Crítica de cine “Aquaman y el Reino Perdido”: Un viaje de hermanos sacado de una historieta

Por Trinidad Quinzacara

El fin de una era para DC, dirigida por James Wan, Aquaman y el Reino Perdido llega como una comedia de acción que se diferencia de la oscuridad de todos los otros personajes de este mundo. Wan se despide con la continuación de la historia del hombre atlante que inició el 2018 con un increíble cast entre los que se encuentran Jason Momoa, Nicole Kidman, Patrick Wilson y Yahya Abdul-Mateen II ​que vuelve como Black Manta.

En esta entrega retomamos la historia de Arthur Curry como rey de la Atlántida que ejerce el papel de gobernante y de padre primerizo, situación que ofrece momentos graciosos en pantalla. Será el regreso de su enemigo: Black Manta, lo que obligará a Curry a buscar a su hermano para que se una a él en la búsqueda de este villano, y así evitar la destrucción del mundo en manos de un ser aún peor.

Wan decide apostar por la misma fórmula de la primera versión de Aquaman para su última cinta del Universo Extendido de DC (UEDC), era de la que Zack Snyder se hizo cargo de una reestructuración de imagen en DC e inició para competir contra Marvel en el 2013 con El Hombre de Acero. El fin de este ciclo viene rodeado de críticas mixtas por la creación de un mundo submarino espacial, un excesivo uso de efectos y de las polémicas que siguieron a esta secuela. Su constante es Jason Momoa que no falla con su papel de monarca subacuático, el que parece haber sido hecho para él ya que desborda con el carisma característico de este personaje enorme e ingenuo lleno de humor, mientras que el personaje de Amber Heard tuvo un inmenso recorte en pantalla y los otros grandes nombres pasan inadvertidos, a excepción de Patrick Wilson como el Rey Orm que reemplaza a Heard como personaje coprotagonista.

Uno de los principales ejes de esta trama es la relación fraternal, lo que genera una dinámica muy similar a la que se da entre Loki y Thor cuando los hermanos tienen que unir fuerzas, hecho al que se hace una referencia. Esto entrega uno de los momentos más cómicos de la película, y también la mejor parte de la trama, al seguir la aventura de estos dos personajes para derrotar al villano, todo lo que viene antes de este foco es una introducción a la situación del superhéroe en su nueva vida.

Los sonidos no cambian mucho de su primera versión, mezclando una sensación acuática con increíbles temas conocidos, pero hay una clara mejora en las visuales desde el 2018. Todo este mundo submarino se refina y se dan muy buenas tomas del resto de la aventura, al igual que en el primer filme se desarrolla entre la tierra y el océano.

Con muchas de las decisiones de esta producción como cast, historia y escenografía, se vuelve a demostrar que en DC busca dejar a todos felices dentro de lo posible, fanáticos de los comics y del cine. Pero que falla en el intento, porque Aquaman funciona como una película entretenida con toda una narración que sí da la sensación de una aventura de comics, solo que carece de la epicidad característica de estos filmes. Esta falta viene de que el antagonista original es reemplazado por uno que no da la sensación de tener un gran peso, que se trata de justificar, solo que no termina por brindar una gran batalla. En segundo plano se transmite un mensaje sobre el calentamiento global, que termina siendo el verdadero enemigo de esta trama y el que más temor pudo llegar a infundir en el espectador.

No es el cierre que muchos esperaban, aun así, la película no deja de ser una buena entrega, tiene todos los requisitos básicos para una trama de super héroes: visuales, batalla y risas, dentro de esta línea sigue superando a Thor: Amor y Trueno (2022) y su falta de cohesión y profundidad. Pero se asemeja al tomar un concepto más familiar a través de la comedia y su mensaje de hermandad, que aborda con una dinámica que logrará mantener pendiente al espectador.

Ficha técnica

Título original: Aquaman and the Lost Kingdom

Dirección: James Wan

Guion: David Leslie Johnson

Música: Rupert Gregson-Williams

Año: 2023

Duración: 124 minutos

País: Estados Unidos

Distribución: Warner Bros

Estreno en salas: 20 de diciembre

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