. Collage, textil y costura
A Eugenia Huici de Errázuriz (1860 – 1951) no se le ha dado el reconocimiento que merece. A ella la recuerdan como mecenas de Pablo Picasso y de Igor Stravinsky, pero no tanto como a la persona que revolucionó las artes decorativas mundiales con su visión minimalista y sobria ante las sinuosidades del art nouveau y las líneas más industriales del art decó. María José Mir escogió a esta elegante dama que se contactó con las vanguardias europeas y fue referente de la moda parisina. “Me llama la atención que, a pesar de su legado, aparezca como un personaje periférico”, dice la artista, quien trabajó una obra en blanco y negro con bordados y transparencias, con lo que alude al minimalismo y la sobriedad de Huici.
ADRIANA RUIZ por Hilda Rochna. Trazos, 2022. Cuarzo y mármol
Para investigar sobre la artista Adriana Ruiz (1916 – 2011), la escultora Hilda Rochna debió recurrir a la familia y a los cercanos de la ex directora de la Escuela de Bellas Artes del Palacio Vergara, “ya que el material referente a su obra se ha extraviado debido a siniestros de la naturaleza”. A pesar de esas dificultades, se fascinó por el trabajo de esa mujer que en 1960 escogió el esmaltado como su forma de expresión y se convirtió en no sólo profesora “sino en una guardiana de esas disciplinas milenarias y obtuvo para su taller un reconocimiento a nivel internacional”.
SARA VIAL por Paz Lira. Sin título, 2022. Mixta, papel japonés
La poetisa viñamarina Sara Vial (1927 – 2016) fue la inspiración de la artista Paz Lira. Para realizar su propuesta, se basó en los temas de la obra de Sara Vial, quien también centró su atención en la naturaleza y el daño que ha sufrido. “Me llamó mucho la atención su poesía El vaho de la tierra y trabajé ese concepto”, cuenta Paz Lira, cuyo trabajo es un objeto con elementos gráficos, capas de papel japonés y tonos blanquecinos, que justamente representa ese vapor natural de la naturaleza.
IRIS por Denise Blanchard. Relectura, 2022. Collage, papel impreso y costura
Iris es el seudónimo de Inés Echeverría Bello (1868 – 1949), prolífica escritora y activista que abogó por las mujeres en distintos ámbitos. Además de su obra literaria, dictó conferencias acerca de la situación de las mujeres y formó el Club de Señoras, para estimular la educación, el fomento de la lectura y la emancipación femenina. Todo un recorrido para una mujer que luchó incansablemente y que logró que se aplicara la pena de muerte a su yerno por el asesinato de su hija Rebeca, un femicidio en el corazón de la elite santiaguina. Denise Blanchard investigó a fondo a Iris, e impactada por su fuerza, pasión y entereza trabajó un collage a partir de las páginas originales del libro Cuando mi tierra era niña, “…dando así origen a una obra que plasma a la escritora con mi visión, una mirada que podríamos llamar una segunda lectura”.
MARÍA LUISA BOMBAL por Amelia Errázuriz. Escisión, 2022. Mixta, caja de luz
La obra de María Luisa Bombal (1910-1980) no sólo es conocida en el país sino en toda Latinoamérica. La amortajada y La última niebla son narraciones fundamentales. Aun así, la viñamarina murió empobrecida y sin obtener el Premio Nacional de Literatura. La artista Amelia Errazuriz escogió a esta escritora bajita, de chasquilla característica y labios siempre pintados de rojo y se fascinó por su espíritu libre. “Fue una pionera en describir el sentir femenino acallado en su época”. En su homenaje, trabajó con imágenes que dieran cuenta de su mundo interior lleno con contradicciones y ansiedades. “Quise apropiarme de su delicadeza, que también es la característica de mi quehacer, y por medio de la abstracción geométrica, abrir la lectura de la obra de la escritora para que cada espectador se inspire o identifique con ella”.
GLORIA LYNCH por María Elena Covarrubias. Fractura circular, 2022. Collage, papel
La actriz viñamarina Gloria Lynch (1919 – 1993) debutó en la actuación con la participación en la película Escándalo de Jorge Délano (Coke) y luego se aventuró a las ligas mayores mexicanas donde compartió pantalla con María Félix y Cantinflas, con quien protagonizó la cinta El circo (1943). “No puedo entender el que no sea más recordada ni reconocida. Fue una mujer que rompió los esquemas de su época y partió de Chile buscando su desarrollo personal y hacerse camino en un mundo tan difícil”, dice la artista María Elena Covarrubias, cuya obra es abstracta y “rompe los moldes, como hizo Gloria en su vida”.
ELSA LÚDERITZ por Karen Lüderitz. Reflejos de luz, 2022. Óleo sobre tela
Elsa Lüderitz (1925 – 1995) artista viñamarina, es homenajeada a través de la obra de su sobrina, la también artista Karen Lüderitz. “Podría contar muchas cosas acerca de sus logros, que fueron muchos a pesar de que no tuvo total libertad de movimientos o de estudios”, dice con admiración. Rescata sobre todo que su tía “fue una mujer alegre que irradiaba armonía… Su taller vibraba de colores y lo inundaba el aroma inconfundible del óleo”, dice Karen que presenta una obra “basada en los sutiles colores de un óleo que estaba en mi casa”.
TERESA WILMS MONTT por Ángela Wilson. Proyecciones, 2022. Tinta china sobre crinolina, organza de seda, algodón y tul
La viñamarina (1893 – 1921), un símbolo de la época en que el destino de las mujeres era decidido por los hombres, fue escogida por la artista Ángela Wilson, su sobrina nieta. Ella se sumergió en archivos familiares y en los libros que la poetisa alcanzó a publicar y se impresionó por la tristeza que emanaba de sus textos. “La pena era tanta que tuve que hacer pausas. La carga emocional era mucha”, dijo mientras trabajaba en la obra.