Entrevista al director de “Los People in the Dragon” Pablo Greene: “Yo creo que un arma de sobrevivencia y resistencia es y va a seguir siendo la risa”

Por Galia Bogolasky

Llega a los cines chilenos una película que sacudirá a los espectadores con sus altas dosis de humor y grandes actuaciones. La delirante película, dirigida por Pablo Greene y producida por Claudia Huaiquimilla y Guillermo Migrik, reunirá en la pantalla grande a un elenco de primer nivel con una pegajosa banda sonora.

Coescrita por los creadores de las premiadas películas Mala Junta y Mis hermanos sueñan despiertos, el reparto de esta comedia está encabezado por Catalina Saavedra (La Nana), José Antonio Raffo (Perdona Nuestros Pecados), Abel Zicavo (ex Moral Distraída), Jose Nast (La reina de Franklin), Felipe Rojas (Los Casablanca), y la reconocida actriz Anita Reeves, además de participaciones especiales de Claudio Arredondo y Francisco Pérez-Bannen.

La historia aborda a Los People in the Dragon, una banda considerada como la gran promesa del rock chileno…hasta que los azota una gran tragedia. A un día de debutar en el Festival de Viña del Mar, su vocalista Álvaro (José Antonio Raffo) muere inesperadamente. Diez años después, su exmánager Maca (Catalina Saavedra) intenta revivir a la banda para hacer sonar la última canción que escribió su líder e intentar alcanzar el sueño de vivir de la música.

Entrevistamos al director de la película, quien nos contó sobre este esperado estreno en salas de cine

¿Cómo surgió esta historia de Los People in the Dragon?

Antes de la historia surgieron las ganas de hacer una comedia, algo que nos hemos dado cuenta con Claudia (Huaquimilla) Es muy particular, me hacen preguntas que son súper lógicas, dónde nació la idea, dónde nació la película y te lo juro que me he encontrado con un montón de preguntas muy básicas y yo no tengo idea. Nunca lo pensé, hasta ahora no lo había pensado porque no me había tocado esta parte de comentar el proyecto. El inicio yo te diría que fue como unas ganas de hacer comedia, algo que nos ha pasado mucho con Claudia, es que vemos la cartelera nacional, que está llena de películas increíbles de muchos géneros distintos, pero nunca hemos sentido que hay tantas comedias y hablo más de un tema cuantitativo que cualitativo. No estoy comentando de las comedias que existen, sino de que debiera haber más. Debieran estar las que existen y muchas más, nos ha pasado que no es proporcional. Si tú ves la cantidad de sentido de humor, de absurdo, de humor negro que uno ve en la sociedad chilena, no es proporcional a su presencia en la cartelera. Somos un país que saca como setecientos millones de memes al segundo, pero tenemos tres comedias al año. Algo no está cuajando, hay algo que no está dialogando ahí y que, en ese sentido, al menos nos parecía como una primera motivación casi política, faltan comedias en el cine, falta que nos riamos con chilenos, especialmente de nosotros mismos, porque si hay algo que hacemos y somos buenos los chilenos, es reírnos de nosotros mismos, especialmente de nuestras desgracias. Yo creo que también viene porque vivimos en un país profundamente desgraciado, lleno de terremotos, de desastres naturales, tenemos nuestra propia historia negra en muchos aristas distintas. Yo creo que un arma de sobrevivencia y resistencia es y va a seguir siendo la risa. En ese sentido, por ahí yo diría que fue uno de los orígenes de la historia, riámonos haciendo comedia y especialmente con Claudia, esta es nuestra tercera película, pero es mi primera dirigiendo yo, pero nuestra tercera que escribimos. Después de escribir las dos películas anteriores, que eran unos dramas, que igual tenían humor, pero eran bien potentes, bien incisivos, por así decirlo, más ácidos, más críticos, como que teníamos ganas de soltar un ratito la mano y reírnos un rato con una comedia.

Esta película es distinta a Mala Junta o a Mis hermanos sueñan despiertos donde fuiste productor. Es tu primer largo dirigiendo ¿Cómo fue dirigida esta película y tu experiencia como director?

Fue terrible, no lo digo en el sentido malo, si no de muchas emociones. Dirigir es una experiencia bien exhaustiva, emocionalmente, enérgicamente, económicamente en muchos sentidos. Fue una experiencia bastante nueva para mí en el cine. Yo creo que ahí viene un poco también lo que comentabas de las otras películas. Hace 10 años que tengo una compañía de teatro que se llama Equipo Teatro y he escrito y dirigido seis obras de teatro hasta ahora y son todas comedias. Yo estaba un poquito disociado en mi vida artística en ese sentido, cuando yo hago teatro, hacía puras comedias y cuando yo hacía cine con Claudia hacíamos más dramas, más político-sociales. Ahora fue la primera vez en la que un poquito se unieron ambos lugares, en el sentido de que ahora es un cine con comedia que igual tiene su crítica, pero va más por otro lado, tiene otro tono, otro estilo. En ese sentido fue muy desafiante. También estoy muy agradecido del equipo que tuvimos, hablo del elenco, pero el equipo técnico también, de toda esta cantidad de personas que llevan escuchándome siete años, porque esta película lleva siete años, como: “Vamos a hacer una película, vamos a hacer esto, trata de esto” y constantemente me preguntaban cuándo vamos a grabar la película. Agradezco también al equipo técnico tanto por su paciencia como por su garra, porque igual es una película que hicimos con un presupuesto muy bajo y que por lo mismo tuvimos que maximizar los recursos, tuvimos súper pocas jornadas de rodaje al final. Con Claudia nos pasa eso, en Lanza Verde, que hacemos películas con presupuestos bastante bajos, pero en general más que bajar los sueldos, que es lo único que decimos que hay que respetarlo sí o sí, bajamos la cantidad de tiempo de rodaje. Yo creo que es algo que, si nos preguntas como a nivel de Lanza Verde, ya llegamos a un límite que queremos mejorar, de hecho. La próxima película de Claudia que me toque producir, que ya la estamos produciendo, yo ya le dije: “No quiero que tengas sólo tres tomas, no puede ser que tenga sólo tres intentos para una escena. Económicamente tenemos que pegarnos un saltito para que tú como directora también puedas llegar al potencial que todos sabemos que tienes”. En resumen, fue una experiencia muy agotadora, muy terrible, pero a la vez preciosa y la verdad, hasta adictiva. Yo te diría que feliz volvería a dirigir, pero al igual que con Mala Junta, esta película la hicimos asumiendo que va a ser nuestra última película. Es el enfoque que le damos, en el sentido de que nada nos asegura que vamos a poder hacer otra. En la carrera de Claudia yo creo que hay más opciones abiertas, porque ella ya es una directora conocida, pero al menos yo me lo tomé, así como director, voy a dirigir como si fuera la última vez, porque muy probablemente lo sea.

Me encantó el humor de esta película ¿Cómo lograste ese tono? ¿Cómo fue esa experiencia de trabajar en tono comedia con los actores?

Uno de los factores de por qué pudimos hacer esta película en tan poco tiempo es porque la mayoría del elenco es parte de nuestra compañía de teatro y ya tenemos un lenguaje en común. En el fondo, casi que en términos matemáticos te puedo decir que no sé si a un actor que yo no conozco necesito darle doscientas palabras para explicarle una escena, a los actores de equipo, que son de mi compañía les digo tres palabras, una mirada y un soplo y entendieron. Hay un tema de tiempo ahí que es mucho más rápido, algo lógico, que llevamos años trabajando. En ese sentido, fue para mí muy entretenido el desafío de trabajar con gente nueva que fue Catalina Saavedra y Jose Nast, que hace el personaje de la fan, que esos dos personajes yo los amo con mi alma, para mí son el corazón de la peli, a pesar de que trata de una banda, el corazón de la peli se lo llevan las chicas. Al final la historia sin las chiquillas no pasa nada y en ese sentido dirigirlas fue por supuesto un desafío, porque eran personas que no conocía, pero lo hicieron súper fácil. Ellas llegaron, vieron la fiesta, la olieron, la escucharon y se sumaron. Entendieron en qué patrones o teclas estábamos tocando esta canción y sin dudarlo dijeron dónde me paro, qué hago y desde dónde aporto con lo mío. La experiencia de Cata Saavedra se nota en cada toma, trabajando con ella y también la de Jose Nast. Debo decir que, si bien también es su primera película, es alguien que tuvo una agilidad mental, una rapidez para agarrar el lenguaje del falso documental, algo que hablamos con María Salazar, que es la montajista, nos dimos cuenta que en la peli, si bien tiene hartas miradas a cámara, nuestras favoritas eran las de la fan, las de Jose, es la que tenía el código, no sé si ella vio más The Office que los otros, pero tenía un entendimiento muy rápido de cómo estábamos jugando. También tratamos, en menor medida, de traer lo que hacemos en mis obras de teatro, yo juego un poco con la percusión de la palabra, que es la tesis que manejo en el teatro, al final son juegos rítmicos de palabras. Acá no había tantos juegos rítmicos del lenguaje, porque no queríamos que sonara como que fuera teatro, por así decirlo. Claudia ahí me ayudó mucho a sacar algunas cositas para que quede orgánico y natural, pero igual metimos ese ritmo, que lo tengo incorporado. Me cuesta hacer escenas muy lentas. De hecho, un problema es que yo creo que a veces confundo ritmo con velocidad, porque no por tener ritmo, algo tiene que ser lo más rápido posible. Con todos esos factores llegamos al tipo de humor que quisimos y que igual cambió. Cuando postulamos la película, la postulamos cuatro años al fondo, tres años perdió y el ultimo ganó. Cuando ganamos el fondo primero lloré de alivio dije: “oh, por fin” no perdí cuatro años de vida en algo. Después dije: “A ver, ¿qué gané?” revisemos que gané y veo el guion que postulé hace cuatro años que ya ni me acordaba mucho y ahí me puse a llorar de nuevo, pero de tragedia porque fue como que postulé, qué es esto, quién escribió. Era básicamente porque el tono de ese primer guion estaba muy absurdo, más como mis obras de teatro, era aún más absurdo. Ahí decía: “Pucha igual es una primera película”, también pasa que con los años uno crece, uno avanza en su vida, uno es otra persona, entonces ya no quiero contar lo que quería contar antes. De ahí fue que con Claudia como guionista le dije, “ya hay que actualizar esta historia y principalmente hay que meterle dolor”. Ahí creo que se metío, lo difícil que ha sido hacer esta película hasta hoy, que fue como metámosle el dolor de lo que es hacer cine, arte, música en Chile, que es algo que cuesta, que no importa por más clara que tengas la idea o por más que empujes, va a costar, nadie te lo va a hacer fácil. Todos los obstáculos van a aparecer y se van a quedar un buen rato y las cosas de verdad no suceden hasta que uno empuja lo imposible. Alguna vez creo que Guillermo del Toro decía la frase no me acuerdo cómo era, pero era como “las películas son piedras enormes que están destinadas a no moverse, hasta que llega un equipo de gente que dice movámosla”. Son cosas que están destinadas a no suceder. En ese sentido acá metimos eso en la historia. Al final que las bandas de música también juegan con eso, que puedes creer que estás lográndolo, puedes creer que está llegando a un nivel, a un lugar de “voy a vivir del arte”, pero al primer soplo de una mosca se te cae al suelo y se acabó todo lo que habías construido por diez años.

Sobre la temática que aborda la película, de una banda que trata de salir adelante. ¿Cómo fueron surgiendo esas temáticas que aborda la obra?

Por un lado, está el contraste de que en Chile está la idea de que el artista lo relacionan con el glamour. Hay artistas que pasan todo el día en cóctel, gana millones de pesos al mes, que sale en la tele, eso es como la palabra artista. Mucha gente cree que es eso. Me acuerdo que en pandemia, cuando estaban pidiendo ayudas para el gremio actoral, hubo mucha gente que decía: “Ah, verdad Zabaleta necesita plata para vivir” y no Zabaleta es verdad no la necesita, pero no estamos hablando de él. Cuando hablamos de los artistas que necesitan un apoyo porque los teatros se cerraron, no es Jorgito Zabaleta, estamos hablando del 99% de la gente del gremio cultural que está viviendo apenas con lo que puede. En ese sentido, también pasa con la música, con el cine, uno cree que, por ejemplo, porque un cineasta es conocido o porque una banda es conocida viven de eso y eso está muy errado, muy equivocado. Ese contraste nos parece súper humorístico y creo que es una de las cosas que metimos en la película, el contraste entre una banda y que tú decías: “ah, pero le está yendo la raja”, y en realidad ganan cuatrocientas lucas al mes, sobreviviendo y jugando con eso, también nos pasa que hay un nivel que cuando uno molesta y molesta y molesta e insiste cuando estás con un proyecto artístico, eventualmente uno puede llegar a vivir de ello, es verdad, es muy difícil, pero puede. Yo creo que hay algunas personas, las pocas, que apenas llegan a vivir de ello, lo dan por hecho y dicen: “Ah ya lo logre, ya estoy, ya saqué dos temas se hicieron famosos de aquí para arriba y no”. Puede llegar el momento en que tú creas, ya estoy llegando a vivir del arte y en dos meses más volviste a foja cero de una. Entonces la peli parte un poco con eso, con esta banda que llevaba muchos años en el underground, luchándola que cuando parte la peli más en el presente, ya son como la promesa del rock y se creen la raja y ya están como “ah nos está yendo bien” y en un dos por tres se muere el vocalista y de nuevo a partir de cero. Jugamos ese juego en el sentido de la precariedad de hacer este tipo de arte en Chile que, aunque creas que llegaste a algo, quizás llegaste pero dura hasta el martes y se acabó.

Abel Zicavo me contó que trabaja en muchas otras cosas, siendo protagonista de la película, teniendo una banda, además es productor. Es parte de la vida del artista.

Incluso yo diría que tengo un par de amigos que actúan en la tele y les va súper bien, incluso ellos están súper bien por un tiempo y después dicen: “Pablo, no tengo nada hasta un año”. Hasta el que le va mejor está asustado por el mañana. Entonces eso que te dice de todas las 99% de personas que no están con un sueldo. Estamos todos contando el mañana, estamos todos ajustándonos para el día que viene. Eso habla de la banda también y yo creo que todos los que seguimos un sueño, a pesar de que la vida nos insiste en decir que no es rentable y que esto no es solo para los artistas, es para cualquier persona que siga un emprendimiento también, yo creo que los sueños a veces se vuelven un poco adicciones y no lo digo como algo malo. La otra vez me pasó, estaba almorzando con un par de amigos que hacíamos clases de cine. Yo no decía: “ay si le pego al gato, le pego al gato y puedo ganar plata de esto no voy a dejar de hacer clases y voy a vivir escribiendo guiones”. Si llegas a ganar plata tu mayor sueño no era comprarte una casa, comprarte un auto, ayudar a tu familia, cambiar la ropa, no tu mayor sueño es escribir guiones. “Tú sabes que somos enfermos”, le dije: “como nos estamos poniendo en el lugar en el que alguien nos da millones de pesos, ¿qué harías tú?” “Ah, yo haría una película”, eso es una adicción. Uno es adicto a contar historias, uno es adicto a armar un evento o un algo en que la gente sienta cosas y eso es muy bonito, pero también debiéramos cuidarnos nosotros mismos en algún momento. Siento que todo artista es un poquito adicto a la carrera en ese sentido y aquí hablo de músico, artista museo, lo que sea. Uno de verdad ama más el medio que a uno y eso me parece tanto triste, como muy chistoso.

La película es un falso documental. Es un género que está de moda ¿Cómo crees que le va a ir ahora a Los People in the Dragon? en este contexto de que ya se abrió también este camino para este género con Denominación de origen

Como le va a ir, no tengo ni idea, porque también, así como tú dices el fenómeno de Denominación de Origen, eso es un fenómeno, no una fórmula, es imposible replicar. Puede llegar cualquier película y decir, yo voy a hacer la próxima Denominación de Origen, no va a poder. Si quieres intentar eso, vas a fracasar, creo yo, esa es mi humilde opinión, porque creo que esa peli se juntaron un montón de factores perfectos, fue como una tormenta perfecta, que viene desde el manso director, con el manso equipo. Tomás (Alzamora) y Pablo (Calisto) son una muy buena dupla, creativa y de trabajo de cine y con trabajo de base. Estos cabros fundaron el festival de Ñuble en San Carlos, tienen al pueblo, son aliados del pueblo. Se juntó también que hay un segmento de la población que está aburrido de ver a los mismos de siempre, por así decirlo, en ciertas cosas. Entonces agradecen que una peli no tenga elenco. Hay un montón de cosas que la hacen un fenómeno súper único y un poco inigualable. Pero, intentando contestar tu pregunta de falso documental, hace como tres años, esta película se hizo con el mismo fondo que la nuestra y me acuerdo cuando ganamos nos encontramos con Tomás en un momento y estábamos muy felices por el otro, nos conocemos, nos llevamos muy bien y ahí nos dimos cuenta que tomamos caminos muy distintos, porque yo alguna vez con Claudia queríamos jugar al juegos de que esto fuera un documental falso hasta el final, que la gente creyera quizás esta banda es real, pero hubo un momento en el que el guion nos gritaba una manager y ahí fue como “tenemos que escribir a la manager y que sea más protagonista” y ahí inventamos la Cata Saavedra y le escribimos a ella. En el momento en que decidimos Cata Saavedra es un personaje, ya no vamos a jugar a que es mentira porque todos saben en Chile quién es Catalina Saavedra. Le comenté esto a Tomás cuando hablamos, Tomás todavía estaba en esa fase de cómo no yo voy a jugar con el falso documental hasta el final porque mi elenco es desconocido y fue como “obvio, juega, aprovecha, que entrete”. Ahí hay una diferencia un poco más sustancial en el género. Igual cabe decir que hay tanto falso documental en el mundo, como directores lo han hecho como que no es un género con leyes claras, no hay una forma de hacer un falso documental. Está la sátira absoluta como Spinal Tap, que siempre va a ser un referente, es una película muy buena, muy bonita y muy divertida, pero que es una sátira radical que es puro reírse de la banda de la música y de los personajes y que ese género no apela a que tú sientas algo por el personaje. No busca tu empatía y a mí sí me gusta eso. Eso si lo hace The Office que es un falso documental, pero es distinto, porque ahí apela a que a ti te importen los personajes, a que tú te emociones con ellos, a que si él llora a ti también te dé pena, que no lo hace la otra. Te podría enumerar un par más, pero no alargarme, yo creo que de ahí sacamos un poquito de algunas, como que sea un falso documental que satiriza ciertas cosas, pero a la vez que tengo un espacio en el corazón de los personajes y, por tanto, no sea tan irónico, no sea tan en contra de los personajes, como que igual estemos con ellos. En esa mezcla fuimos midiendo y eligiendo algunas cosas que nos parecían bien. Para terminar ahí, están las pelis que dirige Christopher Guest, que ha hecho varios falsos documentales en los años 90, hizo como cinco o seis súper buenos. Él hace esto mismo, pero la cámara de él y la puesta en escena es mucho más cuidada. No te voy a decir que esta peli es 100% cuidada, pero cuando yo hablaba de falso documental, mi equipo técnico, los primeros días, me decían: “ah entonces la cámara en mano, se ve todo como movido” y yo dije: “no, vamos a buscar un punto medio, que es un falso documental, pero la cámara en algunos momentos está en supuesto” y ahí les di referente a esta estas películas que digo porque Christopher Guest hace un poco una mezcla, falso documental, pero los planos super cuidados, es una ficción al fin y al cabo. Entonces sacando un poco lo que nos convenía y lo que no. Yo creo que elegir el género al final como elijo el horóscopo, cuando lo leo. Yo nací el 20 de enero, según algunos horóscopos, soy acuario, según otros, soy capricornio, entonces qué hago yo, leo el horóscopo, y de los dos saco lo que más me gusta de cada uno y me voy contento, yo nunca he leído un horóscopo y he quedado triste. Hice lo mismo con el género.

La música es un elemento súper importante de esta película. Tienen Spotify con las 15 canciones de la película, que compusieron con Abel Zicavo y los chicos de la banda ¿Cómo fue pensada la música, cuál fue la propuesta?

Cuando empezamos la película, la empecé de guion, y en un momento me di cuenta, estoy haciendo una película de una banda, así que tiene que haber una banda y tiene que haber música. La banda tiene que componer un disco. Cuando me di cuenta primero fue un pánico y después dije: “bueno, menos mal dos de los actores son los hermanos Zicavo”, que componen y con los que llevo trabajando musicalmente, mucho rato. Ellos han hecho la música de todas las obras de teatro que hemos hecho, entonces esto era un pasito más en la misma dirección. Ahí el sistema fue bastante sencillo. Primero les comenté un poco cómo imaginaba la banda y después les hice un gran pedido, en el cual le mandé un documento Word de muchas páginas en las que había primero les pedí nueve canciones muy específicas, la uno se llama Queso y Jamonada, es el hit de la banda, el que los hizo famoso es rockera, es corta es garage. La otra es una canción para un reencuentro, la necesito en una escena en que personajes se reencuentran y es emocionante. La tres es triste, es para cuando se muere el vocalista para el funeral. La cuatro y empecé así. La última canción en la gran canción del show debe tener un poco de A Capella, entonces a todos les escribí cositas y le mandé un Word. En este Word también puse dos páginas enteras de puros títulos tentativos. Títulos súper tontos como Talca es como Chillán, pero con depresión, hay una que es Sayonara Concha de tu Madre, disculpe la palabra, y ellos tomaron estos títulos y compusieron canciones y entre medio también les mandé un audio de WhatsApp de una canción que yo una vez, ni siquiera canción, me salió un sonido y lo grabé a mí mismo, con mucha vergüenza y le dije: “Esto me tinca que podría ser una canción pop medio tonta” y se la mandé y me dijeron: “Está muy tonta, tienes más” y yo “oh tengo más”, pues yo igual grabo todo hace rato, entonces dije tengo más y les mandé varios más y al final pasó que de las dieciséis canciones del disco, hay cuatro que surgieron de canciones mías, que en el fondo, hay dos que las compuse en guitarra y la otras dos que eran un audio y ellos hacían algo, tomaron la materia prima de mi canción y la hicieron buena. Ellos son músicos, le pusieron trabajo, entonces al final quedamos con dieciséis canciones que los cabros se la jugaron, son súper buenos y versátiles, por eso me gusta trabajar con ellos porque les pido un pop, les pedí esto. Hay una obra de teatro en que les pedí una ópera muy clásica y quedó buena, entonces fue como les puedo pedir cosas a ellos. De hecho, ellos hicieron la canción oficial de nuestra película Mis Hermanos Sueñan Despiertos, una canción súper bonita, muy triste, otra sonoridad. Me siento cómodo trabajando con ellos porque cada vez que les pido bronce, me traen oro, así les digo yo, al menos.

¿Qué le podrías decir a la gente para invitarla a ver la película que se estrena el 5 de junio en salas?

Esta película de verdad está hecha para el público chileno. Hace poco tuvimos un preestreno en una función en el festival de Quilpué y al finalizar la función se me acercó una mujer de 40 años, con su hija de 15 y con su mamá de 70 y me dijo: “primera vez que voy a una función con mi madre y mi hija y las tres nos reímos por partes iguales y lo pasamos igual de bien”. Ese comentario me parece precioso, casi como que lo hubiera escrito en un Focus Group, pero no pasó, es una historia real. Me gusta porque creo que habla de que es una película que está hecha para todo espectador, que tiene algunas tallas que son más para la abuela y una más para el hijo y una más para la gente entremedio, pero en general a todos les va a llegar alguna talla o algún momento. Todos van a sentir alguna emoción y a todos les va a gustar al menos una canción, entonces, considerando que son 90 minutitos de cine de comedia, están todos muy invitados y que sí o sí lo pueden pasar bien. Desde el 5 de junio vamos a estar en todos los cines del país, pero es muy importante que vayan la primera semana, si no van la primera semana al cine nos sacan de los cines y se acabó todo esto. Entonces los invito desde ya, ya que hay tiempo a organizarse para ir el primer fin de semana desde el 5 de junio a ver Los People in the Dragon en todos los cines del país.

Ficha técnica

Dirección: Pablo Greene

Producción: Claudia Huaiquimilla, Guillermo Migrik

Guión: Pablo Greene, Claudia Huaiquimilla

Dirección de fotografía: Guillermo Ribbeck

Directora de Arte: Karla Molina

Música Original: Abel Zicavo, Camilo Zicavo.

Elenco: Catalina Saavedra (Maca), José Antonio Raffo (Álvaro San Martín), Abel Zicavo (Charqui), Jose Nast (Juana), Mario Ocampo (Joel), Camilo Zicavo (Pichi), Juan Anania(Coke), Anita Reeves (Cándida), Felipe Rojas (Nacho), Colomba Feito (Paola Margarita José), Claudio Arredondo (Claudio Elizondo), Francisco Pérez Bannen (Francisco Jérez Allen), entre otros.

Productora: Lanza verde

Distribuidora: Cinecolor Chile

Fecha de Estreno: 5 de junio 2025

 

Loading

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *