Por Victoria Bustos Arancibia
Asesino por naturaleza (In a violent nature) es una película de horror que explora el geénero slasher, usando un lenguaje visual más parecido a la categoría documental y posicionándose mayoritariamente desde el punto de vista del villano.
Una película innovadora que sigue con cámara en mano a su asesino, a través de su travesía acechando la más reciente tanda de jóvenes que consiguieron hacerlo enojar. Así conocemos el pasado de Johnny, quien se ha convertido en un no-muerto con espíritu vengativo, y que despierta cuando remueven de su tumba, o más bien el lugar improvisado donde ha sido enterrado, un collar que alguna vez perteneció a su querida madre.
El escritor y director del largometraje, Chris Nash, se afirma de sus experiencias previas trabajando en productos de terror, para finalmente lanzarse con un experimento cinematográfico que sirve de homenaje a los clásicos del género, en especial al Mike Myers de Halloween y las locaciones tipo Viernes 13 (comercializada como Martes 13 en Chile), y también es un desvío único jugando con planos y escenas que no son propias del terror.
Nash ha indicado que sus decisiones en la dirección de fotografía, la ausencia de banda sonora u orquesta y, la más importante, escoger al asesino como el protagonista, apuntan a contar esta historia como si de un “documental de naturaleza” se tratara. Johnny es como un animal, como un oso con el potencial de ser tierno e inocente, al mismo tiempo que puede volverse feroz e irracional. Y al igual que como sería con un animal, el espectador humano nunca podrá ponerse en la posición moral de Johnny pero sí podría sentir lástima y pena de aquello que lo amarga.
Asimismo, el mito que rodea la figura del asesino logra caracterizarlo como alguien que no pudo escapar de su terrible destino, matar se presenta como un daño colateral medio justificado, es víctima de las que fueron sus circunstancias de niño.
Todo el gore lo ejecuta en medio de la increíble belleza natural de un parque vacacional, normalizando hasta la muerte más sangrienta. Quizás demasiado normalizadas, tomando en cuenta que los descuidados muchachos asesinados no emiten casi ningún sonido mientras mueren, como si hubieran perdido la capacidad de sentir dolor un minuto antes de ser atravesados por un gancho de metal. No obstante, los efectos prácticos de las muertes son impresionantes y fascinantes.
A pesar de sus aciertos, la película a veces se siente predecible en su desarrollo, y la idea inicial, por muy novedosa que sea, puede restarle impacto a la experiencia. Para quienes están acostumbrados a pegar saltos de miedo, a esperar figuras que aparecen detrás de una puerta o el suspenso que puede generar ver a alguien esconderse minutos antes de morir, esta película puede que les parezca algo lenta y anticlimática.
La cinta se compone de larguísimas tomas sin nada más que Johnny caminando en el bosque, y hay una sola secuencia de persecución, aunque ésta es perfecta gracias a la actuación de la final girl de turno y la dirección. Además termina con unos 10 minutos de relleno, que se sienten eternos, con un cuento sin mucha conexión con la trama ni su interlocutora, la estrella invitada Lauren-Marie Taylor (Vickie Perry en Viernes 13 parte 2), lo bueno es que el asedio previo deja el corazón adrenalínico y el cuerpo al borde del asiento.
Su mayor fuerte es el diseño estético del asesino el cual tiene potencial de referente de culto, con su máscara antigua de bombero totalmente replicable en noche de brujas más las herramientas encontradas por aquí y por allá, mientras que su historia de origen podría mejorarse. Habrá que ver la propuesta que Chris Nash prepare para la, ya confirmada, segunda parte de Asesino por naturaleza.
Ficha técnica
Título original: In a violent nature
Duración: 94 min
Año: 2024
Genero: Horror
País de Origen: Canadá
Director: Chris Nash
Guion: Chris Nash
Reparto: Ry Barrett, Andrea Pavlovic, Liam Leone, Reece Presley
Distribución: Cinetopia
Estreno en salas: 12 de septiembre 2024