FESTIVAL IN-EDIT 19 Crítica de cine “Have you got it yet? The Story of Syd Barrett and Pink Floyd”: La leyenda del Syd perdido  

Por Paula Frederick

¿Es posible decir algo nuevo sobre Pink Floyd? Quizás, contar que la banda debe su nombre a Pink Anderson y Floyd Council, venerables músicos del blues (probablemente esa sea anécdota conocida, y yo quede en evidencia). Tal vez, se podría indagar en la relación actual de sus “Lennon y McCartney”, David Gilmore y Roger Waters, o en las polémicas declaraciones de este último, catalogado por muchos como antisemita. Material para analizar a una de las bandas más importantes de la historia de la música, hay de sobra. Enfoques o historias por descubrir, no tantas. Have you got it yet? The Story of Syd Barrett and Pink Floyd, documental de Roddy Bogawa y el fallecido Storm Thorgerson, ganador del Premio del Público en IN-EDIT 19, apunta precisamente a indagar en lo inconcluso. A través de imágenes de archivo, entrevistas y creaciones oníricas, la película busca atar cabos y reconstruir la figura esquiva de Syd Barrett, miembro fundador, cantante y guitarrista de Pink Floyd. Fallecido en 2006 a los 60 años, el músico fue centro y luz creativa de la agrupación, desde sus inicios hasta su abrupta salida en 1967, luego del debut del disco definitorio del rock psicodélico, Pipers at the Gates of Dawn.

Gaiteros en las puertas del amanecer. Así se traduciría su obra cúlmine, además de su último trabajo musical reconocido. Quizás, se trataba de un atardecer. O del ocaso final. Desde el día en que dejó Pink Floyd hasta su muerte 40 años después, Syd Barrett se recluyó en la casa de su madre en Cambridge, incursionado sin éxito en un par de discos solistas, para luego enfocarse en su primera pasión, la pintura. Esa dimensión de colores y formas que plasmó en sus creaciones musicales, y que al mismo tiempo alimentó con su consumo de ácido y LSD, lo que lo llevó a un delirio incontrolable y a la exclusión definitiva de la banda.

Syd Barrett es hoy una figura inmaterial, que no se puede tocar, pero sí sentir. Su imagen y su desaparición prematura siguen impactando en la vida de los Pink Floyd sobrevivientes. Así se empeña en mostrarlo el documental, donde Roger Waters, David Gilmore y Nick Mason hacen eco de esta marca indeleble que Syd dejó en sus vidas y sus formas de ver la música. El filme resalta esa sensación de tarea pendiente, esas visitas que nunca ocurrieron, esas frases que quedaron sin decir, reivindicaciones tardías y memorias dolorosas que los músicos parecen no poder dejar atrás.

Más allá de reivindicar al ídolo que ya no está, como lo hacen documentales sobre artistas como Jim Morrison, Michael Jackson, Bob Marley, Nina Simone o Amy Winehouse, Bogawa y Thorgerson buscan resolver una pregunta crucial: ¿Qué diablos pasó con Syd Barrett? Entender dónde estuvo todos estos años, qué pasaba por su mente, cómo lidió con la frustración del fin de su carrera, la exclusión de la banda que él mismo había formado, la enfermedad, la muerte en el olvido. Los realizadores hacen un intento desesperado por abarcar todos sus matices, a través de encuadres cinematográficos que lo instalan en el centro de la imagen, mientras todo lo demás queda fuera de campo. Proyecciones difusas de su tiempo posterior a Pink Floyd, fotografías tomadas por paparazis, creaciones visuales que lo muestran como un niño caminando hacia una colina iluminada, un joven en el agua rodeado de flores rosadas, un genio incomprendido cuya ansía de ir más allá a través de sustancias externas, habría destruido su conexión con lo terrenal.

Lo cierto es que Syd nunca salió de ese encierro. Como J.D.Salinger o el fotógrafo chileno Sergio Larraín, el músico comenzó a desaparecer gradualmente, hasta ser engullido por las paredes de su vida cotidiana y transformarse en una aparición casual, en un encuentro improbable y fugaz con algún fan, en una foto borrosa en la página de un diario sensacionalista. Su aspecto físico cambió radicalmente. Su mirada intensa y rabiosa, dicen, nunca desapareció del todo. Esta contraposición entre dos dimensiones, la del Syd ermitaño y los ecos actuales de sus destellos de juventud, bombean el relato de Bogawa y Thorgerson. Ahí radica su fuerza narrativa y el corazón de la historia. En el intento tardío e infructuoso por hacer llegar un mensaje a Barrett, aunque ya no viva para escucharlo.

Have you got it yet? The Story of Syd Barrett and Pink Floyd es el retrato de una relación insatisfecha. De un coitus interruptus, si se quiere. De un personaje que se bajó del escenario en la mejor parte del concierto y nunca más volvió a subir, a pesar de los vítores incansables del público. Es también una forma de acercar a nosotros, fans y espectadores, la figura escurridiza de un genio musical, cuyas bases siguen resonando en el Pink Floyd de hoy. El documental triunfa en esta tarea, que es también la principal labor del cine: volver infinito lo que creíamos mortal.

Ficha técnica
Título original: Have You Got It Yet? The Story of Syd Barrett and Pink Floyd
Dirección: Roddy Bogawa, Storm Thorgerson
Guion: Roddy Bogawa
Fotografía: Rupert Truman
Año: 2023
Duración: 94 min.
País: Reino Unido
IN-EDIT 19, competencia oficial

 

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