Entrevista a la autora de “Ensayo Fúnebre” María Luisa Córdova: “Los invito a sacarse la idea de la cabeza de que la muerte es solo algo nefasto”

Por Trinidad Quinzacara

El 19 de noviembre se hizo en la Feria Internacional del Libro de Santiago (FILSA) el lanzamiento de Ensayo Fúnebre, el cuarto libro de la autora María Luisa Córdova, y su primer escrito de comedia. En cada uno de sus capítulos: Negación, Ira, Negociación, Depresión y Aceptación, se realiza un ensayo fúnebre, que protagonizarán los encargados de la funeraria “Nunca Jamás”, Elena y Felipe. Narrado en primera persona por Elena, este libro se conforma de situaciones graciosas, algunas tristes y otras inesperadas que son llevadas por o conducen a la principal pregunta de la premisa, y la que inició esta historia: “¿Y si pudieras escuchar y observar a tus seres queridos en tu velorio en vida, sin que ellos lo sepan?”.

¿Qué es un Ensayo Fúnebre?

Me gusta pensar que con esta novela puedo usar la palabra “ensayo” en sus diversas acepciones, ya sea en el sentido en que se puede tomar una palabra o expresión: ensayo como una puesta en práctica funeraria, en este caso, falsos velorios dirigidos por sus falsos muertos como protagonistas, como también puedo catalogar ciertos párrafos escondidos y catalogarlos como pequeños ensayos, entendidos como una figura literaria en donde construyó este universo con mis propios códigos, mis propias leyes. Y quiero pensar que mi ley en esta novela es el humor, o al menos es lo que intento ofrecer a mis lectores.

“¿Qué pasaría si podemos ver y escuchar nuestro velorio sin que el resto sepa?”. Mencionaste en la FILSA que esta idea, esta pregunta, surgió de una conversación y que se fue desarrollando por varios años.

Fue bacán la experiencia en la FILSA porque pude mostrar la primera novela que quiero catalogar de comedia. Siento que fue una experiencia muy buena porque pudimos mostrar nuestro trabajo en coedición con Satán Editores y Editorial Noctámbula, y al mismo tiempo poder presentar una obra que llevaba muchos años en carpeta, pero en el fondo, los tiempos en que se procesa un libro son diferentes a los tiempos que uno maneja como escritor, a diferencia de los editores. Yo siento que lo escribí ayer y salió hoy día, pero al mismo tiempo siento que lo escribí hace seis años y lo estoy editando hace ocho. Es terrible porque el proceso igual puede demorar mucho, la idea está ahí en stand by pero ya una vez escrito sientes que se hace al tiro.

¿Me podrías explicar el origen de esta historia?

Esta historia surgió hace unos 6, 7 años atrás. Se hizo con un amigo mío, muy querido, al que le dedico esta novela, a Sergio Riquelme, quien fue un artista muy versátil porque era un poeta, artista audiovisual, hacía stand up comedy. Quise rescatar un poco el humor de Sergio Riquelme porque nosotros construimos esta novela, esta idea, de 5 capítulos que son las 5 etapas del duelo. Y él ya no está físicamente acompañándonos, se liberó como él pedía que dijera cuando no estuviera presente físicamente, pero me ayudó a generar este relato que para mí ha sido muy fuerte explicarlo porque tiene que ver con la unión de la idea del imaginario que tengo del relato versus pedirle autorización a la familia de mi amigo y que me pudieran decir: “si vamos”. Con estados de Facebook, de Twitter, cosas que estaban alojadas en las redes sociales de él y de las que yo pudiera rescatar. Fue muy bonito hacer ese trabajo, que fue igual de duelo, lidiar con su ausencia un poco enojada y un poco bueno como: “voy a transformar esta pena en algo que puedo darle forma”. Y en algún momento planificamos sacar esa novela y le dije: “Escríbela conmigo”. Y me dijo: “No, no, no, olvídala, escríbela tú”. Eso hice. En realidad, en el fondo esta novela viene a rendir tributo a lo que no terminamos de concluir, pero le di un cierre, siento que fue importante.

Elena, la protagonista, tiene mucho de ti o es algo que se dijo en la presentación del libro. ¿Dirías que algo que te pasa con tus protagonistas o este fue un caso aparte?

Creo que sí, este es mi segundo trabajo de ficción, pero yo creo que siempre hay algo de corazón. Es un trabajo que siento que es 100% ficción, pero al mismo tiempo no lo es. Y no pude evitar poner mucho de mi humor, de mis estados anímicos y de los estados de las personas que quiero o que quise, que están alojadas ahí, son como recuerdos. Creo que encaja con el sentido de todos mis libros el poder decir que es una bitácora de emociones que estoy recopilando todo el tiempo, pero sí me siento muy diferente a lo que fue mi primer trabajo del 2017. Mamerta. Desconozco quién es la persona que lo escribió todo el rato. Es lo que nos persigue en realidad a todos los artistas.

Es tu cuarto libro y no tiendes a hacer historias de comedia, y en este relato tenemos mucho de eso. Ironía, de lo absurdo, en el buen sentido. ¿Qué fue lo más difícil para ti de escribir este libro, un género distinto al que estás acostumbrada?

Lo más difícil fue el tiempo que le tuve que dedicar, porque tuve que estudiar, que igual para mí es importante, yo siento que no puedo escribir si no leo antes. Siento que es como hacer elongación si vas a correr una maratón. Hay que leer antes, si te vas a sentar a escribir. Me puse a leer sobre comedia y me fui a lo clásico y fue terrible porque llegué a tragedias, las comedias de Shakespeare son de verdad una catástrofe maravillosa que me encanta. Lo amo. Pero lo que me llevó a la comedia es que yo quería rescatar sí o sí el espíritu de mi amigo, porque habían trabajado el tema de que él era poeta, artista visual, solo que nadie rescataba el tema de su comedia, su stand up comedy, y no se le publicó nada de eso y además sus estados en las redes sociales eran muy divertidos y nadie pescaba. Él me escribía: “lo que escribí de verdad es chistoso o tú solamente le pusiste me gusta de buena onda”. Era como “amigo la verdad es que sí es chistoso”. Pero no se sabe que fue así. Y en esa línea, lo más difícil fue reconectarme con él, reconciliarme con la idea de que esta novela viene a marcar el fin de una época en donde yo traté de estar con él y al mismo tiempo no estar con él, de soltarlo y al mismo tiempo impregnarme de él. Es una práctica, yo creo que es la fase del duelo, que es cuando termina el libro.

La aceptación. En el último capítulo.

Lo del último capítulo. Eso me pasó de verdad, pero en vez del mensaje escrito fue por Facebook, ese fue el mensaje. Así que está muy consolidado el final, es ficción y no ficción.

Una pregunta relacionada es que este libro te ayudó a desahogarte, a dar también un homenaje a tu amigo, Sergio Riquelme, a quien le dedicaste un precioso poema al inicio. ¿Crees que se puede, a pesar de la ficción, considerar una obra más personal?

Sabes que no. Creo que A mi mamá le gusta tomar vino es mi obra más personal, también siento que es la que más se me acerca a mi trabajo personal. Pero lo más cercano a mi fibra natural es Mamerta, porque no sólo habla de la maternidad, sino de liberación femenina, de mis primeras nociones sobre el feminismo que estaba recién aprendiendo. Estamos todos recién aprendiendo y en el fondo es difícil entenderlo, me cuesta incluso hasta el día de hoy.

Con este libro no me pasa que siento que tengo una relación, un vínculo más personal que con A mi mamá le gusta tomar vino por el hecho de que es una novela que contribuye a mi linaje materno, entonces como que no me puedo desprender de eso hasta que no escriba algo que sienta que realmente me remueva las entrañas. Esto fue una práctica porque tenía muchas ganas de aprender sobre redactar novelas o dramaturgia de comedia o de drama y aquí como que pude explicar eso.

Eres periodista y decidiste dedicarte de lleno a la escritura. ¿Dirías que el periodismo está presente en la elaboración de tus libros?

Agradezco mucho haber estudiado periodismo, creo que una de las carreras que estaba más vinculada con el proceso de del oficio literario, tuve la suerte de estar en la última generación de la maya popular de la UCN de Antofagasta. Entonces tuve la suerte de tener literatura 1, literatura 2, literatura 3 y ahora están solamente las mallas de empresarial. siento que soy el raspado de la vieja escuela y me gusta ese concepto porque siento que todas las personas que salimos de una malla curricular que tiene que ver más con las ciencias sociales que con las empresas, con las relaciones públicas, tenemos una sensibilidad quizás un poco más particular y desde esa tribuna siento que absolutamente el periodismo me ha ayudado muchísimo.

Lo que más me ha ayudado a escribir es el leer por mi cuenta, me gusta mucho leer poesía en Google. Buscar a las tres de la mañana “poetas latinoamericanas de 1950”. Así que me voy muy en la específica y he empezado a consumir ese tipo de literatura, Me gusta mucho la poesía, sobre todo de mujeres, que tienen que ver con las áreas sociales y desde esa perspectiva, por ahí voy encausada y me inspira muchísimo. Es lo que me inspira para escribir. No sé si periodismo en realidad sea como la vitrina que me ayude a ejercer mi trabajo como escritora, creo que voy un poquito más allá. Siento que el mérito va por el hecho de las horas que le dedicas donde no te ven, donde no hay una cátedra, no hay un profesor detrás poniéndote una evaluación. Es la poesía que tú puedes consumir a las tres de la mañana.

¿Cómo es tu proceso de escritura?

Puedo estar cuatro o cinco meses sin escribir nada, pero a veces de repente viene una idea que se me ocurre en cualquier parte, lo anoto, me siento y digo: “Que nadie me moleste porque necesito desarrollar esa idea”. Para mí es como una tesis escribir y terminar los relatos. Empiezo con una idea o puedo no terminarla, pero en general siempre parto desde una génesis y llego al punto final. Puedo estar cinco meses sin escribir y un mes escribiendo y editando. Siempre con silencio, no puedo escribir con música y una cosa muy extraña, necesito es que haya una pared. No puedo escribir si no hay una, si alguien me puede estar mirando detrás, me da mucha vergüenza porque siento que si estoy en el computador escribiendo alguien te puede estar leyendo, te exhibe.

Por su realismo fantástico, la excentricidad de los personajes, la comedia, el que no hay que buscarle un sentido a todo lo que pasa. Tu libro mezcla todos esos elementos ¿Cómo definirías tú Ensayo fúnebre?

Es el hijo que no me esperaba, todos mis libros son un poco mis hijos. Este era el hijo que no me esperaba, no lo tenía planificado, pero llegó, como los embarazos no planeados. No sabía que iba a tener este libro. Tenía que rescatar de alguna forma estos vestigios, estos retazos de historias y anécdotas de amores y humores y poder tenerlos en papel para poder recurrir a ellos en algún momento, siento que estoy muy agradecida, pero estoy trabajando en otras cosas, para dejar ir. Eso es Ensayo fúnebre, es exhalar. Si te lo describo pocas palabras es exhalar, papel muy caro, amistades y amor todo el rato.

¿Qué podrías adelantar del libro? sin spoilers.

Es un libro tributo a mi amigo que tiene mucho de mi corazón y de sus palabras. Una novela donde abordo la comedia, donde hay mucho de la bohemia creativa de Antofagasta, a través de Sergio Riquelme y al mismo tiempo este imaginario que es para explicarle al mundo que en algún momento tuvimos una idea con un amigo y que esta idea no se iba a quedar vagando. Sino que iba a asentarse, y se asentó en un libro. Así que pueden comprarlo en noctámbula, en las redes sociales de Satán Editores. O hablando a mi Instagram.

Los invito a sacarse la idea de la cabeza de que la muerte es solo algo nefasto, porque es terrible, pero al mismo tiempo trae algo luminoso detrás, hay un cambio. La idea es darle la vuelta a esto que nos viene remeciendo, desde el humor.

Dedicatoria en Ensayo Fúnebre

para Sergio Felipe Riquelme Ibacache

Mis muertos nunca

habían estado tan vivos,

me escriben en susurros,

me cuentan chistes al oído.

Están aquí,

contándome esta historia,

la que nos imaginamos

hace muchos años,

bailando, fumando y riendo.

Mira, los humonos compraron este relato.

¿Aún existen esos seres pálidos y extraños?

¿Y si usan este libro de posavasos,

y si encienden hogueras con este papel

cuando el mundo esté dominado por

robots automatizados,

capaces de generar lágrimas?

¿Me haces el honor

de reír para siempre

conmigo, Chepuja?

Ficha técnica:

Título: Ensayo Fúnebre

Autora: María Luisa Córdova

País: Chile

Editoriales: Noctámbula y Satán Editores

Año: 2023

Idioma: español

N° de págs.: 188

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