FICValdivia 2023 Entrevista a director de “La práctica” Martín Rejtman: “Me gustaría volver a trabajar en Chile”

Por Vale Jauré y Trinidad Quinzacara

En la ceremonia de inauguración de la trigésima versión del Festival Internacional de Cine de Valdivia (FicValdivia), Martín Rejtman, director argentino (Silvia Prieto, 1999, entre otras) recibió un reconocimiento por su trayectoria y participación continua en el certamen. En esta ocasión se presentan Los guantes mágicos (2003) y su última película, filmada casi en su mayoría en Chile La práctica (2023). Además, aprovecha este tiempo en la región para trabajar como asesor para proyectos en desarrollo del festival.

Sobre el reconocimiento que recibiste en la inauguración por los 30 años ¿Cuál ha sido tu cercanía desde tus comienzos con el festival?

Me invitaron la primera vez en el 2004 con Los guantes mágicos a la competencia del festival, y vine ese año. Yo había conocido a la directora del festival en ese momento, Lucy (Lucy Berkhoff primera directora del FICValdivia), en un festival en Punta del Este. Un festival raro porque se hacía fuera de temporada en una ciudad balnearia, era un festival en el que, daban las películas, pero tenían muchas actividades por fuera de las proyecciones. Porque era una ciudad de veraneo, pero como era fuera de temporada estaba todo disponible para nosotros. Era más diversión que otra cosa. Ahí conocí a Lucy, y no sé si fue ella que me invitó o parece que esto fue antes en realidad. La cuestión es que invitaron a la película. Y después, unos años más tarde, con otra gestión del festival, estaba Bruno Bettati, me invitaron a hacer una retrospectiva y más tarde jurado, esa fue la segunda vez que vine. Y la tercera creo que fue con la película Dos disparos. Y la última vez del 2019, que vine con un corto, pero también vine como asesor de proyectos del cine chileno del futuro. También vine a Valdivia una vez como asesor de Tres Puertos, que era un programa que se hacía antes aquí coordinado con el festival, se hacía justo antes del festival, pero se dejó de hacer.

Llevas como 20 años viniendo. ¿Cuál ha sido el desarrollo o evolución que has visto en el festival?

Cambió un poco. Yo recuerdo cuando vine con Los guantes mágicos que en la competencia había una película de Almodóvar, no me acuerdo cual era. Era un poquito más, no sé si mainstream, pero ahora creo que tiene un perfil más independiente. Esa es la sensación que tengo, yendo un poco más a ese lado de cine de autor. Pero igualmente no se puede decir de Almodóvar que no haga cine de autor (solo que es más conocido), pero son distintos, son películas un poco más independientes. No cuentan con repercusión internacional, en el sentido de que no son tan comerciales. Ese es el término.

También estás haciendo trabajo como asesor de proyectos. ¿Cómo se ha ido desarrollando?

Bien, lo hice varios años. Creo que lo habré hecho hace 3 o 4 años. Las primeras veces fue como asesor de guion. Es un trabajo muy difícil porque leer un guion es un trabajo de imaginación grande, porque hay que ver qué intenciones tiene la persona que escribió ese guion, cómo piensa hacer eso en la película. Tener que ponerse en la cabeza de esa persona es complicado y además es un trabajo de análisis grande, tomar notas, etc. Lleva mucho tiempo. Esos fueron los dos primeros años y después hice work in progress, que son películas ya filmadas, con un primer armado, por lo menos o a veces con armados más pulidos. Pero es ver la película y encontrarse con las personas responsables, directores, productores, y conversar un poco sobre el proyecto, en qué estado está y qué es lo que piensan que necesitan y qué se puede aportar a ese proceso.

¿Y la recepción de ellos con eso?

Bien. Yo creo que bien. El tema con esto es que siempre hay proyectos en los que uno se conecta mejor con otros. A veces hay proyectos en los que uno no tiene nada que decirles porque están perfectos, terminados, listos o porque ya encontraron su forma. Que a uno le guste o no, pero que la forma está completa. Y otros que uno siente más empatía o que todavía necesita mucho más feedback y entonces el trabajo es bastante diferente.

Lo que pasa, además, es que estos proyectos pasan por distintos asesores, entonces tienen distintas opiniones y tienen distintos comentarios sobre los proyectos. Eso creo que es bueno, pero al mismo tiempo requiere de los directores y productores, tal vez un poco de paciencia porque son muchas opiniones diferentes sobre el trabajo que hicieron que pueden chocar. Entonces, siempre les digo que se tomen un tiempo después de terminar con las asesorías, que tomen distancia, que piensen y que tomen solamente lo que les resuena a ellos. Porque todos tenemos opiniones de un punto de vista personal siempre. No hay una verdad objetiva cuando se trata de proyectos artísticos.

Hiciste la presentación de “La práctica”. Estaba pensando en tu propio trabajo. ¿Cuántas versiones de guion haces?

Una. Lo que pasa es que no lo doy por terminado nunca. Lo doy por terminado únicamente cuando siento que ya está. Pero imagino otras cosas. O por lo menos no es que empiece a escribir y sé exactamente a donde voy. No tengo ni idea. Pero hasta que no termino, no lo muestro. En el momento en que lo muestro, ya no lo cambio. Generalmente no cambio tampoco nada en el montaje, si cambian cosas, pero no cambia el guion, se mantiene igual. No cambian los diálogos. No cambia el orden de las escenas, rara vez, alguna vez pasó.

Herzog decía que también tenía una pura versión de guion.

Son formas de trabajo. Me acostumbré a trabajar así, o es la manera en que me sale trabajar a mí. Sé que hay muchas formas diferentes. Pero yo tampoco trabajo en otras películas, entonces conozco solo mi manera de hacer las cosas. Es un poco una limitación porque tampoco sé cómo trabajan otras personas con los actores. Si leo o escucho que me comentan, pero una sola vez tuve la experiencia de dirigir y ahí si vi otras formas de trabajar con otros actores que fueron súper interesantes para mí. Igual sigo trabajando de la misma manera, pero es bueno también.

En La práctica, se trata de un personaje que está muy relacionado con el yoga y constantemente se ve cuestionada su visión con la ciencia, con las respuestas que podría darle la ciencia.

Lo que ellos proponen es que se puede llegar al mismo lugar desde otro lado. Es lo que pasa también cuando va al gimnasio, que dice que lograba un nivel de concentración mayor que con la práctica o no. No es eso, simplemente me parece que tiene más que ver con decir que uno puede llegar a esos estados, que la práctica del yoga es un método, es un camino, no es un fin, que quiere decir que a ese fin uno puede llegar de distintas maneras. De hecho, en el momento en que está la roca levitando es como si esa roca hubiera llegado a ese fin por sí misma, sin necesidad de otros caminos, simplemente por estar ahí en el momento del terremoto.

Eso también lo asocio a la idea de que el utilizar el humor absurdo permite este tono. Permite que pueda haber una roca levitando y tenga total coherencia con el resto de la película ¿En la película ves esos límites?

Siempre veo límites. Sí, es con lo que trabajo, siempre con límites. Como las cosas que sé que no voy a hacer y me pregunto hasta dónde puedo llegar. Esto de la roca levitando fue como sobrepasar levemente el límite de todo el resto. Todo está como en un límite y hay algunas cositas que suben un poco. Como la caída del pozo y las rocas levitando. Son como las dos cosas. La caída en la alcantarilla a mí me pasó aquí, en Santiago de Chile, así que no es algo tan irreal.

Trabajar en Chile, la gran mayoría de los actores eran chilenos ¿A nivel técnico también?

La mayoría de los técnicos fueron chilenos. La película se filmó la mayoría en Chile y una parte en Portugal por una cuestión de coproducción. Hay algunos interiores que se hicieron en Portugal, entonces hubo algunos técnicos portugueses en la parte de Portugal y en la parte de Chile fueron todos chilenos, salvo el director de fotografía, el sonidista, el asistente de dirección y la vestuarista. Pero ante todo el equipo, cámara, gaffer, eléctricos, todo eso vino de aquí y fue un equipo genial.

Te sentiste cómodo con todo.

Sí, y además había algo muy bueno. Me preguntaba por qué me sentí más cómodo. No es que me sentí más cómodo en Chile que en Portugal, pero es como que se armó un espíritu de grupo muy rápido y creo que tiene que ver con el idioma. Me di cuenta que los técnicos y los actores se conocían, entonces eso hace que todo fluya de otra manera. Como el continuista conocía a todos los actores y las actrices de otros rodajes. Todos se conocían y era bastante fluido el trabajo.

En Portugal no fue tan así, pero lo que pasaba era que ya con todos los actores chilenos nos conocíamos mucho, porque habíamos estado trabajando acá. Entonces eso reemplazó un poco el otro aspecto de camaradería que había acá en Chile. Igual allá el clima estaba feo, llovía todos los días. Acá el clima estaba espectacular. Una primavera increíble. Fue un poco más agradable filmar acá. En Portugal tenía que hacer de cuenta que estaba en Chile. Era medio raro. Son cuestiones de coproducción ambientar interiores y simular un país en otro. Esto es lo más natural.

Además imaginarse Chile que no es tu país de origen, para recrearlo en otro lugar.

Tenía a Fran Ortega, directora de arte que viajó con nosotros y tenía su asistente allá, Andrea, que era chilena también. Entonces eso ayudó mucho a tener un ojo de decir “esto podría ser en Chile”. En broma decíamos “pongamos banderitas chilenas por todos lados”. Obviamente era difícil. Pero igual, siendo interiores está más fácil. Si uno tuviera que hacer un exterior, es más complicado.

Contrastando con eso administrativamente, que oía que también tuvo dificultades para rodar en Chile.

Fue complicada la financiación. Llevó mucho tiempo, y después vino la pandemia y muchas cosas que hicieron que todo fuera lento.

¿Tienes proyectos para el futuro?

No se todavía. Estoy en un proceso. Terminé de hacer un documental al mismo tiempo que está película y estoy un poquito cansado. Quiero descansar un poco, pero no sé. Veré.

¿Le gustaría volver a trabajar en Chile alguna vez?

Me gustaría. Creo que es difícil porque son complicadas las condiciones de producción y todo. Yo cuando planteé el proyecto para Chile pensé que iba a ser más fácil, la verdad, pero costó mucho tiempo conseguir el fondo de producción. Fue difícil. Tardamos cuatro años en conseguirlo. No resultó tan fácil. Me gustaría, pero no sé si es posible. Si, por el equipo. Los actores son todos realmente increíbles. Me encantaría volver a trabajar con todos ellos. Obviamente sabía que Amparo Noguera era una actriz muy conocida, pero no tenía, no sabía cuan buena era. Y así me pasó con todos. Con Cata Saavedra lo mismo, la había visto en La nana y en alguna otra cosa, pero decidimos ponerla en un rol diferente de los que hacía ella siempre. Eso fue también muy muy lindo. Y así con todos los demás, fue una sorpresa trabajar con ellos. Para mi fueron todos extraordinarios, estoy muy contento con todos. No hay uno que haya desentonado. Me encantaría volver, pero está difícil.

Y las locaciones también. Hay algo de las locaciones que para mí era, y los actores también, era todo nuevo. Entonces, vengo de filmar siempre en Argentina, en donde ya conozco mucho los lugares y los actores. Es todo un repertorio que conozco y acá en Chile era algo completamente nuevo. No sabía cómo hacerlo.

¿Cómo fue la recepción chilena en comparación con otros lados?

Quedé muy contento. Tenía un poco de miedo, por eso de que ustedes conocen los sectores y que tal vez había algo que había captado mal yo. A veces cuando viene alguien de afuera y hace algo de mi país, puede ser con una buena visión o puede ser con “este tipo no entiende nada. ¿Qué es esto?”. Y me pareció que había una buena recepción. Después me di cuenta de eso. Ustedes a los actores ya los conocían, conocían los lugares. Iban a ver las cosas de otra manera. En otros países había risas y todo, pero acá sentí que eran risas como con conocimiento. Otra cosa.

Es decidor que al comienzo haya ese temblor y que él diga que era un terremoto. Eso creo que el público chileno ya dice “esto está pasando en Chile”.

Eso me pasó a mí acá. Yo venía y decía; “¿Escucharon el terremoto?”. “¿Qué terremoto?”, me decían.

Ficha técnica

Título original: La práctica

Año: 2023

Duración: 95 min.

País: Argentina

Dirección: Martín Rejtman

Guion: Martín Rejtman

Elenco: Esteban Bigliardi, Mirta Busnelli, Manuela Oyarzún, Camila Hirane, Gabriel Cañas, Víctor Montero, Sérgio de Brito, Ampara Noguera, Celine Wembe

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