Por Pilar Alcántara
Película Latinoamérica filmada al norte de Argentina en un pueblo cercano a la frontera con Bolivia, desde el inicio los paisajes nos trasladan a la riqueza de la naturaleza contrastada con la realidad de los conflictos en zonas fronterizas con el contrabando de armas y especies.
Durante el mes de febrero se celebra el Carnaval y su protagonista llamado Cabra, un joven y apasionado bailarín de Malambo, baile folclórico de los gauchos, se prepara ensayando disciplinadamente para una competencia, pero debe enfrentar situaciones que ponen en riesgo su participación y el logro de su sueño de convertirse en bailarín.
Cabra es adolescente rebelde y de pocas palabras, que de forma inesperada recibe una visita; su padre, de nacionalidad chilena y quien está condenado por delitos de estafa, que logra unos días de permiso y decide visitar a su hijo y esposa, quien como muchas mujeres de privados de libertad, ha decidido rehacer su vida y comenzar una nueva relación.
La alegría de la fiesta se opone con las emociones que enfrentan Cabra y su madre al reencontrarse con este padre ausente y esposo respectivamente, un hombre criminal y violento, que los lleva a disfrutar del carnaval andino. A pesar de las adversidades, la complicidad del sistema familiar se mantiene, con nostalgia se aprecia como el vínculo familiar ambivalente determina a los sujetos.
Pasiones propias de los latinoamericanos como la danza y la música nos trasladan a este ambiente festivo donde la corrupción y el actuar delictivo del padre no cesa, exponiendo a su familia y demostrando a su hijo que no ha dejado de ser un padre deshonesto.
Cabra carga con los problemas de su padre y la confusión de su madre, que le produce este reencuentro. Siente que puede ser feliz, pero su sueño de competir se pone en juego durante toda la película demostrado que los esfuerzos de nuestros niños y adolescentes están marcados por los adultos, qué injusto es ver que la dependencia los hace no pensar en las consecuencias, con tal de cumplir sus metas.
El daño a nuestras infancias ha limitado sus sueños, este padre, interpretado por el actor chileno Alfredo Castro, quien nuevamente sorprende por su expertise por medio del uso de su lenguaje corporal, encarna a un asido delincuente que trata de recuperar un espacio, pero finalmente debe retornar abandonando nuevamente a quienes fueron su familia.
En 48 horas que dura esta visita, el espectador se puede dar cuenta de largos años de convivencia de paraje y familia, historia interconectada con la de este adolescente, quien finalmente es el protagonista, se encuentra en la búsqueda del logro de sus objetivos, sin medir consecuencias, vive un Karnawal emocional.
Reparar en nuestra infancia es un trabajo pendiente, tomar conciencia o distancia para no dañar más, es un acto que nos invita a una reflexión porque no se puedo borrar el pasado para controlar el futuro.
Es un agrado ver nuestro cine latinoamericano en colaboraciones entre países como Chile, Argentina y Bolivia, ya que nos invita a disfrutar de la interculturalidad a través de esta película.
Ficha Técnica
Título: Karnawal
Año: 2020
Duración: 97 min.
País: Argentina/Chile
Dirección: Juan Pablo Félix
Guion: Juan Pablo Félix
Música: Leonardo Martinelli
Fotografía: Ramiro Civita
Reparto: Alfredo Castro, Martin Lopez Lacci, Mónica Lairana, Diego Cremonesi, Adrián Fondari, Sergio Prina
Productora: Coproducción Argentina-Brasil-Chile-México-Bolivia-Noruega; Bikini Films, 3 Moinhos Produções Artísticas, Picardia Films, Phototaxia Pictures, Londra Films P&D
Dirección de arte: Daniela Vilella
Montaje: Eduardo Serrano, Luz López Mañe
Dirección de fotografía: Ramiro Civita
Género: Drama
Distribución: Market Chile
Premios
2022: Premios Platino: Mejor ópera prima y actor de reparto (Castro)
2021: Festival de Málaga: Mejor película Iberoamericana y actor de reparto (Castro)
2021: Premios Sur: 8 premios incluyendo mejor película y dirección.14 nominaciones