María Teresa Larraín, directora de Niña Sombra:
«Muchas de las cosas que nosotros vemos son memoria».

Después de la proyección de la película, María Teresa Larraín respondió a algunas preguntas del público. Esto fue lo que nos contó.
Como fue el proceso de finalización de la película? Como fue el proceso del montaje? Tenías una idea de cómo ibas a ir armando, a partir del guión? Como fue ese proceso?

El guión lo fui descubriendo a medida que fui haciendo la película, como ocurre en la mayoría de los documentales. Pero en este caso fue más así porque no solamente estaba descubriendo mi propia historia, que era difícil porque no sabía quién era, no sabía lo que era, había perdido mi identidad, y todo esto lo fui descubriendo mientras iba haciendo la película. También descubrí como filmar una película acerca de la ceguera, la mirada ciega. Cómo era mi punto de vista, como expresarlo, de manera que fuera consecuente con una persona que se estaba quedando ciega, una directora ciega. Esa fue la parte más difícil de la película. Me demoré 8 años en hacer esta película. Me demoré no solamente por las típicas cosas del cine arte independiente, que es difícil conseguirse fondos, sino también porque tenía que descubrir que cuando uno cuenta una historia personal, se debate uno entre el narcisismo y el ser objetiva. Pero también verse a una como un personaje, contarse como ella, ver como yo. Pero también, para ser honesta, para que la historia sea personal, tiene que ser yo. Mientras más lo sea, más verdadera va a ser tu película. Todas esas cosas te van dando vueltas. Cuando llegué a la sala de edición, ya había pasado mucho tiempo, me había recuperado como directora, cosa que por supuesto perdí totalmente. Mientras más se me iba la vista, más insegura me sentía, como directora. Pero tenía un equipo maravilloso, el director de fotografía Arnaldo Rodríguez, el director de fotografía en Canadá, sonidistas de Chile, Carlos Ormeño, gente con la que fui trabajando durante los 8 años de la película. Así que cuando llegué a la sala de edición, ahí la fui armando de nuevo, porque es como que uno va haciendo las cosas en etapas. Entró el diseño de sonido, entró la música, algo que le da una característica totalmente diferente a la película y ambas cosas fueron de la mano. Así la terminé. La terminé como directora, aún soy directora, en esta película fui directora, aún quiero trabajar como directora, pero trabajé con todo un equipo maravilloso.
¿Le has mostrado la Película a los otros personajes que se están quedando ciegos?

Me llamó la atención que describes todo con un lenguaje muy poético. Como tu eres directora, quería saber como funciona el proceso, sin ver nítidamente, ¿Utilizaste ese lenguaje para dirigir también? ¿Fue esa una herramienta para dirigirte a tu equipo?
Separé un poco el guión porque la narración, y lo que yo cuento era mi momento de soledad, era el momento que yo sacaba mi historia. Separé guión de dirección, en el sentido de que cuando yo estaba sola, yo escribí el guión, pero después simplemente pedí que me entrevistaran y después le puse narración así no más, improvisada. Pero también tenía un guión. Mezclé de todo un poco, porque quería expresar algo de manera que yo pudiera. En el tema edición, yo tengo memoria. Muchas de las cosas que nosotros vemos son memoria. Lo que yo quería expresar con esto eran los colores, la esencia, que la mirada, qué vemos cuando miramos. Cuando yo veía, veía a una persona, su sonrisa, sus ojos, su pelo, lindo, las expresiones, esas cosas muy bonitas. Cuando eso se va perdiendo, tu te vas fijando en otro tipo de estética, como las cosas se van diluyendo, como la imagen se confunde una con otra, como que los objetos se van haciendo lo mismo. Te vas fijando en las voces, te vas fijando en los sonidos, vas perdiendo el miedo de a poquito. Le tienes miedo a la oscuridad y vas descubriendo otras cosas. Entonces eso es lo que quería plasmar en la película de forma visual, los colores, la magia de los colores, los contrastes, las cosas que perdí, las imágenes que se fueron yendo. Pero, cuando uno se despide de algo, uno tiene que reconocer el dolor de la pérdida, porque si no lo reconoces y me hiciera la loca, ay no, que rico ser ciega, mentira, no tiene nada de rico, es doloroso, es fuerte, es duro. Pero también el ir descubriendo, cuando uno se tapa la vista, empiezas a escuchar, empiezas a ver otras cosas, el dar las gracias. Esta película es una oda a la vida, para mi. Es una oda al color, una oda a la imagen, una oda al paisaje, a las calles, a la gente, y por eso es que no es triste, aunque de repente todavía me dan ganas de llorar cuando pienso en la ceguera, pero eso no quiere decir que sea triste.
FICHA TÉCNICA COMPLETA
Dirigida por María Teresa Larraín
Guión María Teresa Larraín
Producción Ed Barreveld
María Teresa Larraín
Lisa Valencia-Svensson
Dirección de fotografía Arnaldo Rodríguez
Daniel Grant
Montaje Ricardo Acosta
Tim Wilson
Jordan Kawai
Música Jorge Aliaga
Sonido Daniel Pellerin