FESTIVAL DE CANNES Entrevista al director de “Los Colonos”, Felipe Gálvez: «Me gusta provocar»

Por Gabriela Bravo desde Cannes

Tras doce años de ausencia, Chile vuelve a la competencia del Festival de Cannes en la categoría Un Certain Regard con la ópera prima de Felipe Gálvez, Los colonos, una mezcla de western patagónico con thriller político, que tiene como telón de fondo el genocidio selk’nam en el siglo XIX cuando las fronteras entre Chile y Argentina no estaban definidas y los territorios pertenecían a quien los ocupara primero.

Debido al desconocimiento de esta época, el primer shock que provoca esta película es que buena parte de ella está en inglés, ya que mercenarios ingleses y estadounidenses vendían sus servicios a los grandes terratenientes para deshacerse de la presencia de los indígenas. De esta manera seguimos los pasos de un coronel inglés, un tejano y un chileno mestizo en busca de “limpiar” los territorios de José Menéndez para que pueda seguir explotando el “oro blanco”: el ganado ovino. La película está dividida en dos partes, la primera muestra la violencia física ejercida por los mercenarios, seguida por la violencia política ejercida por el Estado de Chile.

Cabe destacar el enorme trabajo de fotografía que muestra toda la belleza e inhospitalidad del territorio del extremo sur.

Culturizarte pudo conversar con el director Felipe Gálvez, que vuelve a Cannes de su obra Los colonos.

¿Por qué quisiste contar la historia del genocidio Selk’nam en tu primer largometraje?

Porque no tenía otra idea en un principio, y después porque leí una noticia en un diario independiente de Chile y me obsesioné con eso hace doce años atrás. Empezó a pasar el tiempo y no tenía ninguna otra idea y decidí empezar a trabajar en ésta ocho años atrás. Fue un poco ambicioso porque es mi primera película y muchas personas no creyeron que fuera posible, pero tuve paciencia y ahora estamos en Cannes y estoy muy feliz. Creo que es una historia oculta de la historia oficial de Chile, nunca estudié eso en el colegio, no es parte de la historia chilena, y Chile para mí es un país que no tiene respeto por la historia. Tampoco hemos escrito la historia de nuestro dictador, por lo que mi pregunta es qué pasa cuando le borras las páginas de historia de un país, y creo que es bueno hacer una película que tenga una reflexión en el presente, porque hoy tiene un impacto. Actualmente, la imagen de los selk’nam la venden mucho, por ejemplo, en el aeropuerto chileno puedes encontrar muñecos de selk’nam, puedes ver helados, chocolates, y es super violento porque es una nación que sufrió un genocidio y el país usa la imagen para vender. Eso es porque ellos borraron la historia, lo que significa que puedes modificar todo.

En la primera parte vemos una ambiente muy violento y  la segunda parte es más burocrática ¿Cómo fue este cambio entre las dos partes de la película?

La primera parte es importante porque es un wéstern, y el wéstern es el único género creado por el cine. Para mí el cine forma parte de la colonización de América, fue una herramienta de propaganda y tenemos una responsabilidad en eso. El wéstern era propaganda y entretenimiento para mostrar en los países americanos y civilizados la matanza como un espectáculo. Fue super difícil hacer esta película, fueron nueve años, no sé si otro director en Chile puede hacer otra película acerca de esto y es una responsabilidad mostrar la violencia, no me gusta mucho la violencia, pero en este caso lo sentí como una responsabilidad. La segunda parte es un thriller político, pero la pregunta que hay que hacerse es qué es más violento, porque la primera parte es una violencia visceral y en la segunda parte son las palabras que violentan y es posible que encontremos aquí el lado más violento de la película.

Usaste música para retratar diferentes partes de la película y, por ejemplo, en las películas del género wéstern además de música usan efectos de sonido, ¿Cómo manejaste esto?

Creo que la reflexión de la película es también sobre el cine, lo que hice fue intentar criticar el cine porque en el siglo XX estaba pensado como una máquina para representar la realidad y creo que esta máquina distorsionaba y manipulaba la realidad. Por eso la imagen de la película no es real porque mi película no trata de ser realista, no estoy interesado en eso y, por ende, el sonido tampoco es real. Usamos dobles y música, porque si bien está basada en hechos reales sigue siendo una película, no creo en el cómo el cine representa la realidad, por eso todo este pensamiento de vivir en una ficción y ser artificial, como el diseño de los vestuarios, la música, los sonidos, todo eso es la estética de la película, porque realmente quería tomar distancia del cine que trata de decir que esta es la verdad. En este sentido, mi película es muy ambiciosa y puede ser arrogante en algunos momentos con la música y el humor, pero para mí es más arrogante un documental que cree que está representando la realidad.

Hablando de este trasfondo del género wéstern de la película, ¿Cuáles son tus referencias para crear eso?

Si quieres hacer un western tienes que estudiar a John Ford y varios directores americanos, pero también Glauber Rocha, para mí es una referencia importante de Latinoamérica. Pero no solo entra en el género wéstern, también es una película que constantemente se está transformando en otro tipo de película. Parte como una wéstern pero después se convierte en una película de aventura, en una de terror, en un thriller político y también un drama. No me gusta hacer películas con un personaje principal, no me interesa seguir a un solo personaje, sino más bien en el cómo puedes construir una narrativa que puede contar diferentes puntos de vista y diferentes partes de una historia, porque la historia de la colonización en la Patagonia es muy grande, por eso necesitamos poner varios puntos de vista. Por eso es el nombre de la película y esa es la relación que tiene también la película con mi anterior cortometraje, la idea de mostrar varias partes y que el espectador decida cuál le parece mejor. Esta película no es sobre buenos y malos personajes, si alguien quiere identificar a Menéndez o su hija, para mí está bien, porque cuando intentas hacer películas en la que el foco son las víctimas en un país tan polarizado como Chile, donde algunas personas son de izquierda y otras de derecha, el lado contrario opina que esa no es la verdad. No sé qué opine la gente sobre la película, realmente creo que algunas personas piensan que Menéndez estaba en lo correcto.

Respecto a la investigación histórica ¿fue difícil para ti obtener los documentos? ¿de dónde sacaste la información?

No tenemos mucha información al respecto, tenemos algunas fotos que no son “respetables”, porque detrás de ellas había mucha violencia, teníamos algunos libros escritos por ex ministros de Pinochet, por ejemplo, y la película es sobre eso, no confío mucho en quién escribe la historia, no sé quién tiene el lápiz o la cámara en este momento, pero el Estado de Chile a finales del siglo XIX envió un juez para investigar qué pasó en Tierra del Fuego y esa persona, Waldo Seguel, se quedó en la casa de la familia de los Menéndez durante toda la investigación. Hace veinte años apareció un libro en los tribunales de Punta Arenas, Vejámenes en Tierra del Fuego, y basé harto de la película en este libro.

La representación de los indígenas en Chile es algo poco visto, sobre todo los del sur de Chile. La historia ha sido escrita por los ganadores, ¿Qué esperas contarles a los chilenos?

Creo que mi película es sobre los ganadores, nunca estuve interesado en el punto de vista de los indígenas, porque yo no soy nativo de ahí, soy un mestizo al igual que la mayoría de los chilenos. El 80% del país es mestizo, pero las personas se niegan a reconocerlo, sin embargo, en el nuevo censo más personas se consideran nativas. Pero nunca quise estar en el punto de vista de los indígena. Mi película es el punto de vista de las personas blancas y cómo estas matan indígenas y lo racista que podemos ser. Vicuña es blanco y es quien documenta sobre esto, él hace una película sobre eso, por ende, quien escribe la historia era un blanco, este es el punto de visto que tiene la cámara, que tiene el lápiz para poder escribir la historia y los nativos no aparecen en el final, porque no son parte de la historia del país, porque así lo dispusieron quienes lo escribieron, y la única imagen que tenemos de ellos es falsa. Mi expectativa es que en Chile se genere una discusión, personalmente, no creo en las películas que hacen propaganda o que buscan la confrontación, donde las personas sienten que deben estar de acuerdo o en desacuerdo. No sé dónde quiera estar el espectador en mi película, no sé con qué personajes quieren conectar. Creo que las personas conectan con el personaje de Kepja (que es finalmente llamada Rosa). Esto es algo difícil para los chilenos porque es un personaje emocional, no es una propuesta política, y el final que propongo quizás no es un verdadero final, pero la imagen es tan real que conectas con eso. Espero que las personas conecten con esta historia y se abran a nuevas ideas. Creo que Chile está interesado en este tópico, más que nada las nuevas generaciones. A veces, los directores de cine tenemos una obsesión con algunas temáticas, pero los selk’nam son populares, las personas están interesadas. Este genocidio no es algo tan político como la dictadura del 73 en la que tienes a la izquierda y derecha, sino que tienes la parte ecológica que nos hace reflexionar sobre el “ecocidio” dejando de lado la política de izquierda o derecha, es un diálogo más amplio.

¿Cómo crees que será recibida?

La verdad, me gusta provocar, creo que es una película que probablemente te emocione, necesitas tiempo para reflexionar, tomar un café y conversar después de verla. Creo que es una buena película para empezar a tener discusiones y, además, el presidente Gabriel Boric es de la región, él tiene la responsabilidad y la oportunidad de escribir la historia en un buen sentido, creo que él puede empezar a poner esta temática en la discusión.

¿Qué esperas del Gobierno?

Quizás se puedan identificar con algunos personajes de la película, pero también es una posibilidad para ellos para empezar una conversación, depende de ellos. La verdad no lo sé, porque recientemente rechazamos una nueva Constitución y uno de los mayores problemas estuvo relacionado con los pueblos indígenas, respecto a la posibilidad de ser considerados como naciones, Chile rechazó la idea de ser un estado plurinacional, esta fue una de las ideas más fuertes durante la redacción. Creo que Chile es un país que tiene mucho desprecio por los pueblos indígenas.

Ficha técnica:

Título original: Los colonos

Dirigida por: Felipe Gálvez

Guion: Felipe Gálvez

Año: 2023

Duración: 97 minutos

Género: Drama/aventura

Producida por: Quijote Films

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