Por Gabriela Bravo Chiappe
Una frase que se ha usado millones de veces, pero que sigue estando vigente es: le realidad supera a la ficción. Este es el caso de A Través del Fuego (The Lost Bus), una película del director estadounidense Paul Greengrass que cuenta la historia basada en hechos reales de Kevin McKay, un chofer de bus escolar y Mary Ludwig, una profesora de enseñanza básica que lograron mantener con vida a 22 niños durante los mortíferos incendios que azotaron en 2018 al pueblo de Paradise en California.
Y es que la historia de Kevin y Mary parece escrita por un guionista de Hollywood. Dos personas comunes y corrientes que se ven confrontados a un drama terrible: socorrer a un grupo de niños que sus padres no han podido recoger de la escuela, luego que las autoridades dieran la orden de evacuar la zona. Protagonizada por Matthew McConaughey y América Ferrera, la cinta es un thriller inquietante que nos lleva a través del infierno que vivieron los habitantes de Paradise y cómo dos personas se transforman en héroes debido a las circunstancias.
Culturizarte tuvo la oportunidad de conversar con América Ferrara, la actriz estadounidense de origen hondureño quien interpreta a Mary. América es una de las figuras latinas más respetadas en Hollywood, ya que no solo se ha dedicado a la actuación, sino que también es productora y directora.
América Ferrera se hizo conocida internacionalmente gracias a su papel de Betty Suarez en la serie Ugly Betty, la versión estadounidense de la telenovela colombiana Yo Soy Betty, la Fea. Una interpretación aplaudida por la crítica, que le valió un Golden Globes y un Emmy a la mejor actriz en una serie cómica. En 2024 recibe una nominación a los premios Oscar por su participación como actriz secundaria en la película Barbie, de la directora Greta Gerwig, que hasta el momento es la película más exitosa a nivel de taquilla dirigida por una mujer.
Esta película trata sobre el heroísmo, pero también tiene un tema subyacente que son las catástrofes ecológicas y la crisis del sistema en que estamos viviendo, ya que todo comienza porque una empresa no hizo bien su trabajo. ¿De qué manera crees que las políticas medioambientales y económicas de Estados Unidos desempeñan un papel en este desastre, y crees que siguen teniendo un papel hoy en día?
Creo que Paul Greengrass, nuestro director, ha sido muy claro al decir que ésta fue una de las principales razones por las que quiso hacer la película. Para mí, personalmente, sentí que eso fue lo que hizo que la historia realmente importara en este momento y que tuviera resonancia. Y, como lo vemos en todo el mundo, estamos viendo la manifestación real de la frase que nuestro jefe de bomberos dice en la película: “Hay cada vez más, y están empeorando.” Esto sucede no solo en Los Ángeles y en California, sino en todo el mundo. Y eso hace que contar esta historia sea vital y urgente. Personalmente, lo que más amo de contar historias y de hacer cine es la capacidad de sacar a las personas de sus ideas, de sus propias justificaciones arraigadas sobre por qué ciertas cosas son aceptables, y en cambio colocarlas en la experiencia humana visceral de algo que la gente realmente vivió. El pueblo de Paradise vivió ese día horrible, y sobrevivieron. Mary y Kevin —con quienes estuve haciendo una sesión de preguntas y respuestas— lo vivieron, y no sabían cuál iba a ser el desenlace, si iban a lograr salir de ese autobús con 22 niños.
Así que, para mí, el superpoder de contar historias es devolver a las personas a una experiencia humana sobre algo que hemos convertido en un ejercicio mental. Los desastres naturales y el cambio climático no son ejercicios mentales; son reales, y estamos viviendo en esa realidad. Por eso, para mí, poder contar esta historia a través del lente de una experiencia humana tiene como esperanza que, mediante la narración, podamos recordarnos y abrir los ojos sobre las oportunidades que aún tenemos, las decisiones que todavía podemos tomar como seres humanos: estar presente por nosotros mismos, para los demás, para nuestros hijos y su futuro. Y por eso, personalmente, todas esas fueron las razones por las que hacer esta película me pareció tan importante
Una de las escenas más poderosa de A Través del Fuego es cuando tu personaje ve el fuego, se sienta y se da cuenta de que puede que no haya salida, de que no hay manera de escapar de esa situación. En tus conversaciones con Mary, ¿ella compartió algo sobre lo que sintió en ese momento de la tragedia? ¿Y cómo influyó su perspectiva en tu interpretación de esa escena?
Tuve muchísima suerte de poder hablar con Mary muchas veces. La primera vez que nos conocimos fue por Zoom y hablamos durante dos horas y media, y ella respondió absolutamente todas mis preguntas. Ella y Kevin iniciaron un diálogo sobre la película con Jamie Lee Curtis, que es una de nuestras productoras y realmente la catalizadora de todo esto. Ella fue quien leyó la reseña del libro en The Washington Post, escuchó la entrevista en NPR, se detuvo al costado de la carretera y llamó a Jason Blum. Fue quien construyó una relación muy personal con Kevin y Mary, generando esa confianza para que sintieran que su historia sería adaptada al cine con un nivel de integridad y autenticidad que los hiciera sentir bien. Contar con su participación fue una suerte enorme para mí y para Matthew McConaughey, quien pudo hablar con Kevin, también. Poder escuchar directamente a la mujer que inspiró a mi personaje fue un privilegio. Paul Greengrass fue muy claro en que no estábamos haciendo una biografía ni un documental, pero ciertamente estos personajes estaban pensados para honrar la experiencia y el recorrido de las personas reales.
Cuando hablé con Mary, una de las preguntas que le hice —por supuesto aclarando que no tenía obligación de responderla— fue: “Cómo alguien que va a interpretar ese momento en la película, me pregunto si puedes compartir algo sobre si hubo un momento en el autobús en que realmente pensaste que todo podía terminar, que la esperanza se había perdido y que esto no iba a tener un final feliz.” Y ella dijo que sí. Contó que, en ese momento, empezó a rezar para que el humo la matara a ella y a los niños antes que el fuego, que murieran por inhalación de humo en lugar de por el fuego. Lo cual, obviamente, es una realidad horrible de imaginar: rezar por una muerte “mejor” ante la peor posible.
También habló de que era asmática incluso antes del incendio, y que sentía cómo su cuerpo físicamente empezaba a rendirse, que su cuerpo estaba luchando por respirar ese humo. Estuvieron en ese autobús durante seis horas, y sintió que ese velo entre estar en su cuerpo y dejar de estarlo era muy delgado. Sentía que su cuerpo podía rendirse.
Habló de que pensaba en sus hijos —algo natural—; tenía dos hijos allá afuera, en medio del fuego, y afortunadamente lograron salir. También habló de su padre. Su padre fue una pieza muy importante de su proceso: había fallecido, era un infante marino, y ella sintió que ese día se convirtió en la hija de su padre, que se transformó en la soldado que él le enseñó a ser. Se puso su máscara, se presentó al deber y cumplió con su trabajo lo mejor que pudo cuidando de esos niños.
Y una de las cosas interesantes que contó —que Paul y Brad Inglesby, el guionista, no sabían, pero que escribieron en el guion sin haberlo oído directamente de ella— fue que, obviamente, estaba pensando en sus hijos, y también se dijo a sí misma: “Pensé en todos los lugares a los que iría si lograba sobrevivir.” Fui con Paul y le pregunté: “¿Ella te dijo eso? ¿Por eso está en el guion?” Y él me dijo: “No.” Eso fue algo que él y Brad escribieron para ese momento. Y pensé que lo hermoso de eso era la esencia de Kevin y Mary: dos completos extraños al inicio de esta travesía, que terminan en la posición más vulnerable y despojada que un ser humano puede tener, junto a alguien que le es completamente desconocido, compartiendo las verdades más elementales de la experiencia humana: cuando estás al final, cuando ese velo se levanta y realmente no hay adónde ir, ¿en qué piensas? ¿Qué te importa? ¿Que desearías tener un día más para hacer? Ver a tus hijos, besarlos, ver un lugar hermoso al que no has ido.
Cuando leí esa escena en el guion, fue cuando realmente me sentí como intérprete, como actriz, para explorar qué es ese lugar para cualquiera de nosotros —como individuos, como seres humanos— al llegar al punto en que ya has luchado todo lo que podías, y ya no hay nada más que hacer que aceptar la verdad básica de nuestra humanidad y nuestra mortalidad, que hay momentos en los que no tendremos una segunda oportunidad. Por suerte, ellos sí la tuvieron. Y creo que esta película trata sobre las segundas oportunidades.
Esta película trata sobre las decisiones: las decisiones individuales, como las de Kevin y Mary, que obtienen otra oportunidad para seguir viviendo su vida como quieren y estar presentes para sus hijos y para sí mismos. Pero también trata sobre nuestras decisiones como comunidad —como el pueblo de Paradise—, sobre cómo se apoyaron entre sí. Y también, globalmente, ¿a qué estamos dispuestos a abrir los ojos? ¿Qué segundas oportunidades estamos dispuestos a aprovechar y decir: “Aún tenemos una elección”? Puede llegar un momento en que no la tengamos, pero por ahora sí la tenemos. ¿Qué vamos a hacer con esa elección y esa oportunidad? Creo que los hilos entre las segundas oportunidades individuales y las colectivas están muy conectados en esta historia.
Hablando de decisiones, hablemos de tu nominación a los premios Óscar. Se sabe que los actores que ganan o son nominados reciben más guiones, más oportunidades, más opciones. Pero tú elegiste hacer esta película. ¿Por qué fue importante para ti, como actriz, participar en este proyecto?
Muchas cosas me atrajeron de este proyecto en particular. Soy una gran admiradora de Paul Greengrass. Creo que él es el mejor en cuanto a hacer películas de acción, de suspenso y que al mismo tiempo conservan la integridad de la experiencia humana. Siempre quise trabajar con él, así que me emocionó que me lo propusiera.
Creo que lo que me encanta de esta historia es la forma en que honra el heroísmo cotidiano y a los héroes cotidianos. Y no hablo solo de los servicios de urgencia —obviamente, ellos son heroicos—, pero también son personas que se levantan cada día sabiendo que deben estar preparados para el próximo desastre. En cambio, cuando hablamos de una maestra, un conductor de autobús, una enfermera en un hospital, de las personas que cuidan de nuestros hijos cada día, esas no son personas que se despiertan pensando: “Voy a arriesgar mi vida hoy.” Y sin embargo, cuando llega el momento, Kevin elige dar la vuelta con el autobús y rescatar a esos niños, en lugar de ir a buscar a su propio hijo y a su madre.
Y cuando Mary tiene que decidir: “¿Subo a este autobús con estos 22 niños que conozco y que me conocen, o salgo corriendo a buscar a mis propios hijos?”, esas son personas comunes enfrentadas a una elección extraordinaria. Para mí, fue hermoso contar esta historia de una manera que honra nuestra capacidad y nuestra habilidad de cuidar unos de otros, de amar a los hijos de otros como si fueran los nuestros, con la esperanza de que, cuando tú no puedas llegar a tus propios hijos, alguien más esté cuidando y amando a tu niño. Creo que recordar nuestra capacidad de cuidar unos de otros y de estar presentes unos para otros es una forma de recordar nuestra humanidad y la de los demás.
Tú eres una actriz con orígenes latinos, ¿nos puedes decir si encontraste una conexión entre tu personaje y la comunidad latina?
Yo nací y crecí en California, en Los Ángeles, y cuando pienso en las personas que hacen que nuestra vida cotidiana funcione, estamos hablando de latinos, de minorías. Sabemos quiénes se presentaron durante la pandemia, quiénes mantuvieron abiertos los hospitales, quiénes pusieron comida en nuestras mesas y en las tiendas. Somos héroes cotidianos. Todo tipo de personas lo son, todos los días.
Y me encanta que Mary y Kevin —quienes ahora son profesores de historia en secundaria— sean retratados por Paul Greengrass con ese tratamiento épico, como los héroes que son. Para mí, eso es algo natural. Crecí rodeada de héroes cotidianos: mi madre, que era madre soltera, trabajaba día y noche para poner comida en la mesa; mis maestros; la madre de una amiga que me llevaba en coche. Gente común que hizo posible lo imposible en mi vida. Y me encanta poder celebrar a las personas comunes.
Ficha técnica
Título: The Lost Bus / A Través del Fuego
Género: Drama
País: Estados Unidos
Año: 2025
Duración: 129 minutos
Director: Paul Greengrass
Elenco: Matthew McConaughey, America Ferrera, Yul Vasquez, Ashlie Atkinson
Plataforma: Apple TV
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