Conjunto de 11 pinturas se exponen en la Sala Oriente del Centro Cultural de las Condes (Apoquindo 6570) y abordan la historia de una casa y la huella de sus habitantes: de la aparición a la desaparición.
En esta ocasión Manuel Ugarte aborda la historia privada de una casa. Mediante 11 pinturas de mediano y gran formato el artista crea escenas y espacios de la vida cotidiana.
Baños húmedos, puertas entreabiertas, camas hoy vacías; lugares de todas las casas que oscilan entre la ilusión y el suspenso de lo que sucedió y lo que sucederá.
Como en otras oportunidades el artista se hace cargo de temáticas íntimas y biográficas.
En su reciente muestra “Las cosas” en el Centro Cultural Montecarmelo, el artista aborda la vejez y la soledad.
En “Otra vida” su reflexión gira en torno a los espacios de una casa y la huella de sus habitantes. Se insinúan temperaturas, luces, puntos de vista y estados de la vigilia y el sueño que sugieren distintos planos de realidad.
En palabras de la escritora María José Navia “Manuel Ugarte esconde otra vida en los pliegues de lo cotidiano. Allí acechan otras posibilidades, esas que espiamos como si nuestra vida no nos perteneciera realmente”.
Ugarte aborda los códigos de la pintura narrativa para mostrar una historia llena de silencios y cosas sucedidas y a punto de suceder que el espectador deberá completar.
La muestra se puede visitar en el Centro Cultural de las Condes (Apoquindo 6570) hasta el 28 de mayo en la Sala Oriente. De martes a domingo de 10:30 a 14:00 hrs y de 15:00 a 19:00 hrs.
Sobre el artista
Manuel Ugarte nació el 6 de agosto de 1988 en Santiago, Chile. Estudió Artes Visuales en la Pontificia Universidad Católica y luego continuó su formación pictórica con Natalia Babarovic y en el programa de Estudios Independientes V. Ha desarrollado diferentes muestras individuales y colectivas, tanto en Chille como en el extranjero.
Otra vida se esconde en la vida de siempre. Ahí está su misterio, su secreto, su peligro. No hay que ir lejos para buscarla ni es necesario transformarse en alguien distinto. Los espejos nos devuelven las preguntas que no nos hacemos y las ventanas, cuando les pega el sol, encandilan con lo que a veces no nos atrevemos a mirar.
Toda casa se va llenando de a poco con nuestros pasados y presentes. Las hojas de las plantas acompañan; son testigos. Y el agua nos lava de las decisiones que quizás no vamos a tomar.
O no hoy.
No todavía.
Pero todos los caminos ya están aquí.
Todas las vidas.
Solo que unas se escuchan más fuerte que otras.
E incluso, cuando nos vamos, algo se queda. Una sombra, otra hoja, una perra reconociendo ese territorio que nos dio de prestado. Una mujer que duerme, que se asombra. Que vuelve a mirar.
Manuel Ugarte esconde otra vida en los pliegues de lo cotidiano, en las baldosas de un baño, en las plantas que van invadiendo nuestros refugios y certezas. Porque el paisaje de siempre nunca es el paisaje de siempre. Allí acechan otras posibilidades. Esas que conjuramos en silencio, esas que no le contamos a nadie, esas que espiamos desde afuera como si nuestra vida no nos perteneciera realmente.
La otra vida ya está aquí y, como toda transformación, desgarra y duele.
Pero Manuel va más allá y se atreve a encontrar en ella la belleza.
Esa que nunca se fue.
Que nunca se va.
No del todo.
María José Navia
Escritora y académica Letras UC