Por Ignacio Fernández
Alexs Stadermann, director de esta cinta, es un veterano de la animación australiana; director de dos películas de la clásica Abeja Maya y de la primera entrega de esta divertida saga, 100% Lobo, demostrando así su experiencia en este género de películas familiares, y que, en esta ocasión, no decepciona.
Una de las preguntas que todos se harán antes de ver esta secuela es: ¿Será necesario ver la primera película? La respuesta, increíblemente, es no. Los primeros minutos incluyen un resumen de lo que ocurrió en la primera entrega, suficiente como para que cualquier espectador, sea cual sea su edad, entienda el contexto de inmediato. Tampoco es necesario haber visto la serie de televisión spin-off 100% Wolf: Legend of the Moonstone, pero de todas formas queda recomendada para los más fanáticos.
La historia retoma al protagonista, Freddy Lupin, el hijo del líder de una manada de hombres lobos que se dedica a salvar a los ciudadanos en problemas en el anonimato de la noche. Cabe destacar que Freddy, a diferencia de sus pares, se convierte en un poodle rosado, y no en un lobo, lo que le genera muchos problemas de aceptación en la manada. Todo cambia una vez que pide un deseo a los espíritus lunares: ser respetado por su mandada. Esto desencadena en que se convierta en un lobo, lo que siempre ha soñado. Pero no todo será tan perfecto como Freddy cree, puesto que luego que se cumpliera su deseo, uno de los espíritus, Moopoo, bajará de la luna a enseñarle una lección sobre la verdadera naturaleza de sus sentimientos.
Mientras la primera cinta era una historia de autodescubrimiento y una carrera contrarreloj para salvar su lugar en la manada, esta secuela se enfoca en el aspecto sobrenatural y mitológico, explorando la conexión espiritual de los lobos con la luna, como forma de darle respuesta a ese típico cliché de los lobos aullando a la luna que siempre se sobre utiliza en este tipo de películas.
La animación es muy colorida y vibrante, recuerda mucho al estilo de estudios como DreamWorks, que se destacan por siempre innovar, o a películas icónicas de lobos como Alpha y Omega. Es un logro aún mayor, considerando que la película viene de Australia, y no de un Hollywood saturado de cintas con mucho presupuesto, pero que carecen de un estilo que sea único.
Esta secuela funciona muchísimo mejor que la primera, pero se extrañan personajes claves como Máximo Ruin y la Señora Cordero, que, si bien tenían papeles secundarios, no estuvieron presentes en esta ocasión. Hubiera sido interesante saber qué sucedió con ellos, especialmente con Máximo Ruin, teniendo en cuenta que era uno de los antagonistas que desencadenó muchas situaciones que aportaron a la trama original.
El aspecto más destacable de la película es su mensaje: se enfoca en la autoaceptación, la importancia de la familia y el sentimiento de pertenencia. Si bien estos temas son comunes, no siempre son retratados con tanta facilidad en las animaciones occidentales, pero que en esta ocasión resonará tanto con los espectadores adultos como en los niños. Combinado con un humor que hará reír tanto a niños como adultos, el resultado es una película que es el panorama perfecto para ver en familia, especialmente recomendada a aquellos pequeños (y no tan pequeños) fanáticos de los peludos de 4 patas: perros y, obviamente, lobos.
Ficha técnica
Título Original: 200% Wolf
Director: Alexs Stadermann
Reparto (en inglés) : Ilai Swindells, Jennifer Saunders, Peter McAllum.
Género: Acción, Aventura, Comedia, Familiar
Año: 2025
País: Australia
Duración: 98 minutos
Distribuidora: BF Distribution
Estreno en cines: 11 de septiembre