Por Victoria Bustos Arancibia
La nueva adaptación de El Amateur, basada en la novela homónima de Robert Littell, llega a la pantalla grande con la promesa de un thriller de espionaje que explora la delgada línea entre la venganza y la justicia. Dirigida por James Hawes y protagonizada por Rami Malek, la película se adentra en el mundo de un criptógrafo de la CIA, Charles Heller, cuya vida da un giro dramático tras la muerte de su esposa a manos de terroristas.
La producción intenta darle un giro más humano al universo del espionaje. Con un libro de base que ya había sido adaptado en 1981 de forma más fidedigna, esta nueva versión lo actualiza y mantiene su premisa atractiva: ¿Qué pasa cuando el agente secreto no es una figura de acción ni un superhéroe, sino que se trata de un hombre más común que sólo cuenta con las habilidades que su trabajo detrás de la computadora le han entregado?
La interpretación de Malek, aunque es un intento loable de dar vida a un personaje que es a la vez brillante y roto, no logra conectar con el público de la manera esperada. Charlie Heller es presentado como un hombre simple e introvertido que, tras la tragedia, se convierte en un cazador implacable. Sin embargo, la transición hacia la mente maestra asesina parece algo abrupta. Su búsqueda de venganza se siente más como un capricho que como una necesidad visceral debido a la falta de desarrollo en lo emocional, y a pesar de los flashbacks o sueños despierto con su esposa, éstos no están completamente bien ejecutados para establecer el arco que se requiere de un personaje de esta categoría, como sí se logra en otras cintas con el Nick Hume de Kevin Bacon en Death Sentence (2007) o Hutch de Bob Odenkirk en Nobody (2021).
Laurence Fishburne, a pesar de su talento indiscutible, parece subutilizado en un papel que no le permite brillar como debería. Ha sido bien elegido para el puesto de Henderson pero el producto final tira pinta de que en la sala de edición se desecharon escenas claves. Figura en el póster como un personaje de peso, sin embargo, la película le da apenas minutos de pantalla mientras que el libreto indica que es alguien de suma importancia. Toda su construcción es contradictoria, cuando el actor entrega nada más que un tremendo potencial para haber sido la contraparte en todo sentido de Charlie Heller.
Luego, podríamos creer que si no es el agente veterano Henderson quien le dará la pelea más difícil a Heller, podría ser entonces “El Oso”, otro colega de la CIA que es catalogado como el real tipo imbatible de la agencia, pero la audiencia definitivamente quedará decepcionada con el rol mínimo que desempeña Jon Bernthal en esta historia. Otros actores de alta e igual calidad como Rachel Brosnahan o Holt McCallany también podrían haber sido menos simplificados. Brosnahan, en particular, recibe uno de los papeles más ingratos del cine reciente: la esposa muerta cuyo único fin es activar la acción del protagonista.
Desde su inicio, la película establece un tono sombrío y melancólico, casi como si estuviera reflejando tanto el frío universo de las instituciones gubernamentales como el duelo de Heller. Aunque la utilización de la paleta de colores también podría haber sido más minuciosa, siendo elegida una gama apagada para la mayoría del metraje resultando en una visual agotadora. La fotografía es en general bonita pero sin mucho más que expresar. Los mayores errores son responsabilidad de la dirección de Hawes que, aunque técnicamente competente, carece de personalidad o detalles autorales. James Hawes, conocido por su trabajo en televisión, parece perderse en la escala de un largometraje, lo que contribuye a que la película no logre ser más que una colección de escenas de acción que podrían haber formado parte de una trama mucho más grande y profunda.
El Amateur tropieza en su ejecución. Se ve absorbido por tics predecibles como un entrenamiento express (demasiado expedito), persecuciones en múltiples ciudades europeas (Londres, París, Marsella, Madrid, Estambul), y un crescendo de violencia que convierte a Heller en un tipo súper eficaz para salvar el mundo, al menos su mundo interno. La evolución del personaje pierde credibilidad conforme se acumulan las escenas de espionaje de manual.
A pesar de todo lo mencionado, hay múltiples destellos de esa gran historia que probablemente fue lo que llamó la atención de su equipo creativo y actores talentosos, el elenco completo hace su parte de entregar las líneas con convicción, diálogos que enriquecen el corazón de la premisa. Se presentan ideas sumamente interesantes como las cicatrices que nos dejan nuestros actos, las repercusiones de las decisiones burocráticas, la ética detrás de las agencias de inteligencia y seguridad, el duelo como motor de cambios personales y más. Las muertes son entretenidas, la acción y los obstáculos logran adaptarse a los variados contextos entre los que se mueve el protagonista. Y en la medida en la que avanza la cinta, con un ritmo vertiginoso que ocupa a cabalidad sus dos horas, la verdad es que se disimulan sus desaciertos, el espectador podría encontrarse completamente sumergido en el relato, atento y divertido, como mínimo hasta que llegamos a la cafetería porteña de Primorsk, Rusia.
En resumen, El Amateur es un intento ambicioso de explorar el mundo del espionaje desde una perspectiva diferente, pero la película termina sintiéndose como un producto más en un mar de thrillers de venganza. Tiene muy buenos ingredientes pero se diluyen en el cóctel final, y aunque nunca resulta aburrida, tampoco deja una huella en un género del cine que se ha ido saturando hasta convertir algunas de sus más notables exponentes en memes.
Ficha técnica
Título original: “The Amateur”
Director: James Hawes
Guion: Ken Nolan, Gary Spinelli; Basado en el libro de Robert Littell
Reparto: Rami Malek, Rachel Brosnahan, Holt McCallany, Lawrence Fishburne
Duración: 123 min
Año: 2025
Género: Suspenso; Espionaje
País de Origen: Estados Unidos
Distribución: Cinecolor Chile
Estreno en salas: 10 de abril de 2025