Por Yanara Barra
El aclamado film Arquitectura Emocional 1959, del director español Elías León Siminiani, que ganó el Premio Goya por mejor Cortometraje de Ficción en 2023, trae una propuesta novedosa de una ya mil veces contada historia de amor de época donde las diferencias ideológicas y sociales-económicas producen que no se pueda vivir a cabalidad el romance.
El relato cuenta la historia de Sebas y Andrea, estudiantes universitarios de primer año que se conocen el año 1959 en Madrid, periodo en que el país vivía la dictadura de Francisco Franco. Al comenzar a hablar, van surgiendo similitudes y diferencias de ver el mundo, que crean una atmósfera de enamoramiento precoz, que recuerda al primer amor.
¿La novedad? La forma en que se va narrando esta historia, que mezcla el documental con ficción.
El primer elemento a destacar es el narrador, una voz en off que comenta todo lo que pasa: el espacio, el clima, las acciones y sentimientos de cada personaje. Aunque esta obra está ambientada en una época especifica del Siglo XX, podemos ver una ciudad madrileña actual, con personas que visten con ropa de esta temporada e incluso con mascarillas (las tomas de este corto fueron grabadas en 2021-2022 cuando aún existían medidas de precaución del Covid-19).
Para apoyar la ambientación, los actores que interpretan a Andrea y Sebas llevan vestimenta similar a la de su época, además de ocupar mucho el recurso de archivo fotográfico, mapas y accesorios de la década de los 50, todos cargados de simbolismos para ambos personajes.
El encuadre de las tomas, la luminosidad de estas y la música ambiental en los momentos específicos, ayudan a que el espectador pueda seguir el ritmo de la historia, sin volverse monótona al solo escuchar una voz de fondo.
Otro de los elementos que aporta novedad en esta historia de amor, son los lugares y objetos que se vuelven simbólicos en una relación. El asiento del campus en el que se veían para conversar o los pasillos y lugares ocultos dentro de la universidad, fueron los protagonistas del inicio y desarrollo de esta relación de pareja.
De hecho, según diversos estudios en neurociencia, los espacios y lugares se consideran como «contenedores emocionales» donde cada pareja comparte momentos significativos, como el primer beso, una declaración de amor, o incluso una reconciliación. Estos espacios se impregnan de sentimientos que resurgen cuando se los visita o se los recuerda. Además, los recuerdos emocionales son más vívidos cuando se asocian a estímulos sensoriales, como olores, sonidos o vistas específicas de un lugar.
A esto se suma el simbolismo de una relación, donde las parejas construyen una narrativa en torno a su historia con su propio lenguaje verbal y no verbal. Acá los lugares y espacios actúan como capítulos en su relato amoroso. Cada ubicación relevante se asocia con un hito emocional que define la relación.
Un ejemplo de esto es en el libro El Amor en los Tiempos de Cólera, de Gabriel García Márquez, donde un simple rio se convierte en un lugar donde los protagonistas se encuentran y luego en el símbolo de su amor eterno.
Con solo 30 minutos de duración, este corto te hace reflexionar sobre qué lugares y espacios que quizás no tenemos en nuestro consciente, podrían tener un significado especial en nuestras vidas.
Ficha técnica
Título original: “Arquitectura Emocional 1959”
Duración: 30 min
Año: 2022
Género: Romance
País de Origen: España
Director y Guion: Elías León Siminiani
Reparto: Marta Carmona, Manuel Egozkue
Distribución: El gesto cinematográfico
Parte de la programación de ArqFilmFest