FESTIVAL DE CANNES Entrevista al director de “A savana e a Montanha”, Paulo Carneiro: “El cine no va a morir como este pueblo no va a morir”

Por Gabriela Bravo desde Cannes

El director portugués Paulo Carneiro, presenta en la Quincena de Cineastas su película A Savana e a Montanha (La sabana y la montaña), una ficción que recrea la lucha de unos agricultores portugueses del pueblo de Covas do Barroso, que entablan una lucha para que no se instale una minera en sus tierras, ya que esto provocaría un enorme desastre en el ecosistema.

Es así que poco a poco comprenden que la única solución posible es unirse y dar la pelea a esta enorme compañía minera. Ellos con sus azadones y sus tractores, esperan librar una batalla de David contra Goliat

Culturizarte conversó con el director Paulo Carneiro en Cannes

¿Cómo nace la idea de hacer esta película?

Estaba estrenando mi primera película, Busto Frío, en las salas de cine en Portugal y algunas personas de Covas do Barroso, que es un pueblo como a 5 kilómetros de donde nació mi padre – donde hice mi primera película – empezó a acercarse proponiendo que los pudiera ayudar haciendo algo. Y en ese momento yo estaba montando cosas, no podía, no tenía tiempo. Durante la pandemia vi un video que me chocó un montón, de todo lo que iban a destruir, de la deforestación que ya había y que pensaban abrir caminos para hacer una prospección de litio allá. Ahí se armó la cosa, yo fui a Covas do Barroso y empecé a hacer contenido para las redes sociales, y en un momento me di cuenta que tenía sentido pensar cómo el cine, cómo el gesto de cine, la forma, más que la narrativa, podría ayudar en la lucha y amplificar lo que pasaba. No me interesaba hacer una película revolucionaria que no piense el cine en su forma, y me puse a pensar cómo armar todo esto. Y empezamos ahí. Porque no creo que sea una película que se quede solo en el tema de lo que está pasando. También hay algo del amor al cine, del gesto de cine y lo que eso tiene que ver con lo que pasa allá. Como también la lucha es un gesto. Eso me interesa. 

La primera vez que uno ve esta película, se pregunta: “¿Es un documental, es una ficción?”. Me interesa el proceso creativo de cómo lo decides hacer. Porque es una ficción y a la vez una recreación, ¿o no?

Sí, es una recreación, pero con mezclas de cosas de género, con la historia portuguesa y con el exotismo de esta idea que es una melancolía que une Portugal a Uruguay, por eso es una coproducción. Se arma como una recreación, pero también a través de los ojos de los protagonistas y de mis ojos. Pensando cómo hacerlo, pero creando también cosas de backstory que no existen. Tiene mucho de una fábula, también un montón de cosas que vienen de lo que pasó o qué estaba pasando en ese momento. Pero todo mezclado, es como decir que el plano es documental y el contraplano es ficción. Toda la creación de los personajes está inspirada en la realidad, pero con mucha ficción. Es medio raro, pero es lo que es. 

¿Pero los personajes existen?

Sí. Algunos estuvieron en la proyección.

¿Existen y se están encarnando a sí mismos?  

Mezclados con otras cosas

Quería saber ¿Cómo fue el trabajo de dirección de actores? porque ellos no son actores profesionales, ¿o sí?

No, ellos no son actores, son todos del pueblo. Tuvimos que preparar muchas cosas porque en un momento me di cuenta que era aburrido para ellos, como no son actores, son agricultores y tienen animales, no tienen tanto tiempo. Así que lo armamos para que se pudieran divertir haciendo la película. Porque yo me divierto mucho rodando. En algunos momentos fue un poco difícil. Pero por eso la creación de personajes de ficción ayudó, con historias que no son de ellos, algunas cosas sí. Porque se están encarnando a ellos mismos, pero con algunas diferencias. Era más fácil ir por ahí, por una cosa más de ficción, porque ahí no estaban pensando en sus vidas, cuando estaban actuando.

¿Cómo lograste hacer este retrato de la ruralidad de Portugal? Que está bastante bien hecho.  

Es la mirada que tienes con la gente. Cómo los miras. Si los miras desde arriba, se igual a igual, o si los miras desde abajo. Creo que no lo puedo explicar. Mi padre es de allá y conozco el lugar. Tiene que ver también con mi idea del cine, de la justeza que tiene el cine, de las posibilidades que abre, pero también con la justicia que hay que tener con la gente que estás retratando. Creo que es una cosa de mirada. Es como tu eres. No hay mucho que pueda explicar. Yo creo que eso se ve, no tuve que pensar: “Ah, voy a armar esto y rodar esto con justicia para ellos o no”. Es natural.

¿Los diálogos fueron escritos o son improvisaciones?  

Los diálogos fueron escritos con ellos, también con Alex Piperno, que es un co-guionista. Es una mezcla de muchas cosas. Es entre eso, yo, la realidad, Alex, y la facilidad de encontrar puntos de diálogo. Cuando se les hacía difícil había que adaptar los diálogos para que les fuera más fácil. Esta historia habla de una revolución. De un inicio de revolución, de un germen de revolución en estas personas que han vivido una vida tranquila, hasta la llegada de esta minera, que viene a trastornar la vida y no solo la vida humana, también el ecosistema. 

¿Por qué es importante hablar de esta revolución? Es una pequeña revuelta, en un pequeño pueblo, en un pequeño país.  

Pero que representa mucho más. Representa el cine que tiene que ganar. Es peligrosa esta idea del cine que se ve en la tele, el cine que se queda en las plataformas de streaming y el audiovisual que está contaminando al cine y lo que es el cine. Para mí en la película también se arma la revolución del cine, que quiere decir: “El cine no va a morir como este pueblo no va a morir”, pero el cine nunca va a morir. Para mí es una mezcla de eso. No es solo la idea del pueblo y de lo que pasa ahí. En ese sentido vemos una escena con un caballo, que como Napoleón va a llegar y se va a enfrentar algo, es como decir: “La revolución nunca termina, el cine nunca va a terminar”. Por eso hay referencias a western clásicos, también hay muchas cosas del cine portugués, de la ironía del Río de la Plata y que está mezclado con una melancolía, pero que al final mi statement es decir: La lucha nunca termina. Es la lucha que está en la película, una lucha contra gente que no ves. Te das cuenta en los personajes que están allá trabajando para la minera, que también son trabajadores, son gente que vive ahí, no son los jefes. No podemos ver al enemigo, es imposible porque está allá arriba, en una secretaría, en los papeles, solo ves su firma, es todo lo que sabes de ellos. Entonces, ¿qué puedo hacer? Solo puedo ganar a través del cine. Es así como pensé la película.

Hay una parte importante de la película que es la música. Me gustaría saber cómo la elegiste o si vino ella a ti, ¿Pertenece al señor que la canta?

La música es de Carlos Libo. El sonidista y yo, discutimos con Carlos sobre cómo hacerlo.Yo sabía que a él le encantaba la música y que le gustaba escribir versos. Me hacía pensar en Miguel Torga, que es un autor de por allá que escribió mucho sobre la región. Así que en un momento me di cuenta que tenía sentido empezar a crear canciones de revolución para el lugar. Que no tuvieran que ver necesariamente con la película, pero empezar a poner esa músicas para que se convirtieran en himnos de la revolución, de la lucha, que no pertence solo a esa región, sino también a todo Portugal.

Hay que pensar también en la historia de Portugal, en la revolución de los claveles, que fue el 25 de abril de 1974. La inspiración de Carlos va por ahí también: José Mário Branco, José Zeca Afonso, todas esas potencias de la música. Así empieza a entrar en la película. Porque no estaba pensado para eso, pero en un momento nos dimos cuenta que tenía mucho sentido. Si conoces el proceso del 25 de abril de 1974, y vuelves a mirar la película, vas a entender que eso está ahí. Fue orgánico armar todo junto, y me dio esa idea de Dios, porque cuando ya no encuentras una solución, tienes que pensar en una cosa que no ves, creer en algo. Eso tenía mucho que ver con sus letras. 

Es cierto que tiene algo de José Zeca Afonso, el cantor de la revolución portuguesa de los claveles.

Sí, porque es su héroe. Pero, ¿sabes lo que es lindo? Es lindo que use el vocabulario de la región y que hay cosas muy propias del lugar. Pero sin quedarse en esa idea de la revolución, aunque esto es cine revolucionario, lo que creo que es revolucionario es también el gesto. Porque, ¿cuál es la idea del cine revolucionario? Películas en que no importa tanto la forma sino solamente la temática, y ya está. Pero yo sabía que me interesaba explorar la forma y no solo rodar un tema importante. Quedó muy claro que tenía que tener esta agudeza, un cuidado formal. Es como decir al final ¿Quién gana?, la lucha nunca termina, y quien va a ganar es el cine. He dicho eso un montón de veces, pero es así. Porque lo pensamos así en la edición.

Los personajes que participaron en la película ¿ya la vieron? ¿Cómo la recibieron?

Algunos la vieron. Me dijeron que no lo podían creer, que cuando vuelva a Covas de Barroso vamos a hablar. Me dijeron que el presidente de la Intendencia estaba casi levitando y es la respuesta que todos me dieron, que cuando vuelva a Covas do Barroso tenemos que hablar. Queremos hacer una proyección al aire libre con toda la gente. Ahí hablaríamos, porque vivieron muchas de emociones la primera vez que vieron la película. Para mí era importante guardarla para el estreno, para que pudieran verla en ese momento, porque es una experiencia.

Además estas personas no están acostumbrado a verse en la pantalla grande como héroes, sino agricultores. 

Sí, ellos dominan la película. Fue lindo. Como rodé varias veces, lo que pasó es que iba construyendo campo contra campo y ellos no tenían ni idea de cuál era el campo, cuál era el contra campo y nada les hacía sentido. En 2021 armaba el campo y después contra campo en 2022. Además, el pueblo es una creación geográfica que no existe. Es decir, existe el pueblo, obvio, pero su geografía, eso es una cosa de cine. Es construir. ¿Cómo se puede construir o reconstruir el lugar sin quedarse en la banalidad de lo que es el lugar? Como decir: “Entras allá, pero sales allá”. Y eso en la realidad geográfica del lugar no existe, no puede ser. El cine tiene esa posibilidad de creación de geografías. Es muy lindo pensar en esa idea. Por eso te hablaba mucho de la forma, de la importancia de la forma y ese gesto.

Ficha técnica

Título: A savana e a Montanha/ Savanna and the Mountain

Género: Drama

País: Portugal

Año: 2024

Duración: 77 minutos

Director: Paulo Carneiro

Elenco: Aida Fernandes, Maria Loureiro, Elisabete Pires, Daniel Loureiro

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