Por Coté Álvarez Franco
El suspenso en el cine de Christian Petzold, tan restringido como portentoso, acarrea la lectura que la superficie del texto no está proveyendo. Maestro de su territorio, su doble labor en el guion y dirección se deja entrever en el completo control con el que teje sus historias que nunca se circunscriben a una sola capa. En Phoenix, adaptación libre de la novela Regreso de las cenizas (1961) del francés Hubert Monteilhet, el autor alemán se vale de su perfeccionado hermetismo como dispositivo para interrogar sobre la posibilidad de existir tras un intento sistemático por negarla.
La existencia en Phoenix, entendida como una vida que vale la pena, no exige mucho más allá que la ternura, pero es eso lo que dificulta obtenerla. Entre los escombros aún humeantes no queda cupo para atisbos de humanidad. Nelly (Nina Hoss), no obstante, es testaruda, o ingenua, o está en negación, pero se aferra a la incierta esperanza de retomar su matrimonio con Johnny (Ronald Zherfeld), aunque este no vea en ella más que una conveniente usurpadora que le permitirá cobrar su herencia. Esto porque Nelly, judía víctima del Holocausto, ha sido dada por muerta al igual que toda su familia, cuando no es así. En realidad, ella ha logrado sobrevivir, no sin severas secuelas físicas que la han llevado a ser intervenida para adoptar una apariencia, digamos, digna.
Aquí, la importancia del rostro no está exenta del factor estético, mas sí le trasciende. En la novela El fantasma de la ópera (1910) de Gaston Leroux es el tormento de un aspecto condenado a la incomprensión y en la cinta Abre los ojos (1997) de Alejandro Amenábar es el tormento de la pérdida del poder de atracción; en ambos casos, el peso del rostro está, sobre todas las cosas, inherentemente ligado a construcción social de belleza. En Phoenix, no obstante, es un asunto de dignidad, memoria e identidad.
Hoss trabaja a Nelly cual pluma en el viento; débil, sumisa, insustancial. La actriz sabe que a su personaje se le ha arrebatado el alma. Por cierto que ella ha sobrevivido, pero qué significa eso cuando ha sido despojada de todo aquello que la valida ni siquiera como ciudadana de su tierra, sino sencillamente como ser humano. Juzgando por las simbólicas palabras de Johnny, la respuesta no parece importar demasiado. Nadie quiere ver a las víctimas dañadas de los campos de concentración, le dice a Nelly, instándola a mostrarse recuperada en ese regreso triunfal en tren que orquestan.
La persona que Johnny conoce ya no es ella, y no volverá a ser ella. En vez, solo es alguien que se le asemeja. Algo así como el país fracturado que habitan. Deambulando cual fantasma en carne y hueso por un Berlín que recién saca un dedo del fango nazi, Nelly personifica el concepto de muerto en vida mediante un tratamiento audiovisual pragmático rara vez exhibido en pantalla. Sin bombardeos, sin armas, sin sangre, sin llanto ni melodías lúgubres, Petzold demuestra que se puede abordar el horror bélico desde un prisma original.
El suspenso no radica en si Johnny descubrirá o no que esta mujer es la verdadera Nelly, o cómo reaccionará una vez que lo haga. De hecho, esta interrogante pasa a segundo plano. Lo que alimenta la tensión es observar, con impotencia, la actitud desalmada de un hombre que, traumado por la barbarie y sumido en la miseria posterior, ha bloqueado la ternura para reemplazarla por la urgencia de subsistir. Los silencios de Nelly al mirarlo son gritos que él, insensible de resignación, no escucha.
Muy cuidado como drama y novedoso dentro de su categoría de thriller clásico, Phoenix duele en lugares inexplorados. Acostumbrados a fechas y nombres de períodos históricos, la obra acusa la reflexión negligente sobre la dimensión de la guerra. Es que su impacto no termina cuando se firma el papel de fin de conflicto, como un producto que alcanza su caducidad. Por el contrario, es un impacto que adopta muchas caras que el cine debiese tener la inquietud de visibilizar. Disponible en Mubi.
Ficha Técnica
Título original: Phoenix
Duración: 98 minutos
Año: 2014
País: Alemania
Director: Christian Petzold
Guion: Christian Petzold, Harun Farocki
Reparto: Nina Hoss, Ronald Zherfeld, Nina Kunzendorf
Disponible: Mubi