Por Macarena Lira Cabrera
El 2021 fue un año distinto al 2020, la pandemia en Chile estaba un poco más controlada y con ello se vienen distintos permisos para volver a la vida presencial y dejar lentamente la vida online que llevábamos en todo aspecto. Este año llegó con distintos estrenos para el mundo de la danza y lo mejor de ello es la vuelta al escenario.
Creo poder entender el sentimiento de los bailarines, el amor por el escenario, el público presente, las luces, bambalinas, y camerinos. Poder volver a retomar esta vida trae consigo no solo felicidad para el artista sino también para los espectadores que apreciamos estos espectáculos.
Vuelven las ovaciones y creo que ha sido de los más bello, volver a las butacas y poder aplaudir tan fuertemente que la opción de parar se hace imposible. Este sentimiento lamentablemente no se puede vivir online, algo que me pasaba viendo danza desde mi casa es que estaba muy agradecida de poder seguir viendo espectáculos, pero al momento de terminar sentía una sensación de que estaba atrapando un sentimiento, al no poder aplaudir y expresar mi felicidad y en el fondo decirle al elenco de bailarines gracias por lo que hacen. La presencialidad me devolvió eso, de las cosas más lindas que se puede hacer como espectador, aplaudir hasta más no poder, para que de esta forma los bailarines sientan el aprecio y agradecimiento que tenemos por decirles.
Nombrar una sola obra de danza que me parezca la mejor se me hace imposible, creo que todas las compañías pusieron un esfuerzo y dedicación por detrás de cada entrega y es algo que se notó inmensamente en escena. De todas las obras que pude ver cada una tenía lo suyo. El BANCH por ejemplo deslumbró, y sigo pensando en (Re)-Creaciones Ciclo 3 su último estreno que me dejó anonadada. Sumando a lo mejor de la danza del 2021, no puedo dejar de lado a los grandes descubrimientos que tuve este año la Compañía Bayku y la Compañía Ruta de la Memoria, anteriormente creo haber visto sólo una obra de estilo Butoh, y este año pude ver a estas compañías que me dejaron impresionada con este lenguaje de danza y es una experiencia que todo espectador debería vivir.
Este 2021 trajo grandes cosas, nuevos cambios y una alegría para el mundo de las artes escénicas. Cierro este año agradecida de la vuelta a la presencialidad y esperando que el 2022 llegue con más danza.