Por Juan José Jordán
Se acaba de estrenar esta película de terror, dirigida por Oliver Park. Una narración que profundiza en los mitos demoníacos de la cultura judía, lo que marca una diferencia con las películas en torno al maligno, narradas frecuentemente desde una perspectiva cristiana.
Arthur regresa al hogar paterno luego de una distancia de más de 15 años; su pareja y el próximo nacimiento de su hijo lo inducen a buscar la reconciliación. Su padre es un judío ortodoxo que tiene una morgue, negocio que realiza en el subterráneo de la casa. Fuera de esa lúgubre ocupación, es un tipo afable y cariñoso.
Su hijo es una persona con intereses mundanos y acosado por deudas, pero recuerda qué debe hacer con un muerto. Y es lo que le ocurre cuando le está ayudando a su padre a preparar el cuerpo de un tipo mayor con aspecto peculiar y lo dejan solo para atender un imprevisto. Arthur continua con el proceso, pero se percibe algo raro y maligno. En efecto, el cadáver portaba el demonio de Abyzou, quien es liberado al ser extraviado el amuleto que el hombre llevaba en el cuello. Desde ese momento una atmósfera enrarecida se apoderará de la casa, en un juego que entremezcla hábilmente la realidad y las imaginaciones de los personajes. Toma la forma de una niña que se aparece a determinadas personas y los trata de hacer entrar en su juego, porque es un demonio femenino que busca a las mujeres embarazadas para que pierdan sus hijos, lo que generará una constante tensión con la mujer de Arthur.
Un elemento que contribuye a la atmósfera es el modo de utilizar el ruido molesto, un zumbido ensordecedor que llega cuando los personajes están en crisis.
Hay cuidado en los encuadres y la fotografía, pero la película pierde fuerza cuando deja de insinuar y aparece la bestia de cuerpo entero. A no ser que sea hecho de modo extraordinario, como ese inolvidable Alien saltando del estómago de un comensal, es difícil que no atente contra del efecto que se ha ido creando. Hay algunas excepciones, como cuando se le aparece al padre de Arthur. Tiene la impresión de ver una figura demoníaca parada en el umbral, pero unas ráfagas de luces y sombras le impiden ver bien. Se consigue un efecto muy bueno. Luego aparece, sin misterio, y como es lógico, el espectador salta de la impresión, aunque no es tan efectivo como cuando se insinuaba.
Ofrenda al demonio es una película de buena factura que hace dialogar la tradición milenaria de la religiosidad con la vida moderna, logrando su objetivo: asustar de principio a fin, aunque no tenga mayor originalidad.
FICHA TÉCNICA
Título: Ofrenda al demonio
Director: Oliver Park
Año: 2022.
Guion: Hank Hoffman/ Jonathan Yunger
Género: Terror
País: EE.UU
Duración: 93 min
Distribución: BF Distribution