Crítica de cine “Pitufos”: Recordando a los personajes icónicos

Por Julio César Olivares

Si su carnet de identidad tiene firma o si acumula alguna cotización previsional, muy probablemente usted recuerde o conozca a los Pitufos: una familia de pequeñas criaturas azules, comandadas por el Papá Pitufo, que viven en una aldea escondida en un bosque y en donde cada sujeto tiene un nombre asociado a su función o característica principal: si es carpintero, es el Pitufo Carpintero; si se enoja con facilidad, es el Pitufo Gruñón; si es mujer (la única del lote), será la Pitufina.

Creados por el dibujante belga Peyo a finales de la década de los cincuenta, los Pitufos se convirtieron en un ícono cultural gracias a sus historietas y, principalmente, a la serie animada que los popularizó en los ochenta. En una época tan cargada a la nostalgia como esta, dada a explotar cada marca posible en una película, no es raro que los Pitufos vuelvan a la pantalla grande con el fin de actualizarse a los tiempos y conquistar a una nueva generación.

Esta nueva aventura nos propone una especie de pitufi-reinicio donde los seres azules tendrán que enfrentarse a los malvados hermanos magos Razamel y Gargamel, quienes buscan encontrar un libro mágico, oculto en el pitufi-verso, para liberar sus poderes y dominar el mundo. Una clásica historia del bien contra el mal, sin matices ni giros de tuerca (más allá de que aquí el antagonista es Razamel y el viejo Gargamel -clásico némesis de los Pitufos- ocupa un rol más bien secundario, de alivio cómico).

El viaje corre de la mano del Pitufo Sin Nombre, el único miembro de la familia que no tiene una función definida, y cuyo arco girará obviamente por encontrar ese algo que lo haga especial, en una comunidad donde todos tienen su don; y con Pitufina acompañándolo, como una suerte de amiga y guía moral que le ayudará constantemente a no darse por vencido en ese afán.

Sus voces en su idioma original son de Rihanna y James Corden, además de un conjunto de actores reconocidos (John Goodman, Nick Offerman, Natasha Lyonne) en roles secundarios. La cantante barbadense, de hecho, es productora de la cinta y colabora con un par de canciones -que no aportan demasiado-. Nada de lo que podamos ¿disfrutar? en español, de todas formas, pues esas incorporaciones se pierden en el doblaje.

¿Funciona? A ratos. Pitufos es una película autoconsciente que puede ser genuinamente divertida cuando no se toma en serio e intenta actualizar el mito de estas criaturas azules al siglo XXI, sabedor del absurdo de su propuesta. Al mismo tiempo, sin embargo, su proporción de chistes exitosos es bastante irregular: algunos lucen y sacan carcajadas entre el público infantil y familiar; otros (la mayoría) pasan con más pena que gloria.

En ningún punto la película se plantea hacer algo revolucionario o especialmente llamativo. Por el contrario, plantea una historia genérica, donde cada personaje actúa de acuerdo con su nombre/función, donde no hay espacio para sorpresas visuales o narrativas, y todo sigue una senda predeterminada desde el inicio, incluyendo un mejunje de elementos explotadísimos como el multiverso o la excursión de dibujos animados a un entorno live-action.

Entre bromas donde los personajes reemplazan alguna conjugación del vocablo “pitufo” por otra palabra (como “Vamos a pitufar a ese hechicero” o “Me pitufié en los pantalones”) y elementos clásicos -si no clichés- de aventuras familiares, los mejores momentos de la película pasan por secciones que han lucido mejor en cintas más atrevidas, con propuestas más originales. Por ejemplo, en una sección de Pitufos los personajes pasan por otras dimensiones, en donde se convierten brevemente en personajes de animé o de videojuegos arcade. Aunque es gracioso y puede funcionar, es inevitable recordar que el mismo gag estaba presente hace diez años en cintas como Intensamente o en el último episodio de Gravity Falls. Ejemplos así sobran y desnudan la mediocridad de una cinta que, en sus mejores momentos, remite a obras mayores.

Sin pena ni gloria, la película está hecha para entretener a los niños -con algunos chistes dirigidos exclusivamente a no aburrir a los adultos que los lleven- y, hasta cierto punto, cumple con eso. Sin ser particularmente entretenida, no es tampoco aberrante. Cumple, pasa y se olvida, como gran parte de los filmes que no construyen nada nuevo y que solo buscan profitar de personajes ya establecidos en la cultura popular. Pudo ser peor, claro que sí, pero esa no es una razón para recordarla más allá de su hora y media de duración.

Ficha técnica

Título original: Smurfs

Duración: 92 minutos

Año: 2025

Género: Animación / Aventura / Fantasía

País de Origen: Estados Unidos

Director: Chris Miller

Guion: Pam Brady

Reparto: Rihanna, James Corden, John Goodman, Nick Offerman, Natasha Lyonne (en el doblaje original)

Distribución: Andes Films

Estreno en salas: 17 de julio de 2025

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