Por Galia Bogolasky
Entrevistamos al actor con la mayor trayectoria del teatro nacional, que a sus 86 años sigue activo y actuando, protagonizando la obra Hamlet deambula en círculos en Teatro UC. La puesta en escena, dirigida por Cristián Plana, mezcla la memoria del actor interpretando a Hamlet hace más de cuarenta años, con reflexiones personales y pasajes claves del clásico de Shakespeare.
En la obra Héctor Noguera evoca ciertos momentos de su interpretación de Hamlet en 1979, y va entrelazando instantes del personaje con sus pensamientos y emociones. Diálogos internos que quedaron plasmados en uno de los capítulos del libro Autobiografía de mi padre. Memorias actorales, escrito por Damián Noguera y publicado en 2022.
Esto fue lo que nos contó en esta entrevista que tuvimos en el escenario del emblemático Teatro UC.
Primero partamos con los inicios, pensando que usted es una de las personas que lleva más tiempo haciendo teatro en Chile, durante más de 60 años ¿Cómo fueron los inicios en las tablas?
Tengo la sensación de que yo fui llevado hacia el teatro, más que yo ir al teatro, porque desde muy niño, yo sentía mucha atracción por el teatro. Yo tenía una prima que le gustaba el teatro, mayor que yo, y me llevaba siempre al teatro para ver obras, y cuando volvía a mi casa siempre intentaba reproducir las obras que veía, no las entendía, la mayoría de las veces lo entendía re poco, pero me gustaba lo que ocurría en el escenario, el movimiento de la luz, la energía, la magia que salía de ahí, para mí era muy impactante y me quedaba muy grabada. Después en el colegio empecé a hacer teatro, con un grupo de teatro escolar, dirigido por nuestro profesor Don Alfredo Peña, que escribía él las obras o adaptaba obras y siempre estábamos trabajando, siempre estábamos haciendo teatro. Para mí la actividad de teatro en el colegio era mucho más importante que las materias propias del colegio, estaba muy imbuido en eso. Todos los años teníamos papeles, entonces empecé de esa manera a hacer teatro, a jugar con mis primos, mis amigos, a jugar a hacer obras de teatro. Estuve haciendo teatro desde muy niño y después no sabía que yo podía hacer de eso una profesión, una vida, entonces pensé estudiar otra cosa, soñaba con que iba a ser doctor a lo mejor, sin saber mucho de que se trataba. Después me di cuenta, mis propios amigos de colegio me dijeron, como veían mi entusiasmo en el teatro, que yo debía ser actor, pero no sabía que de eso se podía hacer una vida, así que fin, uno comienza a aprender. Comencé a ir a ver espectáculos, ya no de niños, sino que de adultos, iba mucho al teatro y cada vez me sentía más seducido por el teatro y finalmente entré a estudiar arquitectura, pero puse muy poco interés, entonces no me fue muy bien y me retiré de ahí. Después quise estudiar teatro, pero como tuve una oposición familiar muy fuerte, comencé a estudiar al mismo tiempo literatura, también en la Universidad Católica y al mismo tiempo teatro. Finalmente la literatura pasó a perderse y seguí con teatro. Había dos grandes escuelas que era el teatro en Universidad de Chile y teatro de la Universidad Católica y yo pensé que si entraba a la Universidad Católica el escándalo en mi familia no iba a ser tan grande que si entraba a la Universidad de Chile, que tenía fama de teatro político, entonces no iba a ser tan escandaloso. Así empecé en la academia de teatro de la Universidad Católica y estudié tres años. El segundo año empecé a trabajar en el teatro de la Universidad Católica con una obra, uno de los pocos musicales que se hacían en la época, que fue Esta señorita Trini de Heiremans y Carmen Barro. Después hice un papel protagónico en la obra siguiente que era El ángel que nos mira con un director norteamericano que llegó y me eligió a mí para hacer, porque el protagonista era un joven, un muchacho de 19 años, yo tenía 21 y sentía que era viejísimo y se me iba a notar que tenía 21 años y no 19, así que con un poco de vergüenza por ser tan viejo, asumí encantado el papel, pero con cierto temor que se me fuera a notar la vejez a los 21 años.
Después formó parte de la compañía del Teatro Experimental de la Católica haciendo muchas obras, ¿Cuáles son los primeros recuerdos de obras que montaron con la compañía?
El ángel que nos mira, y después también fue para mí muy importante Deja que los perros ladren de Sergio Vodanovic, después se hizo una película que dirigió Naum Kramarenco en la cual hice el mismo personaje que en el teatro. Versos de ciego también, con esas tres obras viajamos a Europa, a Madrid, al Festival de las naciones en París, entonces fue importante.
¿Cuándo empezó a insertarse en los textos de Shakespeare? Uno de los autores con los que más ha trabajado.
Yo creo que el primer Shakespeare que hice fue en el Teatro Universidad Católica, también indudablemente, en donde hice también bastante Moliere porque el presidente del teatro de la Católica era muy admirador de Moliere, pero yo creo que quizás fue Mucho ruido pocas nueces, ese primer Shakespeare que hice en el Teatro de La Católica y después de ahí hice algunos otros. Hamlet por supuesto, uno de los que más me marcó, porque fue una experiencia extraordinaria, ser Hamlet es extraordinario. Después hice El Rey Lear mucho tiempo después. He tenido ese privilegio de hacer esas grandes obras, esos grandes personajes, con grandes montajes también, entonces ahí ya son los primeros contactos con Shakespeare más profundos.
¿Y son las obras que más lo han marcado?
También Calderón de la Barca con La vida es sueño, he hecho muchas versiones de La vida es sueño, y una versión que todavía hago es un unipersonal que sigo haciendo. Calderón de la Barca, Shakespeare, Moliere, López también he hecho algunos, pero he tenido harto contacto con los clásicos, en realidad me gustan mucho. Creo que son autores que uno puede retomar siempre y que en las diferentes etapas de la vida, uno va teniendo diferentes visiones de esos autores y esas visiones son siempre muy enriquecedoras en todas las etapas de la vida.
¿Cómo fue crear el Teatro Camino? Primero partió como compañía y después como una sala de teatro, en su faceta como gestor.
Teatro Camino partió, “sin querer queriendo” como dice el Chavo del 8, empecé a hacer un monólogo que me dirigió María Elena Duvauchelle, que era El contrabajo de Patrick Suskind, con esa obra comencé. Después de estrenar la obra quedó muy bien, María Elena hizo una dirección para mí muy enriquecedora y muy importante, me dio conceptos muy importantes sobre la actuación en ese momento que a mí me sirvieron mucho, y en el futuro. Después de eso comencé a hacer giras con la obra, yo pedí a alguien que me ayudara alguien del Teatro Ictus, donde yo estaba trabajando también, que era un tramoya que es José Cheuque, con él comenzamos a hacer giras, con esa obra. Después también con La vida de sueño, con el unipersonal de La vida es sueño que surgió solo. Un buen día le dije yo a Pepe: “sabes nosotros somos una compañía, ya llevamos dos obras y parece que somos itinerantes porque vamos haciéndolas de un lado para otro”, entonces me dijo: “tienes razón, somos una compañía”, entonces le pusimos Teatro Camino por esto de transitar, por esto de caminar, por esto de ir, de estar yendo siempre algún lado y también tomándolo como un camino de vida, entonces por eso lo bautizamos así y seguimos adelante hasta el día de hoy.
Toda esta historia de su vida con tantas obras, montajes, además mucho cine, televisión y todos los formatos que ha experimentado, su hijo hizo la Autobiografía de mi padre, y en ese libro rescata un capítulo sobre la versión de Hamlet del 79, donde aborda cuando se fue a blanco en una parte de la obra y eso es lo que termina confluyendo en esta obra que se acaba a estrenar, se reestrenó porque tuvo su primera temporada en Teatro Camino y se reestrena ahora en la Católica, Hamlet deambula en círculos. Cuéntame sobre esta obra y cómo surge también a partir de la autobiografía.
Este libro de Damián ha llevado a lugar a participar dos veces en el Teatro, uno, el primero que es Primavera en una esquina rota, hay un trozo de la biografía que se cuenta y se expresa ahí, y ahora con este Hamlet. Siempre la lectura de los textos del Damián para mí fueron muy inspiradores, aun cuando venía de mi narración, Damián los transformaba dándole un valor especial, para mí son recuerdos no más, él valoraba esto, le da un valor con su escritura. Un capítulo está destinado a Hamlet y ahí comenzó a surgir la idea de hacerlo. Yo suelo leer trozos del libro en diferentes oportunidades, en diferentes ocasiones, y a veces leía también lo de Hamlet. Entonces ahí fue surgiendo la idea de hacer un espectáculo teatral y ahí coincidí con Cristian Plana, que también había leído el libro, había leído también Hamlet y también sintió la inspiración de presentarlo en escena. Entonces ahí nos encontramos y coincidimos en eso y partimos con el proyecto, aprovechamos la existencia de Teatro Camino, su aparato de producción, de gestión para encaminarnos a presentar la obra. Es así como ya estamos haciendo esta segunda temporada en Teatro de la Universidad Católica, lo cual es muy significativo, se estrenó en Teatro Camino, pero ahora la estamos haciendo la temporada, porque Hamlet fue estrenada en este mismo escenario en el que estamos sentados los dos aquí, y era el lugar original del texto, donde surge el texto, entonces volver al Teatro de la Universidad Católica con Hamlet, pasando por el tiempo, pasando por las épocas, pasando por mi edad, pasando por todo ese aspecto, llegar a ser una nueva versión de eso es una reflexión, un recordatorio, una remembranza de lo que fue eso, pero pasado por las épocas y pasado por el día de hoy, creo que se transformó, y a Damián también le gustó mucho la idea. Partimos leyendo, ensayando y hasta que llegamos al resultado que tu conoces.
Es bien irónico en el fondo también pensar de que todo este capítulo del libro se basa en este episodio del olvido…
Claro, Damián lo centró ahí, el capítulo no es únicamente eso. Lo que yo narré fueron muchas cosas de Hamlet, pero a él lo que más le llamó la atención fue lo del olvido, porque siempre he tenido la curiosidad de saber, y me decía: “Qué le pasa a una actor cuando tiene un blanco, cuando se le olvida un texto, qué hay en su cabeza, qué le ocurre”. Entonces hablamos mucho de eso, él lo transformó en el centro del capítulo y también fue lo que más le interesó al Cristian Plana, por eso lo pusimos en escena.
Ustedes están muy activos y hacen muchas producciones, me imagino que su memoria está intacta y veo que también recuerda episodios de toda su vida de manera impresionante, ¿Cómo lo hace para recordar el texto y tener esa memoria activa?
No lo hago solo, lo hago con Catalina Stuardo, compartimos bastante el texto, no es una obra en que yo esté solo con el texto, sino que el texto está muy complementado con Catalina, entonces eso lo hace mucho más fácil.
¿Cuál fue el mayor desafío para usted al volver a remontar esta obra y pensarla después de 45 años?
El desafío grande es poner en escena algo que no es teatro, sino que es prosa y convertirlo en espectáculo teatral. El mérito de eso está en el director, en Cristian Plana, que logró hacer que un texto de prosa sea un espectáculo teatral. Eso es gracias a su talento, a su experticia y a su interés por el texto también, y de ganas de ponerlo en escena. El mayor desafío era cómo hacer algo que es prosa hacerlo espectáculo teatral, no una charla, no una lectura, sino que un espectáculo teatral. Para eso Cristian incluyó todos los aspectos escénicos; iluminación, el archivo con las fotos, el teatro, el sonido, la música, que también escribió la música para la obra, que es muy linda y que está muy adecuada al espectáculo. Son hartos los factores, hartas las personas que participamos en esto, como siempre en el teatro.
Sí, es un trabajo colectivo. Tenemos esta temporada que quedan un par de semanas ¿El teatro es el arte que más le acomoda?
Si, el teatro es el que más me acomoda, porque además es el más manejable por el actor, porque el cine y la televisión depende de mucho más factores. Uno es solamente un pequeño tornillo en todo el engranaje, en cambio en el teatro el actor es mucho más responsable del total.
Es una experiencia única cada función.
Es una experiencia única cada función, entonces eso lo hace lo hace muy atractivo
¿Qué piensa a futuro? ¿Qué tiene ganas de hacer que cree que no ha hecho?
Nunca me he puesto metas, “quiero llegar a hacer tal cosa”, sino que siempre he tenido el privilegio de hacer grandes personajes, y otras obras no, que son obras sencillas sin grandes personajes, pero la verdad es que nunca me he puesto mucha meta, pero siempre voy “haciendo camino al andar” como dice la canción, y siempre me ha tocado. He tenido trabajo, he tenido también el privilegio de que el trabajo me llega mucho. Yo también he propuesto mucho trabajo, porque al tener un teatro yo propongo las obras que se hacen allí también, tanto las externas como las internas. Yo también estoy proponiendo mi propio trabajo, pero también vivo de eso, de lo que yo propongo hacer y de lo que llega externo, pero la verdad es que siempre el flujo ha sido bastante fuerte.
¿Cómo ve la cultura en Chile? ¿Cómo se desarrolla con las dificultades que surgen, con el tema del financiamiento, mantener un teatro y hacer la gestión, levantar proyectos? ¿Ve que desde sus inicios hasta hoy ha habido un progreso en el desarrollo cultural?
De desarrollo cultural ha habido progreso. Cuando yo era joven habían cuatro o cinco compañías, ahora hay ene compañías. Cuando yo era joven nos conocíamos todos en el teatro, ahora hay un montón de jóvenes que no conozco, que no sé lo que hacen y ellos no les interesa mucho lo que hago yo también, están más llevado por lo que ellos hacen, lo cual está muy bien, es un signo de crecimiento. Entonces indudablemente hay mucha creatividad en este momento, creo que hay muchas obras muy buenas en cartelera, con muchos talentos. Lo único que es lamentable siempre es que no hay una política de estado con respecto a las artes, no solamente con respecto al teatro, pero tampoco hay con respecto a la ciencia, tampoco lo hay con respecto al deporte, tampoco lo hay con respecto a muchas cosas, hasta la misma educación, pero siempre es una actividad precaria, en el sentido que no tiene el presupuesto necesario; siempre vivimos en la incertidumbre de qué es lo que pasará. Hacemos una obra y siempre nos preguntamos o hacemos un programa de televisión o una teleserie o una película y lo hago y después ¿qué pasa? ¿y después de esto qué? Para las compañías teatrales es más graves, porque tenemos muy poca ayuda, no hay una política de Estado, de ayuda. Creo que tiene que haberla, yo creo que el teatro es una actividad que sí merece tener un presupuesto fuerte del Estado, y que no solamente dependa de la taquilla, creo que es importante, creo que los espectáculos tienen que llegar al público y el público reconocerlo, pero también los artistas tiene que tener cierta libertad de poder crear y experimentar, investigar, en cosas que no necesariamente se sabe van a tener un gran público, pero son importantes y necesarias para el progreso del arte. Todos los artistas, lo hacen los artistas visuales, los artistas de la música, de la literatura y siempre hay una parte de las artes que se investiga y que se arriesga, que no se va a la segura, hay cierta parte que se va a la segura y es indispensable hacerlo, porque eso es lo que te financia, pero está el otro lado que tiene que tener un apoyo estatal para que los artistas puedan hacer eso y no solamente depender de la taquilla, porque eso es muy caprichoso. Entonces tienen que ser las dos cosas.
Ficha artística
Título: Hamlet deambula en círculos
Texto y composición musical: Damián Noguera
Dirección: Cristián Plana
Elenco: Héctor Noguera y Catalina Stuardo
Diseño de iluminación: Raúl Donoso
Diseño de vestuario: Franklin Sepúlveda
Producción general: Piedad Noguera
Producción ejecutiva: Alexis García
Fotografía: Elio Frugone – Fototeatro.cl
Diseño gráfico: Laura Galaz
Técnico en sonido: Manuel Ramírez
Técnico de iluminación: Alexis Leyton.
Coordenadas
Temporada: 11 de abril al 11 de mayo, jueves a sábado a las 20.30 h, sala Ana González, 1er piso Teatro UC, Jorge Washington 26, Ñuñoa.
Entradas: en boletería del teatro (atención de martes a sábado, de 15 a 20 h) y Ticketplus
https://ticketplus.cl/events/Hamlet-deambula-en-circulos
Valores: Boletería $12.000 general; $6.000 estudiantes y personas con discapacidad; $7.000 personas mayores; $8.500 súper jueves. Consultar otros descuentos y convenios válidos en compras presenciales aquí. Ticketplus: $12.500 general; $9.000 súper jueves y $6.500 personas con discapacidad. Club La Tercera: 50% descuento sobre la entrada general.