Crítica de Cine “La Sirenita”: ¿La magia de Disney?

Por Javier Salah

La Sirenita es uno de los grandes estrenos de este año. Junto con Barbie, la segunda parte de Duna o la nueva película de Christopher Nolan, Oppenheimer, todas gozan no solo de altas expectativas, sino que de grandes estrategias de marketing, sobre todo Barbie, dirigida por Greta Gerwig y próxima a estrenarse.

Esta es la versión live action de otro de los clásicos de Disney, del mismo nombre y estrenada en 1989, basada en el cuento de Hans Christian Andersen, historia que tiene casi 200 años. La película nos muestra a Ariel, una sirena que vive en el mar junto a su papá, el rey Tritón, y sus 6 hermanas. La acompañan el cangrejo Sebastián, el pez Flounder, y la gaviota Scuttle. La antagonista también es Úrsula, ambiciosa hermana de Tritón que quiere gobernar el océano.

En este mundo marino, bajo del mar -como dice la canción, también reversionada-, Ariel se enfrenta a los dos mundos, donde vive y donde quiere estar. El actual, donde está con su familia entre corales y tiburones; y el que anhela, con piernas, el “real”, con seres humanos de carne y hueso al que se le impide subir. Por eso su obsesión con conocerlo, porque mientras más se le prohíbe, más se quiere acercar. Un dilema que está bien desarrollado a lo largo de la película y es capaz de sostener la historia hasta el conflicto.

El mundo acuático me parece que está sobredigitalizado. Es tan intenso el color que es imposible apreciar la vida marítima en versión no-animada-digitalizada-real. Lejos de asombrar con la tecnología es realmente vertiginoso. Tan agotador que es un alivio cuando Ariel llega al otro mundo. Éste, a su vez, está más cerca de ser una teleserie mexicana tipo Marimar que una megaproducción de Disney. En este mundo, a pesar de rozar la credibilidad, no convence y tampoco justifica la existencia del otro.

La versión 2023 es casi calcada a la de 1989, salvo un par de detalles, canciones nuevas y algo diferente en la estructura familiar de Eric, interpretado por Jonah-Hauer King (Mujercitas). Halle Bailey es Ariel y, como pareja, no hay nada de química. En pantalla se ve una relación fría que no contagia magia ni amor.

Ha habido una discusión sobre Bailey; a pesar de que la crítica ha destacado su trabajo e interpretación en esta cinta, hay quienes cuestionan por qué una mujer afrodescendiente debe interpretar a una princesa Disney blanca y pelirroja, acusando a su vez a estas críticas de racistas. Me parece que ese no es el foco y la discusión no va por el color de piel de la actriz y mucho menos por su talento.

Acá hay un discurso contradictorio de Disney. Si esta versión es idéntica a la original, ¿por qué cambiar a la protagonista? ¿Es acaso la forma de Disney de hacerse cargo a las históricas críticas de discriminación que ha tenido? Creo que no es ni la forma ni la oportunidad y, por el contrario, me parece forzado. Y peor aun si es que la cambiaron solo para que sea diferente a la original.

Los personajes Sebastián y Flounder están lejos de ser los divertidos amigos como sí lo son en la cinta original. Más lejos aún de otros clásicos animados, como el burro de Shrek o Dory de Buscando a Nemo. La gaviota es igual de chispeante que en la versión ochentera. El elenco tiene a grandes nombres, como Javier Bardem y Melissa McCarthy. Ambos demuestran mucho oficio, pero dentro de esta película pareciera que cumplieron con un trámite contractual. En lo destacable, la Úrsula de McCarthy es igual de icónica y bien construida que en la versión animada y Ariel tiene una voz poderosa, que encanta a su entorno y tienta a la mala de la película.

La cinta está dirigida por Rob Marshall, un experto en musicales y director de Chicago (2002), Nine (2009). Por eso mi duda de por qué esta cinta falla tanto y otro argumento que para él también fue un trámite contractual. El riesgo de películas como La Sirenita es que, llevadas a esta versión, no logramos distinguir su género, entonces queda una historia con problemas de identidad.

A pesar de la buena publicidad que la rodea, a ratos sentí que me había equivocado de sala porque lo que vi está más cerca de la decepción. Creo que la invitación es siempre a ir al cine, sobre todo cuando son historias familiares, pero aquí otro punto en contra: su larga duración, de dos horas y cuarto me parece un exceso para una película de niños. ¿O a mí se me hizo eterna?

En lo musical sí acierta, a pesar de que carece de novedad. Ariel tiene una canción que no figura en la original y Halle Bailey demuestra talento y proyección. La banda sonora está a cargo de Alan Menjen, multipremiado compositor de los grandes éxitos de películas animadas y ganador del Oscar por, precisamente, la versión original de La Sirenita. Su dupla es Lin-Manuel Miranda, de gran trayectoria en cine, televisión y teatro, este último sobre todo en el género musical.

Con La Sirenita me quedó la sensación que fue uno de los proyectos pausados debido a la pandemia y que, en el apuro de estrenarla rápido y no seguir perdiendo dinero, llega a las salas de cine sin nada de pausa y con exceso de prisa, que no es suficiente ser una película Disney y que no basta la magia para hacer buenas películas… aunque así lo queramos creer.

Ficha técnica:

Título: The Little Mermaid (La Sirenita)

Año: 2023

País: Estados Unidos

Duración: 135 minutos

Dirección: Rob Marshall

Elenco: Halle Bailey, Javier Bardem, Melissa McCarthy, Jonah Hauer-King, Jacob Tremblay

Género: Familiar, Comedia, Musical, Animado.

Distribuida por Cinecolor Films

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