Por Vale Jauré
Las razones para ver una película pueden ser varias, pero las que se me ocurren para ver la nueva película de Yorgos Lanthimos son además de muchas, múltiples y diversas.
En primer lugar, no olvidar que estamos en temporada de premios. Poor Things, su título original en inglés, consiguió dar la sorpresa en los premios de la Crítica y en los Globos de Oro. Además, cuenta entre sus nominaciones a los Premios Oscar de 2024: mejor película, mejor dirección, mejor actriz (una increíble Emma Stone), mejor fotografía, mejor montaje, mejor diseño de producción, mejor música original, mejor guión adaptado, mejor maquillaje y peinado, mejor vestuario y mejor actor de reparto (Mark Ruffalo, en un papel fuera de sus opciones comunes). Por lo que para cualquiera a quien le interese de qué film se va a hablar, ya sea por considerarse ganadora o perdedora en los próximos Oscar que se realizarán el 10 de marzo, es materia obligada.
Segundo, la peculiaridad de su historia. Si bien los relatos del director griego nunca son del todo sencillos, que sean fácilmente resumibles en un par de líneas, esta historia no es para nada la excepción. De esta forma, encontramos a la protagonista absoluta, Bella Baxter, una joven revivida por el brillante y poco ortodoxo científico Dr. Godwin Baxter (Willem Defoe). Bajo la protección de Baxter, Bella está ansiosa por aprender: estamos ante un cerebro de bebé en un cuerpo de una mujer adulta. En su búsqueda de conocimiento y placer Bella se escapa con Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), un sofisticado y perverso abogado, con quien se mueve en escenarios fantasiosos por distintas ciudades del mundo.
Esta historia está basada en la novela del mismo nombre de Alasdair Gray, escritor, poeta y artista escocés. Lanzada en 1992, la novela ganó los premios Whitbread Fiction Award y el Guardián de ficción, y todo parece indicar una reedición y sus respectivas traducciones tras la salida de la película.
Tercero, el cautivante Yorgos Lanthimos. Este director y guionista cuenta con un estilo y un enfoque únicos, que ha resultado en que sus obras sean altamente reconocibles por hablar de mundos particulares, con reglas propias, y con temáticas que retan al espectador en cuanto sus valores éticos y estéticos. Es un autor, que a pesar de haber dado el paso hacia Hollywood, ha podido tomar lo mejor de ese mundo (presupuestos y estrellas de la interpretación) para profundizar en su forma particular de hacer cine.
Así ya veíamos en Canino (2009), una exploración incómoda sobre la alienación y el control social, que luego con su salto de 2015 y el filme Langosta lo consolidó a través de esta comedia negra distópica, protagonizada por Colin Farrell y Rachel Weisz, que recibió la aprobación de la crítica y fue su primera nominación al Óscar, por mejor guion original. Seguidamente, con La favorita de 2018 obtuvo múltiples nominaciones, teniendo como ganadora a Olivia Colman como mejor actriz.
Cuarto, las continuas referencias al cine. Con base en decorados e imágenes por computadora se nos aparece un mundo victoriano surrealista que trae a la memoria clásicos como Frankenstein, o incluso El hombre elefante de David Lynch. La fantasía nos sumerge en un vestuario que evoca lo mejor de Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton, a la vez que el maquillaje de la figura monstruosa del Dr. Godwin Baxter nos retrotrae a El fantasma de la ópera. De esta forma, múltiples alusiones a lo mejor del séptimo arte hay por montones, y es una invitación a estar atentos en todo momento, como por ejemplo en la búsqueda de identidad y la base de esta a partir de la confrontación con su creador, argumento que también que podemos encontrar en la recomendadísima Ex machina de 2014 de Alex Garland o en la oscura La piel que habito de 2014 de Pedro Almodóvar.
Quinto, las polémicas. Muy pocas cosas dan tanta publicidad a una película como las polémicas que pueda encender a su alrededor. En este caso, la primera y más notoria es dada por su censura, en virtud de una escena que se tuvo que cortar en Reino Unido. Esto, porque con motivo de su búsqueda de conocimiento sin moral ni restricciones culturales, el personaje de Emma Stone tiene encuentros sexuales de todo tipo. Entre esos, se ve que mientras ejerce la prostitución un padre la contrata para enseñarles a sus hijos cómo tener sexo. Fue por esto por lo que la Junta Británica de Clasificación de Películas, que se encarga de clasificar y censurar las películas, indicó que de no modificarse se calificaría para mayores de 18 años, cuestión que limitaría notablemente su proyección en cines. Lo anterior, otorga una nueva capa al film, como el preguntarnos qué tanto ha cambiado la sociedad victoriana.
Por otro lado, y en un orden minoritario, una lectura que se puede hacer sobre esta historia, apunta a un sueño masculino en que esta criatura con un cuerpo de mujer deseoso y sin límites, con la capacidad de asombro de un infante, se entrega por ingenuidad más que por convicción al placer o incluso a las ideas del socialismo. Esto, en contraposición a la lectura de muchos que han visto en Bella Baxter una figura liberadora y feminista. Quizás no es ni lo uno ni lo otro, sino que más bien abre las posibilidades por fuera de las convenciones sociales, de ser capaces en tanto mujeres de no someter ni el cuerpo ni el espíritu, aunque como toda buena obra permite múltiples interpretaciones.
Sexto, la increíble Emma Stone, que hace un trabajo de interpretación despojado de vanidad y de furiosa locura en constante movimiento. Séptimo, el humor. Es una sátira que no olvida que la mejor forma de instalar ideas a largo a plazo es a través de una buena risa en su público. Octavo, noveno y décimo: es un viaje que se extiende más allá de encendidas las luces de la sala al terminar la película. Acompaña de vuelta a casa, con cuestiones como el libre albedrío, los límites morales y la identidad.
En fin, ¿Por qué ver Pobres Criaturas?
Porque al igual que su protagonista es optimista y esperanzadora. Posee un punto de vista libre que se enfrenta a los censores y a los cínicos. Es, sin duda, una experiencia que vale la pena vivir.
Ficha técnica
Título original: Poor Things
Año: 2023
Duración: 141 min.
País: Irlanda- Reino Unido
Dirección: Yorgos Lanthimos
Guion: Tony McNamara. Novela: Alasdair Gray
Música: Jerskin Fendrix
Fotografía: Robbie Ryan
Reparto: Emma Stone, Mark Ruffalo, Willem Dafoe
Distribuidora: Cinecolor films