Por Romina Burbano Pabst
Venimos bajando del volcán. La erupción es inminente. ¡ESTAMOS EN ALERTA NARANJA! La idea no es infundir temor. Menos miedo, pero esto ya empezó. Se recomienda a la población mantenerse en calma y atenta, no sólo a la montaña, sino a las historias enterradas bajo capas inciertas de árboles y ceniza.
El volcán ha comenzado a temblar. Bajo la tierra se agita una memoria que no es sólo geológica. Volver al volcán intenta advertir, pero no con sirenas, sino con escenas. No evacúa, sino que convoca. Dirigida por Nicolás Espinoza y escrita por Juan Pablo Troncoso, la obra arde desde adentro y nos invita a mirar la intensidad de los vínculos que mantenemos con las montañas y volcanes: aquello que nos puede hacer desaparecer y, al mismo tiempo, dar sentido a nuestra existencia.
Dos rescatistas buscan cerca de las faldas del volcán a dos personas perdidas. Sólo encuentran una mochila en medio de la catástrofe, que se convierte en el epicentro de un relato fragmentado. Desde ella emergen memorias humanas, científicas y míticas que no solo reconstruyen relatos, sino que interpelan nuestra relación con la naturaleza y nos recuerdan cuán frágil es ese vínculo que sostenemos con la tierra.
La puesta en escena transita con soltura y se sostiene con agilidad entre el humor y la inminencia del desastre, dos fuerzas en tensión que aquí logran mantenerse en equilibrio. Aunque el ritmo por momentos es pausado y lento; en otros se despierta, activando el relato con cambios de tono y dinamismo: percusión más fuerte, luces más potentes, cambios repentinos de objetos escenográficos. Esta oscilación, a veces algo dispersa, mantiene al espectador atento, guiándolo por un paisaje narrativo donde cada historia se entrelaza con la siguiente. Como si todo quedara escrito en la tierra – “las señales estaban ahí hace siglos” – observar el pasado se vuelve también una forma de cuidar lo que habitamos.
Cabe destacar el trabajo con los objetos y elementos escenográficos, uno de los aspectos más sugerentes de la obra: una tela puede devenir desierto, montaña o flujo volcánico. Esta materialidad en constante mutación no busca ilustrar literalmente, sino abstraer y amplificar las texturas narrativas, creando paisajes visuales que dialogan con los relatos y capas simbólicas de la obra. Cada objeto parece contener una razón de ser en escena, es cambiante y enriquece las historias. Así, lo visual se vuelve parte activa del relato, aportando ritmo, atmósfera y un lenguaje poético que expande el sentido más allá de las palabras.
Así mismo la música es un elemento esencial en la obra, no como simple acompañamiento, como fuerza activa que estructura y dinamiza la narrativa. Es a través de un baterista en vivo que se marcan los cambios de atmósfera, se intensifican las emociones y se traduce en sonido aquello que no puede decirse con palabras. A cargo de Daniel Marabolí, el diseño sonoro no subraya; convoca. A veces pulsa como un latido subterráneo que anuncia peligro, otras veces se vuelve canto o eco, resonancia de un mundo antiguo que aún habita en las grietas del presente. Su presencia rítmica y envolvente guía la experiencia sensorial del público, amplificando los momentos de tensión, sosiego o transformación, y haciendo del paisaje sonoro un territorio en sí mismo.
La dupla actoral conformada por Verónica Medel y Juan Pablo Peragallo, sostiene múltiples dimensiones dramáticas y emocionales, encarnando una pluralidad de personajes que transitan entre el pasado y el presente, lo humano y lo mítico. El actor Juan Pablo Peragallo imprime ligereza y comicidad a lo largo de la narrativa, suavizando la densidad de ciertos pasajes sin restarles profundidad; mientras que la actriz, Verónica Medel, encarna con fuerza una sabiduría colectiva y ancestral, dando cuerpo a voces que parecen provenir de una memoria más amplia que la individual. Juntos – y en constante transformación – logran un equilibrio que le da fluidez a la narrativa y densidad afectiva a las escenas. Su versatilidad permite que las historias emerjan con vitalidad, generando una cercanía emocional que potencia la experiencia del espectador.
En definitiva, Volver al volcán no solo propone un viaje escénico, también abre preguntas; ¿Qué hacemos cuando la tierra habla? ¿Cómo habitamos estos territorios? ¿Qué historias guardan los lugares que habitamos? En un momento donde el desastre natural ya no es sólo futuro probable, sino presente constante, esta obra nos ofrece un espacio para pensarnos y sentirnos en relación con el entorno. No como amenaza, sino como posibilidad.
Durante siglos, el ser humano ha intentado domesticar la naturaleza, levantar muros contra el fuego, contener lo incontenible. Pero frente al volcán, al mar, a las montañas, los ríos y los desiertos, no hay simulacro que valga. Solo queda escuchar, observar las señales que estaban ahí desde hace siglos, y asumir que la tierra no es un objeto pasivo: es un cuerpo vivo, que posee memoria y consecuencias. Así como el volcán guarda energía hasta que ya no puede contenerla, vivimos sobre capas de conflictos sociales e individuales no resueltos, memorias silenciadas, decisiones postergadas. La erupción no es sólo un fenómeno natural, sino también una imagen de lo que estalla cuando no escuchamos a tiempo.
Escapar de lo inevitable es una fantasía moderna. Volver al volcán propone otra salida: no huir, sino regresar al origen del temblor, a las raíces de la catástrofe, para escuchar lo que se esconde. Para comprender lo que fue, y así no repetir. Nos invita a imaginar otras formas de habitar la tierra, no desde el miedo, sino desde la consciencia. regresar a las raíces de la catástrofe para entender y no repetir los errores. Para encontrar otras formas de habitar nuestros territorios.
Ficha Técnica
Título: Volver al Volcán
País: Chile
Dirección: Nicolás Espinoza
Dramaturgia: Juan Pablo Troncoso
Elenco: Verónica Medel y Juan Pablo Peragallo
Diseño Sonoro y Música en Escena: Daniel Marabolí
Diseño de Escenografía y Vestuario: Catalina Devia
Diseño Multimedia y Jefe Técnico: Víctor Zúñiga
Diseño de iluminación: Catalina Devia y Víctor Zúñiga
Producción: Nicole Venegas
Asesoría Corporal: Rodrigo Chaverini
Asesoría Teórica: Manuel Tironi, Verónica Silva, Bárbara Droguett y Jorge Clavero
Duración: 90min
Edad: +14
Coordenadas
Del 4 al 25 de Mayo 2025
Jueves a Sábado 20:00hrs
Domingo 18:00hrs
Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), Sala N1 (Edificio B, piso 2)