Por Gabriela Bravo
La cita había sido fijada para el sábado a las 13:30 horas en la plaza ubicada frente al famoso Teatro Châtelet. Puntualmente a esta hora comienzan a sonar dos tambores que dan el vamos a la performance Un violador en tu camino del colectivo Las Tesis. Los franceses comienzan a llenar la plaza, a tomar fotos, a grabar con sus celulares, mientras que la prensa local sigue los movimientos de estas mujeres con los ojos vendados que apuntan a las cámaras diciendo “el violador eres tú”.
Así fue el inicio de una jornada cultural maratónica de más de ocho horas llamada Arts en Résistence (Artes en resistencia) que los artistas chilenos en París organizaron como una forma de mostrar su apoyo al movimiento de contestación que estallara el 18 de octubre del año pasado.
El Teatro Châtelet abrió sus puertas a una veintena de exposiciones, conciertos, performances, instalaciones y debates en torno al movimiento de contestación chileno. La organización del evento estuvo en manos de la asociación de artistas Impact Chili, quienes señalaron que el objetivo de un acto cultural masivo como este es de “amplificar las expresiones de solidaridad internacional para que se respeten los Derechos Humanos en un país donde han sido pisoteados, y que debe enfrentar a un gobierno que niega la evidencia”.
El pintor chileno Carlos “Carlangas” Araya , miembro de Impact Chili, cuenta las motivaciones que tuvieron para organizar Arts en Résistance: “Cada uno es profesional en diferentes ramas: María Paz Santibáñez, es pianista; Armando Uribe, es editor y académico; Pamela Varela es cineasta, Álvaro Bello es jazzista y yo soy un artista pintor. Entonces decidimos que teníamos que hacer algo, que era urgente unir nuestras competencias e invitar a más gente y tratar de visibilizar lo que estaba pasando en Chile, en Francia porque acá no llegan tantas noticias y no hay mucha información”.
Un sentimiento que comparte la cineasta Pamela Varela quien considera que es fundamental tanto para los chilenos residentes como para los franceses saber lo que sucede en Chile: “Acá nadie sabe lo que está pasando, lo supimos los 15 primeros días, pero incluso ayer alguien me preguntó ¿Por qué están haciendo eso en Châtelet? ¿Qué está pasando en Chile? La gente no sabe. Por eso tenemos dos mesas redondas de música y resistencia; y otra de imagen y resistencia porque necesitamos intercambiar y transmitir la información. También hay muchas asociaciones presentes hoy, son asociaciones que se están moviendo desde hace mucho tiempo para organizarse, dar información, permitir a los chilenos votar y participar en el proyecto de nueva Constitución. Queremos informar a la gente que viene acá, pero que también sea gente francesa, para impactar en la opinión francesa sobre lo que está pasando”.
Una apuesta ambiciosa que tuvo eco en el público ya que más de 1.700 personas participaron de la jornada cultural.
Laberinto artístico
El Teatro Châtelet con sus salones y auditorios se convirtió en un verdadero laberinto artístico, invitando al público a recorrerlo para descubrir las actividades propuestas. Como, por ejemplo, en el salón Juliette Greco, donde un equipo de grabación invitaba al público a dejar un mensaje para los jóvenes de la primera línea, dando la posibilidad de ocupar la indumentaria que se utiliza en la calle como los escudos de disco pare o los pañuelos con la figura del perrito «“Negro matapacos”.
En el salón Grand Foyer se proyectaron las imágenes que han recopilado diferentes colectivos de artistas chilenos y se debatió en mesas redondas sobre el rol del arte y la resistencia, de la mano de académicos franceses y chilenos.
Entrando en otro salón se podía apreciar obras plásticas como fotografías, esculturas y pinturas de diversos artistas nacionales, imágenes violentas, pero también llenas de esperanza. Sin embargo, una de las actividades que mayor impacto causó fue la posibilidad de hacer un recorrido por una protesta santiaguina en primera persona a través de lentes de realidad virtual. Esta experiencia es la obra del colectivo Voix Machine. Vladimir Cruells, chileno y miembro del colectivo, explica que durante un viaje a Chile el mes pasado pudieron grabar con una cámara de 360° lo que les permitió desarrollar esta experiencia en realidad virtual y compartirla por primera vez con el público francés:“Ninguno estuvo en ese espacio, entonces descubren una realidad que es diferente e impactante. Algunos se conmueven, lloran, hay gente que se siente asustada, pero depende de la generación”.
Un momento de gran emoción se vivió cuando el coro de Saint Michel sur Orge interpretó una serie de canciones de autores chilenos como El cautivo de Til Til, de Patricio Manns; el Rin del angelito, de Violeta Parra; y El aparecido y Luchín de Víctor Jara. Seguido por la presentación del colectivo de danza Cuerpo, quienes vestidas completamente de rojo y negro y acompañadas por el violoncelista David Louwerse, mostraron una performance sobre los cuerpos mutilados que ha dejado el Estallido Social, enarbolando pañuelos rojos que finalmente se transformarían en ojos.
Mientras todo esto se desarrollaba en los primeros pisos del teatro, paralelamente en el cuarto piso se sucedían los conciertos de música clásica. Piano, clarinete, contrabajo junto a otros instrumentos se unieron para apoyar a los jóvenes chilenos. En este contexto la pianista chilena, María Paz Santibáñez estrenó una suite para piano y cacerola compuesta especialmente para este evento y que lleva por nombre Impact : tes yeux, tes droits (Impacto, tus ojos, tus derechos) y que rinde un homenaje a las personas que han sufrido mutilaciones oculares. Una suite llena de vigor y energía en donde la artista toca con una mano el piano y con la otra golpea una olla con un cucharón.
El evento finalizó con una sesión de jazz titulada
Quand on pense au Chili depuis la France, que refleja en gran parte el sentimiento de los chilenos residente en Francia, ya que significa “Cuando pensamos en Chile desde Francia”. Durante todo el evento se hizo una colecta para recaudar fondos que serán enviados en su totalidad a Chile para ayudar a las personas que han sido heridas durante el Estallido Social.