Crítica de Cine “Carnada”: Los tiburones no son los únicos terrores en alta mar

Por Victoria Bustos Arancibia

El título, el póster y el trailer pintan una imagen muy familiar, una que se ha convertido en un cliché del género del terror de supervivencia desde los años 70s, cuando en ese entonces Tiburón (1975) llegó a conquistar los temores de millones de turistas costeros con la posibilidad de un ataque sangriento. Pero Carnada trata de alejarse de esa figura aterradora.

“Respira hondo… toma conciencia del suelo debajo de tus pies”. Con esas palabras salidas de una aplicación móvil, comienza a meditar y trata de calmarse la mayor protagonista de la película, Meg, que ha llegado de invitada a un resort en una zona paradisíaca para el matrimonio de una de sus mejores amigas, Lizzie. En el evento también se encuentra Kayla, reciente ex pareja de Meg, Cam, la hermana del novio quien además presentó a los enamorados, y Ruth, la amiga atleta. En las próximas horas, las chicas más cercanas a la novia pasarán de la euforia de la celebración al pánico extremo.

La película es relativamente corta y no alarga de más ningún acto. Se establece un contexto previo para la tensión en el grupo, a través de un prólogo donde presenciamos un crimen de odio perpetrado hacia Meg y Kayla, cuando éstas aún estaban juntas, pero en el cual Meg se ve más afectada recibiendo la mayoría de los golpes, resultando en síntomas de estrés postraumático. Casi un año después, y prácticamente de sorpresa, ambas se reúnen en un fin de semana de vacaciones donde transcurre el resto del largometraje.

Le sigue un montaje conciso de distintas actividades previas al día de la boda, y finalmente se pasa a la progresión de eventos desafortunados que llevan a esta banda de cinco amigas a disminuir en número en medio del océano. Rematando con un desenlace preciso, triste pero consolador, en el que por fin puedes descansar de la angustia general y asumir que en adelante todo irá mejor para las sobrevivientes. Sin alusiones a una secuela o a preguntas que hayan quedado sin responder.

A pesar de que los tiburones son el antagonista clásico de este tipo de historias, aparece en contadas ocasiones, la cinta se enfoca más en los desafíos que enfrentan las protagonistas en su lucha por sobrevivir en alta mar más de 24 horas, sin un bote y con recursos limitados. Teniendo en cuenta el presupuesto más tímido del que gozan las películas de explotación de tiburones, parece prudente orientar el drama en torno a las relaciones humanas y el trabajo actoral, más que en la imagen súper repetida de un monstruo marino con dientes enormes, la cual si no está bien hecha fácilmente puede derivar en restarle emoción al producto.

Para su directora, Hayley Easton Street, y la guionista, Cat Clarke, es un debut en sus respectivas funciones. La primera, hasta ahora se había dedicado a escribir y liderar el arte y efectos especiales para distintas películas de taquilla. Mientras que la segunda, es más conocida por su carrera como autora bestseller de novelas, aunque más reciente estaría encaminando su vocación a los guiones audiovisuales, sumando experiencia con un par de series de televisión. Ambas se lucen con algunos aciertos: un suspenso suave pero efectivo, con una atmósfera claustrofóbica a pesar de la infinitud del mar, y las dinámicas creíbles entre amigas de años que aprovechan el pavor para confesiones de último minuto o insultos fundados.

Es un buen comienzo como ópera prima, sobre todo porque logra explorar un enfoque más emocional dentro de un género que ha agotado toda propuesta visual posible. No obstante, las tensiones esbozadas por el evento traumático que Meg y Kayla vivieron en el pasado, no terminan por conectar con el momento clímax, ni tampoco influyen en las decisiones que se toman en los puntos críticos de la supervivencia. Enviar a una de ellas nadando lejos para pedir ayuda durante al menos el último tercio de la película sólo quita la posibilidad de conciliarse, entenderse en las malas y cumplir con el deseo de sus amigas de volver a emparejarse.

Se pierde ligeramente en las líneas emocionales y hay poco crecimiento personal en sus personajes, más allá de singulares actos de altruismo al borde de la muerte. A medida que avanza la historia, algunas tramas se abandonan, dejando al espectador con la sensación de querer conocerlas más, en especial con las personalidades de cada una tan bien delimitadas por las actrices y el diálogo.

Carnada es entretenida, para pasar un buen rato si eres fan de esta clase de historias, con la incertidumbre justa y esquiva varios estereotipos. Aunque presenta algunas debilidades que no son de extrañar viniendo de un equipo creativo que se está introduciendo al sharksploitation.

Ficha técnica

Título original: “Something in the water”

Duración: 86 min

Año: 2024

Género: Suspenso

País de Origen: Estados Unidos

Director: Hayley Easton Street

Guion: Cat Clarke

Reparto: Hiftu Quasem, Natalie Mitson, Nicole Rieko Setsuko, Lauren Lyle

Distribución: Bf Distribution

Estreno en salas: 26 de septiembre de 2024

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