Por Galia Bogolasky
Bad Education es una película recién estrenada en HBO, protagonizada por Hugh Jackman, basada en hechos reales, que trata sobre la estafa por más de once millones de dólares que ocurrió en un colegio en Long Island en el 2002.
La cinta tuvo su estreno mundial durante el Festival de Toronto, en septiembre pasado, y debido la pandemia mundial, y el confinamiento, decidieron estrenarla directamente en HBO, y HBO Go, su plataforma online.
Frank Tassone (Jackman) trabaja como administrativo de Roslyn, una escuela pública de Long Island, en Nueva York. Desde que él asumió, Roslyn llegó a posicionarse como el cuarto mejor colegio de Estados Unidos. Tassone es un tipo al que todo el mundo adora, desde los estudiantes, hasta los apoderados y los colegas. Él se preocupa de conocer a cada persona, por su nombre, y de saber qué les pasa, si tienen algún problema, y si es así, se encarga de solucionarlo. Además, siempre luce impecable. Es como un metrosexual noventero.
Tassone y su colegio representan la perfección; todo sale bien, todo se resuelve, todo funciona impecable, hasta que la vida de este reconocido colegio, y sus funcionarios se cae a pedazos, cuando una alumna empieza a investigar, para un reportaje del diario del colegio, sobre el “Skywalk”: una infraestructura carísima que está construyendo el colegio. Es ahí cuando descubre incongruencias en los pagos y facturas falsas, y todo se empieza a desmoronar.
Primero es descubierta la auxiliar Pamela Gluckin (Allison Janney) quien había utilizado la tarjeta corporativa del colegio para comprar materiales para la remodelación de su casa. El desfalco se calculó en 250.000 dólares. Mientras tanto Tassone, quien es el encargado de solucionar todo, trata de resolver este conflicto con el directorio del colegio, salvando la situación de la mejor manera posible.
Mientras Pamela tiene que salir del colegio, y admite el robo del dinero, Tassone esconde la verdad detrás de sus propias mentiras; donde de a poco empieza a salir a la luz su verdadera historia, pues miente sobre sus relaciones de pareja, sobre su estilo de vida y sobre sus gastos.
Bad Education tiene un tono muy especial, definitivamente lo mejor logrado, ya que el relato se cuenta desde un punto de vista irónico, donde se ríe de la tragedia, a través de planos muy particulares, un montaje preciso, y lo mejor de todo; la música. Básicamente la cinta destaca por su cualidades audiovisuales y el buen uso de los recursos técnicos y artísticos.
La película de Cory Finley logra contar este relato tan descriptivo haciendo un juego con la banda sonora, incorporando música que, de cierta manera, juega con las interpretaciones, a través del montaje, haciendo cortes abruptos, de pasar del diegético al extradiegético (música de fondo, que pasa a estar presente en la escena) generando escenas muy bien logradas.
Las actuaciones están notables: Jackson se luce como un mentiroso profesional, un tipo que miente descaradamente, pero lo disimula tan bien, que logra hasta ser encantador. Janney, como siempre logra una interpretación increíble, como una mujer sin escrúpulos, que no le da vergüenza robar y mentir, siempre manteniendo la frente en alto. Vale la pena destacar el trabajo de los actores secundarios también, como los siempre maravillosos Ray Romano, que interpreta al presidente del directorio, y Annaleigh Ashford, como la sobrina de Pamela.
El director Cory Finley logra crear una película impecable a nivel estético y audiovisual, con planos precisos; la música está perfecta para situar escenas en un tono específico, incorporando el montaje como un elemento clave para contar una historia como esta. Sin embargo, la película decae en la segunda mitad, y lo que podría haber sido un filme memorable, termina como una película para la televisión, que no logra deslumbrar.
Título: Bad Education
Género: drama
País: EE. UU.
Año: 2019
Duración: 108 minutos
Director: Cory Finley
Elenco: Hugh Jackman, Allison Janney, Ray Romano, Annaleigh Ashford
Disponible en: HBO (miércoles 6 de mayo a las 22:00 horas) y en HBO Go.