Por Miguel Borzutzky W.
Gaby Herbstein, en una videoconferencia conversó con diversos medios latinoamericanos y se abrió a cada pregunta de los periodistas que estuvieron presentes, incluyendo Culturizarte. Gaby contó que demoró tres años en terminar su documental Creer para ver, dando la vuelta al mundo prácticamente en donde entrevistó a 12 líderes espirituales, también llamados chamanes, porque iba en busca de respuestas que venían desde su niñez. Gabriela Herbstein creció en el seno de una familia judía argentina, atea, el 3 de mayo de 1969. Es fotógrafa de profesión, su trabajo es conocido por sus publicaciones en distintas partes del mundo tales como: Latinoamérica, Estados Unidos, Rusia, China y Japón. Su odisea de hacer un documental debido a que siempre le rondó en su cabeza inquietudes de índole espiritual y debido a su inmensa curiosidad quería encontrar las respuestas a estas interrogantes que le “pedía urgentemente” su fuero interno.
“Primero lo soñé y luego, un día me dije: lo quiero llevar a cabo. Entonces, cuando empecé en 2016 con el proyecto, yo sabía que era muy ambicioso. De hecho, fue autofinanciado hasta que Disney y la National Geographic me apoyaron y decidieron presentarlo y distribuirlo. También conté con el apoyo de una fundación llamada Fair for Rights. Mis deseos de compartir con el mundo vienen por la espiritualidad que tenemos todos los seres humanos. Esta experiencia propia, con la que fui comprobando de que hay una espiritualidad universal en los lugares que visité tales como: México, Viena, Malta. Groenlandia o la India, y eso es fascinante. A grandes rasgos, el documental busca dejar un mensaje que estos 12 líderes espirituales nos aportan con sus herramientas cuyo objetivo es que cada uno encuentre dentro de sí mismo sus propios potenciales”, explicó la artista.
Gaby afirmó que la espiritualidad es inherente a cada uno de nosotros los seres humanos. “Lo tenemos en nuestro ADN. Somos alma y cuerpo. En diferentes partes del mundo se usan distintas herramientas y éstas tienen que ver con la cultura de cada país. Como, por ejemplo, en la India, el líder Ravi Shankar, un músico y maestro indio-bengalés, nos brinda la herramienta de la respiración para poder controlar nuestras propias emociones. En Siberia, el chamán Nikolay nos habla de la propia voz, que tiene vibraciones que nos ayudan a sanarnos a nosotros mismos y a sanar a otros. Los maestros nos ayudan a recordar algo que todos tenemos en nuestro ADN. Ellos simplemente nos guían a ese despertar y a cómo utilizar estas herramientas. Existe una gran variedad de herramientas que pueden ayudarnos a recordar ese conocimiento. Todos somos maestros. Todos podemos influenciar positivamente en el otro desde nuestro lugar. De brindar al otro herramientas y poder sanarnos a nosotros mismos, se explayó.
No basta con leer
Herbstein dijo ser una persona muy curiosa y estuvo por muchos años buceando en diferentes filosofías. Llegado un momento necesitó de respuestas. “Mis padres nunca me hablaron de Dios por ser ateos y, por lo tanto, comencé a buscar en diferentes corrientes espirituales. Empecé a maravillarme hasta casi como si fuese una obsesión para encontrar las similitudes entre ellas, a unir los cabos sueltos. Pensé que si tenía que ver con una falta de conocimiento. ¿Cómo nos podíamos encasillar, cuando todas estas filosofías tenían tantos lugares comunes? Hoy te puedo decir que pese a haber leído mucho, lo más importante es lo que puedas experimentar. Hasta que no te puedas conectar con esa cultura y ese lugar, sentir esa filosofía de la boca de ese maestro y ese lugar. Por eso me pareció muy importante tener esto documentado. Al filmarlo se están usando más sentidos, es una forma más pegajosa de incorporar este conocimiento. Y así puedes comparar entre uno y otro país, así como también entre los diferentes líderes a los que entrevisté”, añadió Gaby.
La muerte
El tema de la muerte es una de las preguntas que la artista les hizo a los 12 maestros ¿Qué es la muerte? ¿Realmente existe? “Hay diferentes puntos de vista. La mayoría de ellos tiene la creencia de que la muerte no existe, y que nosotros somos energía y la energía vuelve, así que en ese punto hay diferentes formas de verla. Al vincular este tema con el Coronavirus, en lo que coincidieron todos los chamanes, es que está ligada a las emociones. De dónde proviene la enfermedad, es que según ellos el Covid -19 tendría su origen en las emociones negativas que experimentamos, porque éstas pueden provocar mutaciones en las células o bajar las defensas del cuerpo y generar una enfermedad. Todos los maestros coincidieron en que no observan al cuerpo humano como una máquina, sino que las emociones van directamente relacionadas con la enfermedad. Yo le tendría más miedo al miedo que a la enfermedad en sí misma. Ahí, el sistema inmunológico empieza a responder y estamos más propensos a enfermarnos. Está en nosotros en cómo controlar estas emociones. Basta con decir esto no me hace bien y ahí están las herramientas que estos maestros nos muestran. Balancear lo positivo y lo negativo”, destacó la fotógrafa.
Lo irreversible
Cuando Gaby estuvo en Groenlandia junto al chamán esquimal Angangak Kosmua, presenciaron en vivo el derretimiento de un glaciar. “Eran cascadas de agua. Este derretimiento glaciar demostró que el calentamiento global es un daño irreversible. Pese a que el planeta se va a regenerar. El problema son las condiciones de vida de los habitantes por la subida de las mareas y el agua dulce que se perdió no se podrá recuperar. Pude ver en vivo el daño que le hicimos al planeta. Me costaba aceptarlo, le preguntaba todos los días al chamán y su respuesta era siempre la misma. “Esto no lo podemos parar, no podemos hacer nada”. Lo que yo concluí, personalmente tras mi visita a Groenlandia, es que el daño no se lo hacemos a la Tierra, sino que, a nosotros mismos, porque el planeta se regenera”, concluyó la artista.
Estreno de la serie documental «Creer para Ver» a través de National Geographic el próximo 8 de junio.