Crítica de cine “Borderlands”: Más acción, menos sentimientos

Trinidad Quinzacara

El director Eli Roth vuelve con la adaptación del videojuego homónimo, Borderlands, trabajando en conjunto con la productora de Avi Arad, que ya tiene experiencia en adaptar juegos de consola después de haber llevado a la pantalla el éxito de taquilla Uncharted en el 2022. Ambos regresan con una historia desarrollada en un mundo distópico, futurista, que sigue a un grupo de seis marginados quienes se ven en una misión que los convertirá en héroes. La trama puede sonar algo similar a la de Los Guardianes de la Galaxia (2014), pero entre otras diferencias, esta película es dirigida por Eli Roth, el mismo hombre que creó Hostal (2005), conocido por su estilo violento.

Se sigue desde un principio a la cazarrecompensas, Lilith, que a raíz del encargo de recuperar a la hija de Atlas, un hombre poderoso y peligroso, viajará al planeta de Pandora, lugar inhóspito, salvaje y desértico en el que irá armando su equipo de aliados para salvar a la pequeña.

Aunque no tenga un guion con giros de tuerca impredecibles, ya que se mantiene muy apegado a lo que se conoce como “el viaje del héroe”, es innegable que el ritmo de Borderlands es rápido y no es aburrido. Partimos con acción y seguimos bombardeados de ella durante toda la película, lo que puede ser el principal error de Roth. Ya que tenemos muchos altos en este aspecto y los pequeños momentos de conocer a nuestros personajes se vuelven una caída, y al ser poco frecuentes hay una falta de profundización en ellos.

La acción no es problema porque este director es un experto en el manejo de cámara para elaborar escenas atrapantes en la que todos peleen hasta la muerte, incluso aunque haya bajado de nivel su acostumbrado gore a un estilo menos sangriento, lo consigue con gracia, sobretodo en las secuencias que son en espacios cerrados, con grandes cantidades de personas y de armas. Transmite muy bien la esencia de estar dentro de un videojuego en estos momentos en los que deben huir de sus asesinos corriendo por túneles o se puede identificar cuando están cumpliendo una misión que es parte del juego. Y también hace, en más de una ocasión, un guiño a su compañero de otros trabajos, Quentin Tarantino.

El mayor inconveniente del filme se encuentra en las escenas “sentimentales”. Estos momentos diseñados para generar empatía con los personajes resultan superficiales y poco efectivos. Hay pocos y los que están les falta algo para funcionar, se sienten trillados o simplistas. Lo que es sorprendente siendo Craig Mazin, el escritor de series como Chernobyl (2019) y The Last of Us (2023), el responsable de este guion. Aunque tuvo que ser complementado por Zak Olkewicz por falta de tiempos. Y se terminó por usar el seudónimo de “Joe Crombie” en los créditos.

El casting es de élite, con Cate Blanchett como protagonista, Jamie Lee Curtis como una miembro de este grupo de inadaptados, que son actrices que no importa qué rol les den, uno sabe que darán lo mejor de ellas. Es incluso que con estas increíbles actrices no se logra llegar a una conexión con sus personajes, solo tenemos una pincelada de sus motivaciones y una maqueta de sus personalidades. Por un lado, la asesina a sueldo que se encariña con un grupo de extraños y por el otro una científica loca y rara obsesionada con un propósito. Además, recae la mayoría de la trama en Lilith, el personaje de Blanchett, cuando basados en el juego, que es con personajes intercambiables, podrían haberse considerado a más del grupo principales o al menos darles más protagonismo. Lo que nos deja sin conocer cuál fue el momento decisivo para que Roland, un soldado enemigo abandonara su puesto y decidiera proteger a una niña. O tener más detalle de personalidades entretenidas como Tina, la joven que lanza peluches con bombas adentro.

En otros aspectos como la paleta de colores y la escenografía de los mundos, algo que es de los principales atributos que tiene el juego por la calidad y detalle de su estética, en el filme hay un desbalance entre lo novedoso y lo clásico, con colores amarillos para el desierto y azulados para la ciudad futurista, y planos o espacios poco prolijos. Mientras que los efectos visuales si consiguen originalidad, ya que tienen un estilo definido y característico de la producción de Arad, que en momentos imitan el diseño de los juegos que están recreando, lo que se ha convertido en parte de su sello para este tipo de adaptaciones. No es que en todas las escenas ocupen esta animación con cel-shaded, pero sí está muy presente, como un punto a favor, ya que le entrega un diseño único al dar una versión realista de los videojuegos.

Tal vez la justificación a la principal problemática es que Roth no tuvo el tiempo suficiente para dedicarle a la película y debieron pedir la ayuda de Tim Miller, conocido por Terminator: destino oculto (2019), un experto de la acción también. Por lo que sumados se consigue una película con buenos momentos de acción y escenas divertidas que en sus partes entretiene y cumple como adaptación, pero le falta sentimiento.

Ficha técnica

Título original: Borderlands

Dirección: Eli Roth

Guion: Eli Roth, Joe Crombie

Reparto: Cate Blanchett, Kevin Hart, Jack Black, Ariana Greenblatt, Florian Munteanu, Jamie Lee Curtis

Música: Steve Jablonsky

Año: 2024

Duración: 102 minutos

País: Estados Unidos

Distribución: BF Distribution

Estreno en salas: 8 de agosto

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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